Recuerdos de 60 años del Estadio Municipal y Green Cross Temuco
El 20 de marzo de 1960 el club Corporación Deportes Temuco (ex-Deportivo Bancario) juega su primer partido oficial en el Campeonato Regional de Concepción. Terminó en quinto lugar y en los años siguientes fue un buen animador de este torneo.
El 20 de marzo de 1965 se fusionó oficialmente con Green Cross de Santiago, estableciendo su sede en nuestra ciudad. El Green había sido fundado el 27 junio de 1916 y el único título nacional lo ganó en 1945. El nuevo club se llamó Green Cross-Temuco.
El 23 de marzo de 1965 se inauguró el Estadio Municipal de Temuco, que posteriormente se llamó Germán Becker, con un cuadrangular entre Colo Colo, U. de Chile, U. Católica y Green Cross Temuco. Asistieron 30.000 personas y previamente se hizo una actuación teatral denominada "El Huasca" por un personaje popular con actores temuquenses que aún hoy lo recuerdan con cariño.
El Estadio fue construido en tiempo récord gracias a iniciativas de la comisión presidida por Germán Becker, como la invitación a 150 internos de cárcel local para generar mano de obra. Albañiles, pintores, fierreros, carpinteros, etc… trabajaron día y noche en turnos que permitieron su terminación antes de tiempo. La historia dice que sólo uno escapó el último día luego del control de gendarmes, del cual nunca más se supo. También anecdótica fue la custodia de la bodega de materiales, donde fueron custodios los reos con mayor prontuario de robos y hurtos. ¡Nunca se perdió una herramienta!
El partido de mayor trascendencia lo protagonizó la selección de Unión Soviética (CCCP) con Green Cross Temuco el 2 de marzo de 1966 con triunfo del local por 1 a 0. Fue la única derrota de CCCP en su gira por Sudamérica previo al Mundial de Inglaterra. Vinieron sus máximos cracks como Lev Yashin, Chislenko, Ivanov, Voronin y el estadio soportó sobre 31.000 espectadores venidos de todo Chile con actuación extraordinaria de Pancho Fernández en el arco y gol de D'Ascenso.
Hoy día el Estadio Germán Becker está remodelado y ya no cuenta con sus jardines ni su marquesina original. Tampoco su pista de atletismo y tuvo que reducir su capacidad por las nuevas reglas de Fifa. Se mantiene su entorno que lo constituye un parque multirrecreacional y deportivo.
Son recuerdos valiosos y nostálgicos a casi 60 años. Extraño que nadie se haya acordado. Es mi modesta contribución como puertomontino avecindado en Temuco y amante del deporte en general.
Marcos R. Vera Oyarzo
¿40 horas para quién?
Esta semana el Senado aprobó el proyecto de ley que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales. Varios actores, sobre todo desde el oficialismo, celebran la iniciativa aludiendo a que "mejorará la calidad de vida de los trabajadores".
Pero, ¿a quiénes mejorará la calidad de vida? A aquellas personas con empleo formal. Lamentablemente pocos chilenos tienen acceso a este tipo de trabajo y a todas las ventajas que trae: sólo el 43% de los hombres en edad de trabajar y el 30% de las mujeres en la misma condición.
¿Cómo podemos ampliar esta cobertura? Los datos muestran que la formalidad de los países, incluido Chile, aumenta en la medida que Pymes y emprendimientos entran en un círculo virtuoso de crecimiento, productividad y más empleo. También, distintas investigaciones señalan que la actual rigidez en la jornada laboral de Chile dificulta la formalización, sobre todo en mujeres.
Desde Pivotes planteamos que si queremos que más chilenos gocen de los beneficios y protección social que trae la formalidad, debemos avanzar hacia un régimen tributario que incentive el crecimiento de emprendedores y Pymes, y la vez debemos profundizar en la flexibilidad de nuestra jornada laboral, que facilite la conciliación entre empleo y familia.
En esta celebración de las 40 horas no hay que olvidar uno de los grandes desafíos que Chile tiene pendiente: generar más y mejores empleos formales.
Elisa Cabezón, directora de Evidencia de Pivotes
Cambio de receta
Aún existen economistas, políticos o ciudadanos que creen a estas alturas que el Estado debería realizar la mayor parte de las actividades económicas del país. Desde la retrospectiva histórica esta tesis no ha funcionado prolijamente: sucedió con el azúcar cuando se crea Iansa en el año 1953 al querer el Estado controlar la actividad agroindustrial, sucedió también con LAN en la década del 30'.
Ahora no es una sorpresa que el litio esté bajo este mismo escenario. En dicho contexto hubo voces de cierto lado de la política chilena el cual querrían negar cualquier tipo de licitación a los privados pero nuevamente la historia se repite, la ministra de minería durante estos días expresó la necesidad de ayuda de los privados para la extracción del litio, planteando la expresión "no lo podemos hacer solos". Con dicho comentario queda en demostración la necesidad de la protección a la propiedad privada y el fomento que el Estado debe impulsar para que estos sean partícipes de las diversas actividades económicas, ya que de los privados nace la creación, innovación, las nuevas tecnologías, etc.
Felipe Jara S., Fundación para el Progreso