Frases
"No podemos descartar que venga una nueva pandemia y no podemos asegurar que va a ser en 100 años más".
Sebastián Ugarte,
"Necesitamos una Comisión de Ética con dientes, que hoy (la Cámara) no tiene".
Miguel Mellado,
"No podemos descartar que venga una nueva pandemia y no podemos asegurar que va a ser en 100 años más".
Sebastián Ugarte,
"Necesitamos una Comisión de Ética con dientes, que hoy (la Cámara) no tiene".
Miguel Mellado,
A 24 kilómetros al interior por el camino a Huichahue, cerca de las 19 horas fue asaltado el conductor de un taxi, quien logró salvar milagrosamente tras una serie de disparos que le propinó el delincuente, sin que ninguna bala diera en el blanco. El conductor señaló que el sujeto subió en Temuco.
Con motivo de semana Santa, los locatarios de los 20 puestos de pescados y mariscos de la Feria Pinto atenderán desde las 6 de la mañana y hasta las 21 horas, de jueves a domingo. En total, 15 horas ininterrumpidas de manera de abastecer a las miles de personas que llegan en estos días a este mercado.
Una disminución del 75% de la población contagiante en relación a lo que ocurría hace 30 días se pudo observar ayer en la Región de La Araucanía.
Luego del peak de Ómicron, que marcó el mes de febrero, la Región ha logrado reducir en forma paulatina la incidencia.
Hermanos en Jesucristo: con el Domingo de Ramos se inicia la Semana Santa. Esta celebración cristiana encierra en plenitud el verdadero sentido de la historia, de la entera humanidad y de cada persona, es decir, de cada uno de nosotros.
A partir del pecado de nuestros primeros padres, todos los hombres "habitan en tinieblas y sombras de muerte" (Lc 1,79). La realidad del dolor está transversalmente presente en todos los tiempos, en todas partes, en todos los pueblos y afecta a cada individuo, sin excepción. La causa de este mal es aquel acto libre del primer hombre que decide "ser como dios" (ver Gn 3,5), pero sin Dios, más aún, contra Dios, rechazando su amor y no queriendo amarlo con todo su corazón.
La consecuencia del rechazo de Dios está a la vista. La persona humana padece la desintegración de su ser, según palabras de San Pablo: "Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco" (Rm 7,15). El Salmista entendió la razón de este comportamiento: "Mira que nací culpable, pecador me concibió mi madre" (Sal 51,7).
El pecado original de nuestros primeros padres y el nuestro personal también desintegra la convivencia fraterna y la vida social. A mayor lejanía de Dios, más se deshumaniza la persona y la sociedad. Una y otra vez se repite la tragedia de que, si se rechaza a Dios, el hermano mata a su hermano: "Se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató" (Gn 4,8).
El rechazo de Dios es la última explicación de la cada vez mayor desintegración social, expresada en todo tipo de violencia, en el desenfreno moral, en la crisis de la familia y de la educación, en la delincuencia descontrolada.
¡Cuán cierto es que "si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigila los centinelas" (Sal 127,1). Como nunca se multiplican las medidas de seguridad para evitar la delincuencia: leyes más severas, aumento de dotación policíaca, más rejas y cámaras de seguridad..., pero, de igual modo, como nunca está desatada la delincuencia. Si Dios está ausente del corazón del hombre y de la sociedad, todo es en vano.
La solución a tan grave problema es sencilla y está a la mano: Volver de corazón al Señor, reconocer a Cristo como el único que puede quitar el pecado del mundo, sanar sus heridas en el hombre y devolvernos la vida divina que por el pecado habíamos perdido.
La celebración de Semana Santa es volver a poner en el centro aquel acontecimiento que cambió para siempre la tragedia de muerte del pecado en esperanza cierta de poder poseer vida eterna: Cristo, el Señor, con su muerte destruyó el pecado y la muerte y con su Resurrección nos dio vida eterna.
Hace treinta y seis años, San Juan Pablo II nos dijo esto mismo en su visita a Chile: "Miren al Señor... Al contacto de Jesús despunta la vida. Lejos de Él sólo hay oscuridad y muerte. Ustedes tienen sed de vida. ¡De vida eterna! Búsquenla y hállenla en quien no sólo da la vida, sino en quien es la Vida misma... ¡Busquen a Cristo! ¡Miren a Cristo! ¡Vivan en Cristo!".
Francisco Javier Stegmeier
obispo de la Diócesis de Villarrica
El 12 de octubre de 2021 se publicó en el Diario Oficial la modificación a la Ley de Tránsito, que castiga con mayor severidad las conductas al volante relacionadas a la manipulación de celulares y de otros dispositivos móviles que no son originales del vehículo.
La normativa aumentó las penas para quienes estén mirando su teléfono u otro aparato electrónico mientras manejan un vehículo. Se pasó a calificar esta acción como una infracción gravísima, equiparándola a no respetar una luz roja del semáforo o no detener la marcha en un disco Pare.
Esta importante modificación aumentó las multas de manera sustancial, con montos que van entre 1,5 y 3 Unidades Tributarias Mensuales (entre 94.00 y 188.000 pesos aproximadamente). Esto significa el doble de lo que con anterioridad estipulaba la ley. Al mismo tiempo, las sanciones pueden llegar a la suspensión de la licencia por un plazo de 5 a 45 días. Esto puede aumentar de 45 a 90 días en caso de reincidencia, es decir, dos infracciones gravísimas dentro de los últimos doce meses.
Carabineros y el Ministerio de Transportes acentúan sus campañas preventivas debido al incremento de los accidentes, para hacer entender a los conductores los peligros de utilizar el teléfono al momento de manejar, así como hacerlo bajo la influencia del alcohol.
Cualquier actividad que una persona realice con el vehículo en movimiento, que no sea conducir, como conversar continuamente, buscar direcciones, objetos dentro del automóvil, llevar animales sueltos, fumar, arreglarse el pelo, quitan valiosos segundos de concentración y ponen en riesgo la seguridad. Marcar un número en el celular puede tomar siete segundos, tiempo suficiente para que un vehículo que corre a 100 km/h avance 200 metros a ciegas. Si realiza una consulta a una de sus redes sociales, deja de prestar atención al camino durante aproximadamente 20 segundos, tiempo suficiente para recorrer 560 metros. Y si en esas condiciones se toma una selfie, el vehículo puede recorrer 400 metros con un conductor no atento, lo que genera las condiciones para un gran accidente.