"Se necesitan tierras por una cuestión muy simple: hay hambre en el pueblo mapuche"
A dvirtiendo que en este segundo proceso constitucional existe "marginación y exclusión política hacia los pueblos originarios respecto de la primera Convención", el temuquense mapuche Alihuen Antileo Navarrete, quien fue candidato a constituyente vía escaños reservados en el proceso anterior, vuelve a la papeleta indígena buscando "reivindicar derechos para los pueblos originarios por la vía de la institucionalidad".
La marginación a la que alude es porque en el proceso anterior hubo 95 candidatos y 17 escaños reservados para los pueblos originarios, mientras que ahora "las exigencias electorales" redujeron los candidatos a sólo dos (ambos mapuches), siendo Antileo uno de ellos.
Sabe bien que el desafío es cuesta arriba porque para salir electo, se necesitan aproximadamente 190 mil votos del padrón indígena a nivel nacional. Por eso su llamado es a "votar por la papeleta verde porque nadie mejor que nosotros conoce nuestras demandas. Si no sale ninguno de los dos candidatos indígenas, la señal política sería que como pueblos no tenemos cabida en el juego democrático y eso afecta el clima político para resolver los temas".
Es licenciado en Ciencias Jurídicas y asesor jurídico especialista en tema indígena. A los 13 años, emigró a Suiza, junto a familiares y su madre que había sido exonerada tras el golpe militar. "Salimos al exilio porque nadie en mi familia, que era Radical, tenía posibilidad de trabajar en Temuco", comenta.
Su familia nunca volvió a Chile, sólo él lo hizo el año 1986 impulsado por "mis deseos de participar del proceso de restitución de la democracia". En esa época militó en las Juventudes Comunistas, "pero al término de la dictadura me retiré y nunca más milité en un partido".
A comienzos de los años noventa ingresó a Admapu Metropolitano, "pero también terminé retirándome porque la hegemonía la tenía el PC".
A continuación creó un movimiento indígena autónomo de los partidos políticos, Meliwuitran Mapu, organización con la que desarrolló la marcha del 12 de octubre.
Con posterioridad, el año 1998, siendo asesor jurídico de las comunidades de Arauco Malleco que estaban en conflicto con los guardias forestales, se convierte en uno de los fundadores de la CAM, retirándose el año 2004, según indica, por "diferencias de método, roles y formas de lucha".
-¿Cuando era parte de la CAM estaba de acuerdo con los atentados?
- El mandato de los lonco era recuperar las tierras, pero a cara descubierta y, por lo tanto, la característica en sus inicios era la movilización. Todos los dirigentes daban la cara a la hora de reivindicar un predio, pero dado que hubo una disputa con los guardias forestales, la cual llevó a fracturas, lesiones, agresiones y envenenamiento del agua, la respuesta fue llamar a la autodefensa de las comunidades porque tampoco tuvimos respuesta de nuestras denuncias de parte de la autoridad política ni policial. Después de eso los guardias se retiraron y así fue como el movimiento mapuche tuvo un auge y se desarrolló, con el apoyo de los hogares estudiantiles. Lo que pasó después es que hubo acciones de sabotaje que no eran ordenadas por los loncos y así fue como el movimiento no avanzó en alianza y yo me retiré. Desde entonces nunca más tuve contacto con los hermanos de la Coordinadora.
- ¿Qué opina de la evolución violenta que tuvo la CAM y sus brazos (ORT)?
- Para garantizar el mayor número de derechos en la nueva Constitución es necesario participar y hoy la CAM no es representativa de la mayoría del movimiento mapuche que está por la vía legal e institucional. Estas organizaciones en cuanto a número no deberían ser más de dos mil personas.
-¿Pero es aceptable ese nivel de violencia?
- La violencia nadie la quiere, pero para eso se tienen que generar estos espacios constitucionales para canalizar las demandas y que se traduzcan en derechos y reconocimiento en la Constitución. Si logramos plasmar en la Constitución las demandas históricas de nuestro pueblo, gradualmente se va a disminuir el escenario de la confrontación. Esta confrontación existe porque no hay otro canal de participación y las demandas se han ido acumulando por décadas.
- ¿Qué le parece que la CAM sea declarada inconstitucional?
- Tengo la impresión que eso no va a tener efectos prácticos porque la Coordinadora ha hecho una declaración de que no participa de ninguna instancia institucional del país. Lo que tiene efectos es la decisión de un tribunal respecto de si lo que cometen son o no delitos. El efecto práctico para resolver el tema de seguridad en la zona es que se reconozcan los derechos ancestrales de nuestro pueblo, además del catastro y la restitución de tierras. Se necesitan tierras por una cuestión muy simple: hay hambre en el pueblo mapuche. Eso es lo que genera la movilización.
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"La violencia nadie la quiere, pero para eso se tienen que generar estos espacios (...) Si logramos plasmar en la Constitución las demandas históricas de nuestro pueblo, gradualmente, se va a disminuir el escenario de la confrontación".
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"El efecto práctico para resolver el tema de seguridad en la zona es que se reconozcan los derechos ancestrales de nuestro pueblo, además del catastro y la restitución de tierras".