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Exdiputado Sebastián Álvarez propone una "bandera azul" para la comuna de Pucón

ZONA LACUSTRE. Precandidato a la alcaldía asegura que es posible lograr este galardón, que trae enormes beneficios.
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Para conquistar millonarios mercados europeos, es necesario lograr certificaciones internacionales que exigen un esfuerzo de unidad y trabajo de protección del medio ambiente y el constante perfeccionamiento de la oferta turística.

"Estamos tan cerca que es una oportunidad que no podemos dejar pasar", afirma Sebastián Álvarez, exparlamentario, experto en turismo y coordinador del Proyecto Bandera Azul, quien de llegar al sillón edilicio de Pucón, plantea la necesidad de encontrar nuevos mercados y certificaciones como la Bandera Azul Ecológica.

Se trata de un galardón que desde 1987, organismos especializados de las Naciones Unidas otorgan anualmente, premiando el esfuerzo voluntario, trabajo en equipo y organización de la sociedad civil, en beneficio del medioambiente y la salud de la población. La condición de Bandera Azul fue concedida a las playas en más de 20 países de Europa, 4 de Oriente próximo, uno de Asia Oriental, 3 de África, 8 de América, uno de Oceanía y uno de Chile, en Cachagua.

Pero, obtener la concesión del distintivo Bandera Azul y su renovación que es anual exige el cumplimiento de normas sobre la calidad del agua, la seguridad, la prestación de servicios generales y la ordenación del medio ambiente.

"Mucho de lo exigido se puede realizar y existen esfuerzos que podemos perfeccionar en pos de esa meta, la que asegura un prestigio respetado internacionalmente, lo que comprobé en Europa donde observan con interés nuestra Región, existiendo todas las condiciones para levantar a mediano plazo una oferta turística y comercial robusta", afirma Álvarez.

Requerimientos

Lo primero que se requiere por parte del municipio es reforzar la información y educación ambiental, masificando el conocimiento de ecosistemas litorales, asegurándose que esto llegue a la población, así como las normas de cuidado de las playas, junto a un código de conducta que proteja el entorno.

En lo que respecta a la calidad del agua, se debe alcanzar un excelente nivel, sin vertidos industriales o basuras, existiendo un compromiso oficial de las autoridades para el tratamiento de aguas residuales, algas y vegetación.

La gestión ambiental se inicia con la creación de un Comité de Gestión de la Playa, responsable de la marcha y seguimiento de los métodos, actividades y del desarrollo de inspecciones o auditorías ambientales a las instalaciones del balneario. Mientras, el municipio debe hacer valer un plan de desarrollo y ordenación del territorio para su zona litoral, considerando en la playa la aplicación de toda la normativa, así como la mantención especializada de su aseo y la existencia de sanitarios sin vertidos incontrolados, con prohibición de camping, vertido de basuras o circulación de vehículos, control de animales y mantención de edificios y servicios en la playa.

La corporación edilicia debe además fomentar el uso de la bicicleta cerca de las playas, el acceso a pie o el transporte público.

La seguridad y servicios van de la mano con la presencia de socorristas acreditados durante la temporada estival, teléfonos públicos, correcta señalización de zonas de control específicas de actividades incompatibles con el baño, equipos de primeros auxilios, planes de emergencia local, accesos fáciles, inclusivos y seguros, vigilancia permanente, puntos de agua potable, y todo expuesto en un plano público de ubicación.

"Puedo asegurar que este proceso tiene varias aristas; nos une a todos, a la municipalidad, las organizaciones sociales, los empresarios, la capitanía de puerto, a toda la comunidad. Por ello exige educar a la gente para mantener la certificación en el tiempo ya que nos promueve internacionalmente como destino a un mercado de mayor poder adquisitivo, algo que hemos perdido en los últimos años, y que la gente de la zona lacustre nos ha señalado. Además atrae un beneficio medioambiental, de la mano de un beneficio económico, es la rentabilidad del atractivo sobre el turismo local. Y tan importante como lo anterior, exige al Estado chileno acelerar el Plan Medioambiental para el lago Villarrica que desde hace más de un año se encuentra en etapa de consulta indígena, asignar fondos y fijar plazos para un proceso que es para nosotros crucial, y por ello, nos comprometemos públicamente en una futura gestión edilicia, a lograr una Bandera Azul para Pucón.

"A quienes les interese este desafío, les invitamos a escribir a siempreenterreno8@gmail.com o bien al WhatsApp +56932443239", indicó Sebastián Álvarez.