Carabineros
De lo mucho que se ha escrito y dicho en las últimas semanas sobre Carabineros de Chile y la crisis de seguridad que vive el país, tal vez la opinión más interesante ha provenido de un alto oficial en retiro y actual académico universitario, el coronel Daniel Soto. En reciente entrevista con La Segunda puso varios puntos sobre las íes. Lejos de los políticos vociferantes que claman por desregular aún más el actuar de Carabineros, Soto apuntó, en primer lugar, a la responsabilidad del Alto Mando de la institución por la crisis de legitimidad que los afectó en los últimos años. He allí, señaló, el origen de muchos de los problemas que enfrentan sus funcionarios en la calle.
Demasiado rápido parecen haberse olvidado en Chile vergonzosos casos como el megafraude en Carabineros -el llamado "PacoGate"- y su consiguiente desfile de generales y coroneles por los tribunales de justicia. También escándalos operativos como la Operación Huracán, montaje acontecido en La Araucanía y que tiene imputados nada menos que al entonces jefe de Inteligencia de Carabineros, además de otros altos oficiales, mandos medios y funcionarios por una serie de graves delitos contra la fe pública. También a civiles como el excéntrico profesor Smith, personaje digno de comedia.
"La pérdida de legitimidad de Carabineros se ha producido no por el trabajo de los funcionarios que están en la calle, va de la mano del Pacogate, de la Operación Huracán, el caso Catrillanca y el fraude de los gastos reservados. Esos casos hicieron que los carabineros perdieran seguridad en las calles", subrayó el alto oficial en retiro. Como consecuencia de ello "hoy vemos reacciones violentas que pueden afectar su vida porque hay menos respeto y colaboración de la ciudadanía con la autoridad", agregó, apuntando sus dardos contra los altos mandos hoy imputados por la justicia.
¿No es culpa entonces del llamado "perro matapacos" o del octubrismo como denuncian a coro políticos de diverso signo ideológico? A juicio de Soto, en absoluto. "Muchas de las referencias a la autoridad policial [en el estallido social] eran parte de un cuestionamiento al Estado, mucha de la iconografía octubrista alude a la policía con el propósito de cuestionar al poder más que a Carabineros. Entonces, no creo que el perro matapacos incite a matar Carabineros, aunque por supuesto no falta el pelotudo que se lo toma literal", subrayó. Tampoco, a su juicio, se trataría de resolver la actual crisis de seguridad con más atribuciones para la policía. "La ley Nain-Retamal pone la carreta delante de los bueyes. Primero deberíamos saber cuáles son los criterios para emplear la fuerza, saber cuándo está bien y cuando está mal, no podemos partir imaginándonos que siempre se hará correctamente", señaló.
No son nuevas leyes las que protegerán a los Carabineros de la delincuencia, aclara, si no una mejor formación, entrenamiento y equipos acordes a los tiempos actuales. En esto último, advierte Soto, la crisis es total.
"Hay un entrenamiento deficiente, casi inexistente, además de formación irregular en los contenidos porque hay distintas escuelas de formación a lo largo del país. Cuando el carabinero egresa no tiene competencias como agente de policía y el déficit más grande es en las técnicas de uso de la fuerza: defensa personal, uso de armas de fuego o abordaje de vehículos", puntualizó. Es la lúcida voz de alguien que estuvo 26 años en Carabineros y, lo más importante, que no busca votos ni acarrear agua para su molino. Escuchémoslo.