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Hurón Magma: adiós al más "hermanable" de todos los poetas del sur

LEYENDA. La muerte del conocido escritor temuquense conmovió al estrecho mundo local de las letras, que esta semana lo despidió con pesar en el cementerio de Cunco, donde vivió casi tres décadas.
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Esta fue una semana para no olvidar, en la que comenzamos despidiendo al más sencillo de todos los poetas vivos en esta pequeña jungla de "pacíficos" poetas.

El poeta Luis Edgardo Añazco, conocido por todos como el "hermanable" Hurón Magma, falleció el pasado domingo 9 de abril en el Hospital de Cunco, a los 61 años, tras sufrir un accidente cerebro vascular que lo mantuvo en coma casi una semana.

Sus funerales se realizaron el martes 11 en el mismo Cementerio de Cunco, ciudad en la que se radicó hace 30 años y donde se desempeñaba como funcionario del municipio local.

Así fue como pocas veces el camposanto de aquella pequeña comuna había sido escenario de un sepelio tan concurrido como el de Hurón Magma, en donde los oradores cumplieron con destacar las virtudes del poeta y leer su poesía.

Sus inicios

Nacido en 1962 en la comuna de Lago Ranco, fue en la década de los '80 cuando el adolescente Luis Edgardo Añazco, alumno del Liceo de Hombres de Temuco, comenzó a destacar como poeta en el recién creado taller Pewma. En aquellos años, Magma comenzó también a publicar sus primeras creaciones en la revista "Poesía Diaria" creada por otros dos jóvenes valores, Guido Eytel y Elicura Chihuailaf.

Pero no fue hasta 1985 que publicó su primer poemario, "Palomas de lluvia", al que siguió en 1987 "Bajo otro cielo". De los últimos títulos recordamos "El árbol de los sueños" y "Los cuentos de Ariadna", "Si mañana llueve" y "Y después el silencio", último texto que su casa editora Bogavantes presentó públicamente el pasado sábado 1 de abril, una semana antes de sufrir el accidente.

Luego se produjo lo que desde entonces se esperaba. El diagnóstico médico no dejaba lugar a dudas y el pasado domingo se produjo la partida del poeta amigo y "hermanable".

Seis visiones del poeta

Aquí está la imagen de Hurón Magma en la expresión de sus "hermanables" más cercanos.

Débora Concha, poetisa, señala que "tuvimos muchas veces a Hurón aquí en Carahue, en presentaciones de alguna obra suya o en lecturas de poesía, siempre rodeado de un misterio extraño. Lo primero que conocí de él fueron Los Cuentos de Ariadna, un conjunto de poemas profundos que te trasladaban al campo y te metían en un laberinto de bosques. En el caso de Ariadna, parecía un ser que, aunque estaba presente en la lectura era como de otra dimensión. En mi caso, como que no aceptaba que Ariadna fuese un misterio, pero era un misterio muy bonito".

"A todos nos decía hermanable, pero él también era compartible", apunta la poetisa, quien agrega que "era piropero y muy galán. Eres una hermosa mujer, me decía".

Luis Riffo, poeta y editor, apunta que "fue doloroso ver como la vida se le iba apagando, ya que la nuestra fue una relación muy larga y estrecha, desde que nos conocimos en el Taller Pewan en los años '80... Hurón fue uno de mis mejores amigos y de una generosidad muy difícil de encontrar. Son muy pocas personas las que pueden generar ese tipo de afecto, en el que nuestro amor por la poesía fue una de las razones de nuestra amistad. Fuimos bastante sinceros respecto a lo que hacíamos, y eso nos permitió sostener una amistad tan larga".

Carlos Valverde, fotógrafo, señala que "el recuerdo que más atesoro es cuando le tomé unas fotos para su libro Si Mañana Llueve. Fue una sesión en mi casa y me llamaba la atención su paciencia frente a la cámara, muy sereno, muy buena persona, buen escritor y mejor persona. Le tomé una foto en la calle, las últimas, y esas fueron las mejores, con las que quedó feliz porque al poco tiempo me regaló su libro con una dedicatoria que decía 'A Carlos Valverde, atrapador de sueños' y me llamó la atención la facilidad para escribir algo tan hermoso en dos líneas. No se esforzada nada. Me hubiese gustado conocerlo más. Me caló muy hondo su muerte…".

Ricardo Herrera, poeta, indica que "Hurón me deja la impresión de haber sido uno de esos escritores clásicos, a la antigua, de esos poetas que escribían pero al mismo tiempo hacían extensiva su poesía hacia su propia vida, que mantuvo una fidelidad increíble a una misma estética desde su primer libro hasta el último, y que no le tenía miedo a las influencias de la poesía lírica, social o política. Y lo reconocía".

"Era un poeta que recogía lo mejor que viene de Juvencio Valle, de Teillier, era capaz de hacer una síntesis muy personal de todas aquellas corrientes…", señala Herrera.

Jorge Riquelme, pintor, señala que "por intermedio de Ricardo Herrera conocí su obra, algo de su trabajo y quedé impresionado, me gustaron sus cuentos. Quedé maravillado, incluso me pidió unos dibujos respecto a ese texto y nunca le dije ni sí ni no. Es un tremendo poeta que se va pero queda su maravillosa poesía, y yo lo recuerdo como un tremendo ser humano, sensible y humilde".

"La pérdida de una persona que uno conoció produce mucho dolor, y más en el caso de Hurón que fue un tremendo poeta", acota el pintor, quien agrega que "realmente, la poesía que se está haciendo en Chile es hermosa, pero la de Hurón era humana, personal, desde el interior, y quedan muy pocos poetas como él…".

Rodolfo Nome, actor, señala que "yo tuve el privilegio de ser su amigo y hasta de decirle que tenía el corazón como un pan amasado, el sentido de que era una persona sencilla, un hombre bueno, por lo que evidentemente su vida estuvo rodeada de buenas cosas".

"Aclaro que yo pongo esta imagen en el sentido de que el pan amasado es algo noble, además que una de las últimas incursiones en su vida para ganarse el pan diario fue, precisamente, la de panadero", apunta Nome, quien agrega que "desde lo personal, puedo decir que fue un buen hombre, que como poeta reflejaba una coherencia absoluta entre el hombre que escribe y su obra, que corresponde a casos que no siempre se encuentran. Por algo fuimos amigos durante más de treinta años…".

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"A todos nos decía hermanable, pero él también era compartible. Era piropero y muy galán. Eres una hermosa mujer, me decía".

Débora Concha,, poetisa

Un "poeta bueno"

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"Una vez muertos todos los hombres son buenos", dice un antiguo pensamiento popular para referirse al que se fue arrastrando todas las cargas y culpas de su vida. Pero el caso de Hurón Magma es la excepción avalada por la expresión de todos quienes le conocieron y coincidieron en calificarlo como "un poeta bueno". Y es que para Hurón ser "bueno" era parte de su poesía, según los poetas que compartieron con él… Por ello es que su masiva despedida en el camposanto de Cunco no fue con pesar, sino con el agradecimiento que otorga el privilegio de haberlo conocido y de haber compartido los silencios de su vida…