
"Hoy no aprobaría un nuevo texto constitucional, por la falta de temas fundamentales"
CORE CARRASCO. "Desgraciadamente, la opinión de las regiones no ha sido considerada, lo que en cierta forma quita legitimidad a todo el proceso que se lleva adelante, por lo que sugiero una mayor apertura en el tiempo que queda", dijo el consejero regional Marcelo Carrasco.
"Nuestro país está en un momento en el que se plantea la necesidad de redactar una nueva Constitución que aborde diversas demandas sociales que han surgido en los últimos años y, en este contexto, uno de los temas centrales debería ser la descentralización y la autonomía regional. Sin embargo, esto no se está desarrollando como nos habría gustado, por lo que hoy no aprobaría dicha propuesta constitucional".
Así lo expresó el consejero regional, Marcelo Carrasco, quien planteó algunos temas que estima deberían estar presentes. Primero, dijo, "una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones, ya que esto permitirá que las políticas públicas se ajusten a las necesidades y características específicas de cada territorio, evitando la imposición de soluciones homogéneas, que no siempre son efectivas".
Lo segundo, prosiguió, "es el reconocimiento y respeto a la diversidad cultural y territorial, ya que Chile es un país diverso, pero la concentración de poder en la capital nacional ha llevado a la invisibilidad de las distintas realidades y necesidades de las regiones".
Gestión
El consejero Carrasco estima además que el fortalecimiento de las capacidades de gestión regional podría implicar la transferencia de competencias y recursos a los gobiernos regionales, para abordar con prontitud y conocimiento áreas claves, como la seguridad pública, gestión de emergencias, educación, salud, y desarrollo económico, entre otras.
"Se hace necesario también el aumento de la inversión en infraestructura y servicios públicos, lo que ayudaría a reducir las brechas territoriales existentes en el país", señaló el core.
Junto con ello, propone el fomento del desarrollo económico regional, lo que permitiría, por ejemplo, incentivar la creación de empleo, el emprendimiento y la innovación en los territorios. "Esto permitiría a las regiones aprovechar sus ventajas comparativas y desarrollar estrategias de crecimiento económico sostenible", señaló.
Para que todo lo anterior funcione adecuadamente, indicó Carrasco, se requiere mejorar la calidad de la gestión pública y aquí la descentralización y la autonomía regional darían lugar a una mayor fiscalización y control ciudadano.
Legitimidad
Por otra parte, Carrasco estima que se debe incrementar la legitimidad y representatividad política. "Al tener la capacidad de elegir a sus representantes y contar con un mayor grado de participación en las decisiones que afectan sus territorios, los ciudadanos se sentirían más involucrados, lo que podría contribuir a disminuir la desconfianza y el descontento social", manifestó.
Agregó que se debería considerar, además, reducir la congestión y la sobrepoblación en Santiago. "Al fomentar el desarrollo e inversión en otras regiones del país, la descentralización y la autonomía regional contribuirían a reducir dicho problema, generando dos situaciones virtuosas: mejorar la calidad de vida en la capital e impulsar el crecimiento económico y social en otras áreas del país", apuntó Carrasco.
En la misma línea, indicó, "hay que fortalecer la cooperación interregional, especialmente en temas de interés común, como el medioambiente, la infraestructura y el desarrollo económico. Esto generará sinergias y un desarrollo más equilibrado y sostenible del país".
Por último, expresó el consejero, "proponemos un Estado unitario, pero de verdad descentralizado, que asegure un desarrollo equitativo y seguro. El problema es que el proceso ha sido tan cerrado y circunscrito a un grupo de expertos designados, que ninguna de las materias planteadas, están siendo abordadas en el futuro texto, lo que nos lleva a plantear que hoy no hay ninguna razón para votar favorablemente en este nuevo proceso constitucional".