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"Hoy, trabajamos en la creación de un protocolo de buenas prácticas para los espacios culturales"

Pocos días faltan para la celebración del Día Nacional del Teatro, de cara a esta efeméride cultural, el presidente del sindicato en la Región analiza el estado de la actividad y del gremio. Desde lo propositivo, el dirigente anuncia la creación de un protocolo para mejorar las condiciones de trabajo en espacios culturales y destaca el valioso aporte que hacen los proyectos independientes al crecimiento y a la libertad creativa del sector.
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El próximo 11 de mayo se celebra en Chile el Día Nacional del Teatro. De cara a la efeméride, el sindicato regional de trabajadores de las artes escénicas, Sidarte Araucanía, a través de su presidente, Jaime Silva Díaz, se toma un tiempo para reflexionar sobre el estado de la actividad en el territorio, el valioso aporte de los proyectos independientes, la relación con la institucionalidad pública, el peso del centralismo y la gestación de propuestas colectivas para mejorar las condiciones de trabajo.

- Jaime, ad portas del Día Nacional del Teatro 2023, ¿cómo encuentra esta efeméride a la actividad teatral de la Región?

- Para el sindicato siempre este es un momento de celebración, por supuesto, de marcar un hito en relación a lo que hacemos, pero también es un momento de reflexión en torno a cómo estamos, cómo está el trabajo que realizamos en términos laborales y creativos, cómo están las condiciones en las que desarrollamos la actividad y qué tanto hay. De hecho, este año, hoy, trabajamos en lo que será la creación de un protocolo de buenas prácticas para los espacios culturales. Es algo necesario, porque la pandemia nos obligó a sobrevivir y, luego de un año de mayor normalidad, estamos tratando de reactivar la actividad y volver a dialogar con los espacios donde desarrollamos el teatro respecto de cómo convivir, lo que va desde los términos más básicos a los más complejos.

- En lo esencial, ¿a qué apunta ese protocolo?

- Es poder llegar a acuerdos mínimos de convivencia en relación a los contratos, a los valores mínimos, a las condiciones mínimas que debe tener un espacio para ciertos montajes y la diferencia que existe entre uno y otro, porque los espacios culturales se van renovando constantemente en cuanto a las personas que están a cargo y eso hace necesario renovar confianzas y dialogar respecto de lo que se hace; para que se entienda el trasfondo de nuestra actividad.

- Y ¿cómo está el teatro a nivel gremial?

- Como gremio siempre estamos tratando de articular y de no soltar el trabajo que hemos venido realizando todos estos años. Pero también, como recibimos siempre nuevas personas, hay una suerte de oxigenación (…), lo cual es muy necesario. De hecho, existen compañías de la Región Metropolitana que se han venido a La Araucanía y está bueno recibir nuevas miradas acerca de lo que vamos haciendo. Eso le da dinamismo a nuestra actividad.

- En cuanto al "hacer", ¿qué sucede con el desarrollo de la actividad teatral en los distintos territorios de la Región?

- Creo que esto va dependiendo de acuerdo a la actividad política, de lo que va pasando en los propios territorios, va de acuerdo a las demandas que van teniendo en arte y cultura, en cuánto invertir y, a lo mejor, no invertir desde sus propios recursos municipales, sino desde la postulación a fondos o la posibilidad de trabajar colaborativamente. Creo que esa necesidad de tener el arte y el teatro como una herramienta de transformación positiva para los territorios y de reflexión va mutando. Lamentablemente, sigue pesando el centralismo. Por ello, desde el sector, siempre tratamos de llegar a los lugares donde falta más arte.

- Y hoy, ¿cómo se expresa la relación entre el gremio y la institucionalidad cultural?

- Siempre estamos atentos, porque lamentablemente siempre hay cambios. De hecho, hoy tenemos un segundo seremi de las Culturas recién nombrado. Antes teníamos una buena relación con Jeannette Paillan. Ahora, tenemos que conocer el nuevo seremi. En general, la relación con la institucionalidad pública se ha centrado en dejar de hablar sólo de los fondos y abordar más las políticas culturales, porque sabemos que los fondos siempre son escasos y las demandas son muchas; por lo mismo, hay que establecer políticas donde se pueda generar soluciones de forma colaborativa. Tratamos de ser propositivos respecto de lo que puede pasar (…). Hoy, seguimos insistiendo en mejoras que se pueden hacer y en esa línea haremos ahora la elaboración del protocolo de buenas prácticas.

- En cuanto a los espacios y proyectos independientes, hay experiencias que destacan porque van abriendo caminos posibles para el desarrollo del arte, como ocurre con Espacio Txawün y Fundación Trashumantes. Jaime, ¿cómo se comporta la Región en este sentido?

- Por suerte, han ido creciendo los espacios independientes, también las organizaciones que van haciendo crecer la gestión cultural desde las artes escénicas, específicamente desde el teatro, aunque pasa también con la danza y el circo. Estos espacios independientes, al ser gestionados por profesionales que son conocedores del tema, ayudan a profesionalizar y a mejorar la actividad que existe en los distintos territorios.

- En el ámbito más personal, ¿qué proyectos de gestión o artísticos te mueven hoy como actor?

- Estoy de lleno trabajando con la Agrupación Cultural En Tránsito. Ese es el lugar en el que estoy. Nuestro proyecto principal es el Espacio Txawün, que es un laboratorio de creación e investigación artística, que es un proceso que ahora se está valorando mucho, porque la investigación o la reflexión era una etapa de la creación a la que poco se le daba crédito (…). Hoy, cada vez más se permite un tiempo de reflexión para lo que se está haciendo. Entonces, tener espacios para que los artistas puedan crear y no tener que depender de una sala prestada va mejorando las condiciones. Diría que este es mi mayor proyecto, poder profundizar la experiencia creativa. Y bueno, como organización nos enfocamos en distintas líneas. Es así como nuestra compañía siempre está llevando obras teatrales a diferentes escenarios y también nos enfocamos en la producción, de hecho, el año pasado trabajamos en la mediación artística con programación en las escuelas. Esa es la forma en que nos gusta trabajar: abarcando distintas de líneas de acción.

"La pandemia nos obligó a sobrevivir y, luego de un año de mayor normalidad, estamos tratando de reactivar la actividad y volver a dialogar con los espacios donde desarrollamos el teatro respecto de cómo convivir, lo que va desde los términos más básicos a los más complejos".