Frases
"Esto es como el Far West, pero sin sheriff. Aquí la ley no importa, parece que el gobierno abandonó La Araucanía".
Andrés Jouannet,
"Usábamos mucho el hacha; muchas veces ocupamos carretones tirados por caballos".
Jorge Mardones Ceballos,
"Esto es como el Far West, pero sin sheriff. Aquí la ley no importa, parece que el gobierno abandonó La Araucanía".
Andrés Jouannet,
"Usábamos mucho el hacha; muchas veces ocupamos carretones tirados por caballos".
Jorge Mardones Ceballos,
Informes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han dicho que Chile es el país latinoamericano con los índices más altos de ingesta de alcohol per cápita. Existe un consumo anual de 9,6 litros de alcohol por persona. Si bien los hombres son mayores consumidores, con 13,9 litros al año, las mujeres han avanzado rápidamente, para llegar a 5,5 litros.
Triste récord el de nuestro país, con cifras bastante superiores al promedio mundial de 6,2 litros de alcohol puro per cápita. La OMS habla de alcohol puro para poder comparar entre países, dado que en algunas naciones la ingesta de cerveza, si bien es alta, tiene menos graduación que el whisky.
La situación respaldada por otro estudio de la Asociación Chilena de Seguridad y la Universidad Católica de Chile, con encuestas realizadas a personas entre los 21 y 68 años, en abril de2020, noviembre de 2020 y abril de 2021, mostró que el consumo de alto riesgo es mayor en personas de 21 a 44 años.
Hay estudios realizados en Chile, como los de la Asociación Chilena de Seguridad, respecto de la incidencia del alcoholismo y el abuso de las drogas en el ambiente laboral. El ausentismo y los accidentes del trabajo son parte de eso. Se estima que los costos directos e indirectos de los accidentes del trabajo en Chile llegan a 3.000 millones de dólares por año. No es casualidad entonces que la seguridad social haya pasado a ser un tema de primer orden en todo el mundo, porque financiar sistemas que se hagan cargo eficientemente y a un costo razonable de toda la cadena que ello implica -prevención, curación y rehabilitación- resulta un desafío cada vez mayor.
Chile es un país altamente vulnerable a las emergencias climáticas, prueba de ello son los múltiples fenómenos meteorológicos adversos que suelen golpear a nuestra Patria, como las sequías, los incendios forestales, los aluviones y los terremotos. Ahora, apenas iniciado el invierno, un sistema frontal con lluvias torrenciales han provocado nuevamente grandes inundaciones, en gran parte de la zona central y sur del país. Nuestra Iglesia diocesana a través de la Pastoral Social y Cáritas, siempre atentos al mandato evangélico de amar al prójimo y ayudarles a llevar esta pesada cruz, nuestros hermanos, nos uniremos a la campaña nacional "por un invierno solidario", disponiendo de mecanismos que permitan brindar ayuda rápida y eficaz ante esta contingencia, adhiriéndose así a la iniciativa de Cáritas Nacional.
Como diócesis además nos uniremos en la oración, pidiéndole al Señor por las familias que lo han perdido todo, así manifestar nuestra solidaridad, a estos hermanos y hermanas que están sufriendo por esta lamentable catástrofe. Por lo tanto, necesitamos escuchar con más atención y hondura las palabras de Jesús. No quedará sin recompensa ni siquiera el vaso de agua fresca que sepamos dar a un pobre sediento. Sencillamente, "un vaso de agua fresca": una sonrisa acogedora, una escucha sin prisas, una ayuda a levantar el ánimo decaído, un gesto de solidaridad, una visita, un signo de apoyo y amistad.
Quizás uno de los hechos más positivos y esperanzadores de nuestra sociedad es, sin duda, el crecimiento del voluntariado social. Son cada vez más las personas que han dedicado su tiempo y servicio gratuito a servir a su prójimo. Es admirable la vocación de solidaridad del pueblo de Chile. La mirada del futuro voluntario se detiene sobre el sufrimiento, la marginación de los problemas de tantas personas necesitadas de apoyo y compañía. En su corazón se despierta el deseo de "hacer algo" para aliviar el sufrimiento. El voluntario no da cosas, se da a sí mismo. Ofrece su persona, sus cualidades, su tiempo libre. En su vida hay un tiempo que es para los demás. El voluntario no busca retribución alguna, actúa movido solo por un amor desinteresado. El voluntario no trabaja de ordinario solo ni de forma esporádica. Sabe que su servicio será más eficaz, en la medida que ayudemos a llevar la cruz al hermano que sufre; y así poder aliviar el dolor humano, que se vive en estas circunstancias.
También como Diócesis y junto a toda la comunidad diocesana, nuevamente lamentamos y expresamos profundamente nuestro dolor por el incendio que destruyó la madrugada del viernes 30 de junio, a la capilla Santa Rosa de Lima del sector de Alto Quino y que pertenece a la parroquia San Francisco de Asís de Selva Oscura, comunidad que es víctima por tercera vez en el presente año, de una nueva destrucción de una capilla, provocando mucho pesar en la comunidad diocesana. Por eso seguimos orando por nuestra gente, nuestra tierra, invocando a San Francisco de Asís, que dijo: "Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio siembre yo amor; donde haya ofensa, perdón; donde hay duda, fe; donde hay desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, alegría", por eso reiteramos el llamado a la paz y unidad, para nuestro pueblo, su gente y comunidades. ¡Que tengan un bendecido domingo!