Finalmente el presidente Gabriel Boric dio el vamos al trabajo de la Comisión para la Paz y Entendimiento, instancia que deberá abocarse a realizar un catastro para la restitución de tierras mapuche y así dar una respuesta estatal definitiva a una demanda de creciente conflictividad. Más allá del simbolismo de la fecha elegida para el anuncio -el Día de los Pueblos Indígenas- lo importante pareciera ser la composición de dicha instancia y el compromiso suscrito por todos los partidos políticos, desde comunistas a republicanos, de respaldar su trabajo y, llegado el momento, votar a favor sus recomendaciones en el Congreso Nacional.
En lo relativo a su composición, consta de ocho miembros pertenecientes a sectores políticamente transversales, entre ellos dos de los principales impulsores del diálogo como vía de abordaje al conflicto en administraciones pasadas: el senador Francisco Huenchumilla y el exministro de Sebastián Piñera y reconocido líder gremial, Alfredo Moreno. Nadie duda que sobre los hombros de ambos descansará el mayor desafío no declarado de la Comisión, esto es, la búsqueda de una salida política al conflicto que desangra nuestra convivencia hace décadas. Un desafío no menor considerando que, desde octubre de 2021, Biobío y Araucanía se mantienen bajo estado de excepción constitucional y presencia militar permanente.
"No estamos partiendo de cero", subrayó el presidente Boric en su discurso en La Moneda. Hace bien el mandatario en recordar los esfuerzos anteriores. El suyo, sin ir más lejos, será el cuarto intento del Estado, desde el retorno a la democracia en 1990, por un abordaje político al conflicto en Wallmapu. El principal de aquellos intentos fue la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato bajo el gobierno de Ricardo Lagos y que presidió el expresidente Patricio Aylwin (2001 y 2003). Muchos lo desconocen, pero en sus sendas recomendaciones al Estado se halla el antecedente directo del actual intento de Boric. Lo señala expresamente en su Informe Final, página 572, en lo referido a "Propuestas y Recomendaciones Relativas a la Situación de las Tierras Mapuches".
Cito textual: "Es opinión de la Comisión que deben generarse mecanismos de reparación y de restitución de las tierras mapuches cuando hubiere mérito para ello. La Comisión adquirió la convicción que las comunidades indígenas han perdido parte del dominio que, en su hora, les fue reconocido mediante titulación y que las circunstancias fueron en muchos casos ilegales […] Se trata de situaciones en las que el propio Estado tuvo responsabilidad al no brindar mecanismos de protección de esos títulos". Pero dicha Comisión fue más allá del mero diagnóstico. A renglón seguido recomendó al Estado, de manera formal, constituir una Corporación de Reparación tendiente a dotar al Estado de un mecanismo institucional de restitución de tierras.
Serían competencias de esta Corporación "hacer el catastro de las reclamaciones de tierras mapuche que se le presenten y determinar, con base en dichas indagaciones, los casos en que procede que el Estado restituya y/o compense aquellas pérdidas de tierras". No solo eso. Respecto a los mecanismos de restitución de tierras en manos de particulares, se recomendaba favorecer la conciliación y los acuerdos transaccionales entre los interesados, pero, no habiendo tal acuerdo, "debía procederse a la expropiación de las tierras al ser consideradas de utilidad pública o de interés nacional". Que tomen nota de ello los actuales comisionados.