Frases
"Una muestra más de que las alianzas público privadas son parte del motor del desarrollo regional".
Luciano Rivas,
"Creemos que tenemos equipo para ascender".
Román Cuello,
"Una muestra más de que las alianzas público privadas son parte del motor del desarrollo regional".
Luciano Rivas,
"Creemos que tenemos equipo para ascender".
Román Cuello,
Si bien el balance realizado por Carabineros tras las Fiestas Patrias de este año fue positivo en relación al del año pasado, en el sentido de que las víctimas fatales fueron menos que las registradas en 2022, lo cierto es que hay varias conclusiones que dejan en evidencia preocupantes datos, donde se deben apuntar los esfuerzos si es que se quiere disminuir la accidentabilidad.
Ello porque es alarmante que todavía exista un importante porcentaje de chilenos que no rechace categóricamente la idea de conducir un vehículo motorizado en estado de ebriedad. Esto porque, de acuerdo a los resultados que arrojó la encuesta de Aprocor y Cadem, efectuada en septiembre, 1 de cada 3 chilenos considera "socialmente aceptable" manejar bajo los efectos del alcohol, incluso un 40% manifestó tener cercanos que conducen ebrios durante las celebraciones.
En cuanto a los datos entregados por Carabineros tras las celebraciones, entre el viernes 15 y el martes 19 de septiembre se registraron 829 accidentes de tránsito con 591 lesionados y 25 fallecidos; 15 menos en comparación al año pasado. Además, se detuvo a 670 personas, de las cuales 124 conducían pese a haber bebido alcohol.
Se trata de datos que son preocupantes, ya que todos los esfuerzos logísticos que se desarrollen para evitar accidentes de tránsito en las carreteras, movilizando a personal de Carabineros, tecnología y además funcionarios de otras reparticiones públicas en labores de fiscalización, lo cierto es que si no media una mayor responsabilidad por parte de los conductores y una real toma de conciencia de que si se bebe alcohol no se debe conducir, los accidentes de tránsito seguirán ocurriendo.
Se decía que antes de la legalización del aborto, en Chile el número de abortos llegaba a trescientos mil por año. En seis años tendrían que haber sido un millón ochocientos mil. Pero el Ministerio de Salud señala que al 14 de septiembre de 2023, seis años después de la promulgación de la ley, se han practicado 4.272 abortos, es decir, un 0,23 % de lo presupuestado. Son datos disponibles en internet, los supuestos y los reales.
¿Por qué esta abismal diferencia? Porque la primera cifra no tenía sustento científico, en cambio la segunda cifra corresponde a estadísticas serias. Chile ha alcanzado niveles de salud materna comparables a los países más desarrollados, superando incluso a Estados Unidos. Esto significa que ser madre es muy seguro.
El 5 de octubre de 2017 fue un día trágico para Chile, pues se practicó el primer aborto legal. Causa mucha tristeza saber que un niño en gestación, cuyo proceso natural conduce al nacimiento, sea eliminado. El niño en el vientre de la madre es un ser vivo que siente. Experimenta tranquilidad en un entorno armonioso, en el que prima el afecto y el cariño. En cambio, se estresa cuando tiene la sensación de agresividad y violencia. Siente placer en el cálido nido que lo cobija y alimenta. Pero al darse cuenta que su vida corre peligro cuando se le intenta matar reacciona con horror, en un intento desesperado e inútil de huir. Y sufre, como lo haría cualquiera de nosotros, cuando lo descuartizan, se le succiona o se le aplica algún químico.
Quien está siendo gestado, a partir de la concepción, es alguien, es un ser humano, es una persona. Es un niño, un hijo, una guagüita. Basta ver una ecografía para darse cuenta de esto. Con razón el Concilio Vaticano II señaló que "el aborto y el infanticidio son crímenes abominables" (Gaudium et spes 51). Nada justifica matar a una persona inocente, indefensa y frágil.
El drama del aborto de un niño lleva a pensar en el drama de la madre. Se sabe que en la mayoría de los casos, ella decide matar a su hijo presionada por un contexto vital vulnerable. La madre es también una víctima del aborto. Con ella hay que ser acogedores y comprensivos.
La cultura integral de la vida debe promover un contexto social justo que asegure a todas las mujeres la alegría de saber que ha engendrado un hijo y que se siente apoyada por todos en su embarazo, más todavía si es vulnerable. Ella debe percibir que no se la ve como "un caso de embarazo problemático", sino como una madre y un hijo a quienes hay que querer y ayudar.
La cultura integral de la vida suscita en favor de la madre y de su hijo instancias de redes de acompañamiento familiar, espiritual, médico, psicológico, económico y social. Cuando se da este contexto de cariño y apoyo, una madre quiere tener a su hijo.