"Queremos participar de la matriz productiva de la Región"
Participar de las políticas públicas y de la matriz productiva de La Araucanía, así como conocerse para combinar esfuerzos, son los grandes objetivos de esta la instancia colectiva que coordina esta diseñadora, quien cree en las capacidades, el potencial y la historia creativa de esta región del sur de Chile.
Diseñadora, académica y socia fundadora de Sin Cabeza Agencia Cooperativa, es la coordinadora de la Mesa Araucanía de Economías Creativas, Martiza Diéguez San Martín, vocera de un esfuerzo público-privado creado en 2019 que trabaja para levantar los emprendimientos regionales del diseño, el cine, el teatro o la animación, entre otros, para llevarlos al siguiente nivel.
Dos objetivos fuertes marcan los primeros pasos de este esfuerzo colectivo, participar de las políticas públicas y participar en la matriz productiva regional para algún día convertirse en industria. Por lo pronto, al año 2023, según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII) existen mil 814 empresas que pertenecen a la llamada industria creativa en la Región, y para despegar los pies del suelo y soñar, opina Diéguez, "necesitamos conocernos cada vez más".
- Maritza, para entender mejor, ¿quiénes conforman esta mesa de economías creativas?
- Somos una instancia de colaboración. Aún no estamos formalizados. Somos 20 asociados fijos, entre organizaciones públicas y creativos, aunque cuando convocamos a reuniones ampliadas llegan muchísimos más. Hay representantes de la Facultad de Arquitectura de la U. Autónoma de Chile, de Arquitectura de la U. Mayor; Artes Visuales y Diseño de la UC Temuco, de Santo Tomás, Inacap, de la Dirección de Innovación de la UFRO; está Corfo, ProChile, Sercotec, Seremi de Economía, la Municipalidad de Temuco; el Centro de Innovación Tecnológica CRT+IC; la Corporación Desarrollo Araucanía y la Seremi de las Culturas. Y entre los creativos está la Asociación Gremial de Diseñadores, Asociación Regional de Músicos de La Araucanía (ARMA), sello discográfico Humo de Temu, Fundación Lluviosa, Sindicato de Actores Sidarte Araucanía, Colectivo En Tránsito, Casa Varas, Pudoctopus Entertainment, 4Elementos, Ñeque Teatral y en la zona lacustre está Magma Lab, The Forest Man (empresa de animación digital), Altiro Films y otras empresas que son punta de lanza en innovación, tecnología y videojuegos. Hoy, nos faltan más socios de las letras y de la danza.
- ¿Qué desean conseguir?
- Queremos participar de las políticas públicas y participar de la matriz productiva de la Región. Tal cual, porque estamos trabajando en economías creativas y para ello usamos el modelo que levantó la institucinalidad de cultura en 2017, donde los que están en los círculos más externos son los más comerciales y los del centro son los más simbólicos, el arte propiamente tal.
- Esta economía ha estado presente por décadas aquí, ¿qué necesita para dignificarse, profesionalizarse y pasar a otro nivel?
- A ver, tenemos mucho talento creativo en la Región, así como aquel que ha llegado de otras regiones y eligió quedarse, sobre todo, post pandemia. Dentro de lo que tiene que ver con el espacio cultural de Temuco tenemos pendientes temas de formalización o profesionalización para formar parte de la matriz productiva. Tenemos un grupo que viene exportando y hay otro que corresponde a emprendedores individuales que exportan sin conocer bien cómo exportar. En general, la idea es profesionalizar el sector y ampliar las posibilidades. Esto llevará tiempo, pero todo tiene que ver con la formalización, la vinculación y la generación de espacios de negocios con empresarios de la Región, porque los creativos y las empresas corren por caminos paralelos. En el ámbito cultural hemos descubierto que las agrupaciones postulan a fondos de cultura, pero jamás acceden a postulaciones que pueden solventar un piso de negocio y dar un salto. No hay participación de economías creativas en ese ámbito, les resulta ajeno; como los lenguajes son distintos no se sienten convocados, pero en el mundo de los negocios hay asociaciones que son similares, la idea es descubrirlas y que ellos se sientan identificados para que puedan despegar sus emprendimientos.
- ¿Qué tipo de emprendimientos caben en las "economías creativas"?
- A nosotros nos hizo mucho sentido el modelo de círculos concéntricos que usa Cultura desde 2017. Al centro está siempre lo más simbólico: las artes, por impacto, por identidad; luego está la literatura, los museos, las bibliotecas, editoriales; luego está el audiovisual, la fotografía y las artes escénicas; así va creciendo, y hacia el exterior están las más comerciales: como el diseño, la moda, la publicidad, la arquitectura, el cine, el videojuego, la animación y los proyectos de medios de comunicación que tienen mayor impacto económico. El asunto es que están desagregados.
- ¿Qué tan desconectados están?
- Hay una alta actividad cultural, atomizada, que está en distintos espacios, que se mueve en determinados espacios; y solo algunos se conocen.
- ¿Hay posibilidad de que converjan?
- Sí. Nosotros tenemos actividad en distintas áreas, pero si queremos hacer cine o videojuegos, por ejemplo, como son tan transversales, necesitamos modelos, actores, audio, lenguaje, locución, etc. Entonces, empieza a ser algo que atraviesa todo. Por eso siempre cuento que al principio había grupos que no entendían mucho para dónde iba esto y con las conversaciones ya empieza a entenderse cuán beneficioso es este ecosistema (…).
- En otro tema. Este año el municipio de Temuco inició un proceso de participación para la gestión y arquitectura del futuro Centro Cultural de la ciudad, al cual fueron invitados como mesa. ¿Qué te parace esta iniciativa?
- Existe una agrupación, un movimiento que viene trabajando hace años la posibilidad de levantar un centro cultural para Temuco en el exLiceo Técnico Femenino. En abril nos convocaron. Entiendo que es un anhelo histórico y por lo que me cuentan sus gestores los argumentos se sustentan en revitalizar el centro de la ciudad, que la periferia tenga acceso a la cultura, la recuperación de un edificio con historia, que se trata de una demanda ciudadana, y lo interesante ahora es que se plantea desde un espacio participativo. En una primera etapa se propuso una consulta amplia a gestores y representantes de toda la comuna. La gran pregunta fue ¿cuáles son las necesidades? Yo en lo personal quiero ver innovación y tecnología aplicada. Bueno, en eso ha estado la consultora, recabando información y entiendo que habrá un momento para las conclusiones finales.
- ¿Qué beneficios traería un centro cultural?
- Un centro cultural abrirá espacios para los artistas y agrupaciones emergentes y sería el espacio ideal para la formación de audiencias.
- ¿Es una deuda con la comuna?
- El centro cultural es una deuda con Temuco. El talento creativo existe, tenemos actividad en todo ámbito, pero no se visualiza, y tenemos mucha niñez y juventud talentosa que no tiene mecanismos de expresión, salvo en ciertos espacios.
"Tenemos actividad en distintas áreas, pero si queremos hacer cine o videojuegos, por ejemplo, como son tan transversales, necesitamos modelos, actores, audio, lenguaje, locución, etc. Entonces, empieza a ser algo que atraviesa todo. Por eso siempre cuento que al principio había grupos que no entendían mucho para dónde iba esto y con las conversaciones ya empieza a entenderse cuán beneficioso es este ecosistema".