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"Nos proponemos duplicar las hectáreas de riego de la agricultura familiar campesina"

El jefe de la cartera ministerial en la Región estima que la nueva normativa permitirá mejorar las condiciones productivas de la agricultura familiar, mejorar las técnicas y tecnologías de riego, así como afinar las formas de hacerle frente al cambio climático. De ello habla en esta entrevista.
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La nueva Ley de Riego aprobada el 3 de agosto por unanimidad en el Senado trae consigo una serie de oportunidades y mejoras para la agricultura del país y de La Araucanía, especialmente para la familiar campesina y mapuche. Así lo estima el seremi de la cartera ministerial, Héctor Cumilaf Huentemil, que a un año y tres meses de gestión en el cargo hace un repaso por los principales desafíos regionales, sobre la base de los múltiples factores que han afectado al sector, entre ellos, el cambio climático que hoy obliga a cambiar el foco y a optar por la reconversión y diversificación.

- Seremi, la agricultura ha sido un motor económico histórico en la Región y como ha ocurrido con otros sectores, ha sido golpeado por la pandemia, la inflación y otros fenómenos como el cambio climático. ¿Cómo diría que se encuentra hoy este ámbito en esta parte territorio nacional?

- Los factores externos, el año pasado especialmente, tuvieron un impacto importante en la Región. Allí, el Gobierno y el ministro de Agricultura hicieron un trabajo bien fuerte lo que permitió apoyar de forma certera a la agricultura y a los agricultores del territorio; particularmente, con el plan Siembra por Chile tanto a usuarios Indap como no Indap; de hecho (…), y si bien quedamos contentos, lógicamente buscamos apoyar más. En 2022 aseguramos la alimentación, eso nos permitió este año que Indap creara dos nuevos programas, uno que tiene que ver con fortalecer los cultivos tradicionales y otro que apuesta a avanzar hacia una agricultura sostenible. Es importante mencionar que el cambio climático nos está golpeando fuerte, sobre todo, con los incendios forestales y ahora en septiembre con inundaciones, todo esto nos obliga a prepararnos. Por eso es importante el esfuerzo legislativo que hizo el Gobierno para que surgiera una nueva ley de Riego.

- Antes de abordar esa nueva ley. Respecto del cambio climático, ¿hacia dónde está girando una Región como la nuestra que tiene una larga historia cerealera?

- Como ministerio estamos potenciando y promoviendo la diversificación productiva, principalmente hacia los frutales. Lo que no queremos es generar otro monocultivo. Eso lo tenemos claro porque nuestro territorio es bastante diverso, entonces, lo que es bueno para la zona de Malleco, como es la experiencia con olivos, quizás no funcione en Padre Las Casas, así que tenemos que potenciar la horticultura, la frutilla. Por lo tanto, la idea es que nuestra región tenga varias opciones en producción agrícola, sin descuidar los cultivos tradicionales como la papa, el trigo y la avena.

- Seremi ¿la comunidad productora regional entiende o sintoniza este fenómeno y el valor de la diversificación?

- Yo creo que todos estamos haciendo ese esfuerzo. Hay algunos que la misma situación los ha hecho darse cuenta de la posibilidad de cambiar del trigo a la frutilla, por ejemplo. Esto tiene que ir aparejado de una política pública como ocurre con las novedades para el tema del riego.

- A propósito de la nueva Ley de Riego, se dice que viene más enfocada a la pequeña y mediana agricultura, y a las organizaciones usuarias de agua y las comunidades indígenas. ¿De qué manera esta nueva normativa se va a expresar en La Araucanía?

- La nueva Ley de Riego incorpora de manera explícita a comunidades y asociaciones indígenas. De hecho, les otorga una bonificación de hasta 95% lo cual abre esta posibilidad de que postulen organizaciones que están definidas en la Ley Indígena; esa era una demanda bien sentida en la Región, no existía en instrumento, por tanto, será relevante. Si bien los requisitos de propiedad de la tierra y la titularidad de los derechos de agua no se modifican, la ley señala que se podrá modificar proyectos con inversiones anexas que, por ejemplo, consideran objetivos ambientales. La idea es favorecer el ahorro, el uso eficiente del agua, el uso de aguas lluvia y utilización de aguas residuales (…).

- ¿Esta ley viene acompañada de recursos para levantar más y mejores proyectos?

- Así es, el CNR va a poder definir algunos programas con condiciones especiales para poder adecuar la asignación de recursos en varios casos. Por ejemplo, antes la ley contemplaba bonos de hasta 400 UF y ahora se va a poder postular proyectos individuales de hasta 1.000 UF, y proyectos asociativos por hasta 5 mil UF. Eso permitirá promover innovación en técnicas y tecnologías de riego, de soluciones basadas en la naturaleza, de restitución gestionando el agua de fuentes superficiales y subterráneas; entonces, la Ley de Riego abre una ventana importante para soluciones innovadoras. Por ejemplo, hasta ahora había 3 elementos que la ley tomaba en cuenta para la asignación de bonos: el aporte del agricultor, la superficie regada y el costo por hectárea (…), en cambio ahora habrá asignación de puntaje para que el proyecto quede en condiciones de aprobación. Pasar de 400 a 1.000 UF para proyectos de pequeña agricultura va a generar una transformación importante que nos va a permitir incorporar el uso eficiente del agua en este contexto de cambio climático. Hoy nos proponemos duplicar las hectáreas de riego de la agricultura familiar campesina, que hasta el momento han estado limitadas para acceder a los bonos.

- ¿Cuándo podrían comenzar a verse los efectos de esta nueva normativa en la producción agrícola regional?

- La ventaja de la Comisión Regional de Riego es que hoy no distingue si es un usuario Indap o no, eso será fundamental; lo segundo es que estamos haciendo un trabajo coordinado con consultores, municipios y territorios para dar a conocer estas nuevas opciones existentes, y de esa forma hacer que la agricultura familiar campesina pueda acceder a estos bonos de riego. Tenemos concursos exclusivos para mujeres y eso nos va a permitir cumplir con el desafío propuesto desde la seremía. En cuanto a plazos, al cabo de un año podríamos ver resultados de esta nueva realidad (…). En 2022 de todos los concursos para la pequeña agricultura se presentaron 176 proyectos y este año, quedando pendientes dos concursos, ya llevamos 561 proyectos presentados en la CNR. Debo señalar que esta nueva Ley de Riego no significa que se vaya a dejar a la deriva a los medianos y grandes agricultores. Se les seguirá apoyando con un tope para quienes superen las 50 mil UF anuales.

"La nueva Ley de Riego incorpora de manera explícita a comunidades y asociaciones indígenas. De hecho, les otorga una bonificación de hasta 95% lo cual abre esta posibilidad de que postulen organizaciones que están definidas en la Ley Indígena; esa era una demanda bien sentida en la Región, no existía en instrumento, por tanto, será relevante".