El aporte de las iglesias evangélicas
Es muy importante el rol social que han cumplido, así como el porcentaje significativo de sus fieles. Han desarrollado una importante labor solidaria, especialmente con los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
La iniciativa de instituir un festivo para la celebración de las iglesias evangélicas y protestantes en Chile no estuvo exenta de problemas, ya que se criticó el alto costo que tendría para el país la instalación de un nuevo feriado legal. Pero en su oportunidad, algunos legisladores defendieron la iniciativa puesto que existían ocho festividades católicas que son celebradas como festivos religiosos. Además, destacaron el rol social que han cumplido las iglesias evangélicas y protestantes, y el porcentaje significativo de sus fieles.
La llegada del evangelismo a Chile data de mediados del siglo XIX, gracias a la inmigración de alemanes e ingleses, que trajeron al país sus creencias luteranas y anglicanas, respectivamente. Sin embargo, el gran poder que tenía la Iglesia Católica y su relación con el Estado no permitió su desarrollo.
Es muy importante el rol social que han cumplido evangélicos y protestantes, así como el porcentaje significativo de sus fieles, un 15,1% de la población, de acuerdo con el censo de 2002, y luego 16,6% según el censo de 2012.
El aporte del pueblo evangélico no sólo debe considerarse desde el punto de vista de la ramificación de sus templos en todos los rincones del país, sino también en otros ámbitos del quehacer nacional, como es el caso de la educación y de los colegios que tienen y administran. Han desarrollado una importante labor solidaria, especialmente con los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Aparte de proyectos educacionales con sus colegios, han trabajado en la reinserción social, con una fuerte presencia en las cárceles para contribuir a rehabilitar a quienes han delinquido, por lo que están en aquellos espacios donde las personas más requieren de apoyo y de guía espiritual.