Discapacidades y sus dimensiones
Como sociedad, nuestra responsabilidad va más allá de asegurar rampas en edificios o señalización en braille. La accesibilidad no debe opacar otras dimensiones de la experiencia de la discapacidad.
Accesibilidad, palabra que solemos asociar principalmente con la discapacidad física, no está tan alejada de las personas promedio. Después de todo, ¿quién de nosotros, en algún momento de su vida, no ha enfrentado o enfrentará algún tipo de restricción de movilidad, ya sea por un accidente, vejez, embarazo u otras circunstancias?
A menudo, la imagen que se nos viene a la mente cuando pensamos en accesibilidad es una silla de ruedas. Sin embargo, según Francisca Valdebenito, socia de Symbolon, esta perspectiva es una reducción excesiva de un tema que abarca mucho más que las limitaciones de la funcionalidad física más evidentes. La accesibilidad es, de hecho, un bien público universal; por lo que opera como un indicador de cuán inclusiva -o exclusiva- es una sociedad.
Siguiendo esta línea, una verdadera acción afirmativa que esté en conformidad con el compromiso asumido por Chile al firmar la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad no solo debe abordar la accesibilidad en términos convencionales, sino que debe ir más allá.
A medida que se acerca la Teletón, es imperativo ampliar nuestra comprensión sobre las discapacidades y sus dimensiones.
Como sociedad, nuestra responsabilidad va más allá de asegurar rampas en edificios o señalización en braille, lo cual es evidentemente muy necesario. No obstante, la accesibilidad no debe opacar otras dimensiones de la experiencia de la discapacidad, por ejemplo, tener una vivienda deteriorada por falta de mantenimiento, o bien construida con materiales ligeros.
Por ello es fundamental transitar hacia una concepción más amplia y comprensiva de lo que significan las experiencias de las discapacidades en el espacio público y en el privado, más allá de la accesibilidad.