Las noticias, buenas o malas siempre las tendremos, lo lamentable es que nos hemos ido acostumbrando a ver sólo noticias malas, y que por cierto la incomodidad de estas mismas ha quedado reflejada en las últimas encuestas que han sido reveladas a la ciudadanía, en donde los niveles de inseguridad se han disparado. Todos esperábamos noticias más alentadoras en lo económico, pero aún en el tema del litio, Chile ya no es tan atractivo para los grandes inversionistas, a diferencia de Argentina que recientemente una de las más grandes empresas procesadoras de este elemento, ha anunciado su arribo.
En el contexto en el que nos posicionan estas noticias, recordamos de igual forma un hecho vergonzoso que la Biblia relata. El apóstol Pablo recibe noticias preocupantes a través de las cuales descubre que el apóstol Pedro, secretamente actuaba al margen de lo permitido, y por ello la escritura dice: "Pero cuando Pedro vino, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?.... Nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo". (Gálatas 2:11-21).
Este hecho ocurrido en Galacia, marca un precedente en lo tocante a las doctrinas fundamentales del cristianismo, ya que exponen los peligros que se ocasionan si verdaderamente nosotros como creyentes viviéramos bajo el yugo de la ley. Esta es la razón por la cual Pablo reacciona enérgicamente ante la hipocresía de Pedro y de los que con él estaban. Ante estos antecedentes sólo podemos decir que, aunque no nos importen las noticias buenas o malas, cada uno de nosotros debemos advertir cuáles son aquellas noticias que siendo buenas o malas nos afectan personalmente, sobre todo en lo tocante a nuestra eternidad. Ya que, si consideramos seriamente las demás, solo nos sirven para estandarizar a los políticos y a los predicadores, sobre todo en lo que respecta a sus deberes.
Pastor presbítero Pablo Pinto Salamanca,
Consejo Regional de Pastores Evangélicos
de La Araucanía