Correo
¿Pueden los agresores ser candidatos?
Pese a todo el trabajo de promoción e incidencia política de las organizaciones feministas y de funcionarias, el diagnóstico es unísono: los municipios incumplen deliberadamente estándares internacionales de derechos humanos ratificados por Chile en materia de prevención, promoción, investigación y sanción de las violencias.
Investigaciones sumarias eternas y/o que quedan en nada, careos indebidos con sus agresores, sumarios mal tramitados, fiscalías que demoran años sólo para formalizar, persecución política, falta de presupuesto para dispositivos de la que presten apoyo, falta de funcionarios públicos con competencias para ser fiscales de sumarios, inexistencia de ordenanzas y protocolos en materia de género, y en definitiva, el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de situaciones de acoso laboral y sexual, que configuran inseguridad, impunidad y violencia institucional sistemática.
En este marco, ¿los municipios ejercen violencia institucional y simbólica? Si bien las causas de este escenario son variadas, es posible afirmar que actualmente existe un contexto nacional de alta proliferación de discursos y actos misóginos en autoridades locales, como asimismo un abordaje sesgado, lento y estereotipado por parte de la institucionalidad municipal que por acción y omisión, efectivamente invisibiliza, reproduce y naturaliza estas violencias.
La situación se agrava innecesariamente cuando -hace pocos días- las feministas tomamos conocimiento de fuerzas políticas que, pese a todo lo descrito, inscribieron precandidaturas o candidaturas a alcaldías de hombres con antecedentes de violencia de género. Son muchos los análisis que pueden hacerse al respecto, pero ad portas de la implementación de la ley Karin y próximamente la ley integral de violencias, resulta una decisión políticamente temeraria pretender que un eventual agresor, estará comprometido con la implementación efectiva de estas normas.
Actualmente, es posible sostener que la situación global de los municipios y su abordaje en casos de acoso y/o violencia de género, también puede ser constitutivo de faltas a la probidad administrativa y omisión al deber general de cuidado, derivado - entre otras aristas- de la omisión de búsqueda activa de responsabilidad administrativa por parte de los municipios, las concejalías e incluso la contraloría.
Por nuestras vidas y por nuestra seguridad, esperamos que las fuerzas políticas de todos los sectores desistan de estas candidaturas, analicen seriamente y, en el caso de los que ya son funcionarios, dejen de omitir deberes de prevención escudados en la famosa "presunción de inocencia".
Vivian Franco Palacios, abogada y feminista sobreviviente de violencia Frente Feminista "Solidaridad para Chile" Región de La Araucanía
Película El Cardenal
La película El Cardenal (1963), trata la vida de Francis Spellman, miembro de una modesta familia de Estados Unidos (origen irlandés), ordenado sacerdote en mayo 1916. Él fue llamado a la Secretaría de Estado del Vaticano (1925); lo nombraron arzobispo de Nueva York en 1939.
El filme toca temas como los derechos civiles, el racismo y el fascismo en la segunda guerra mundial. Al final de la película, Francis Spellman, se dirige a su madre, familiares, amigos y hermanos en Cristo a quienes les dice: "Yo he visto con horror desde muy cerca el infierno en la tierra, y que nos aguarda a todos si prevalece el despotismo. Si el mundo olvida que los hombres somos todos hijos de Dios, dotados por su creador de los derechos inalienables a la vida, a la libertad y al logro de la felicidad; el credo de los hombres de buena voluntad y el evangelio de la Iglesia. Todo ello, ha sido puesto en peligro por hombres y doctrinas que son enemigos de todas las libertades, tanto políticas como religiosas. La defensa de la libertad requiere firmeza en las voces, en los corazones y en la acción".
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, suman miles de civiles muertos, incluido menores. La ofensiva de Israel en Gaza ha provocado más de 34.000 muertos, incluido niños.
Derico Cofré Catril
Far West
Chile se ha convertido en una especie de Far West, con la diferencia que aquí los ciudadanos honestos tienen prohibido portar armas para defenderse de los pistoleros.
Adolfo Paúl Latorre