Asesinato de carabineros
Balas, sangre y muerte recorren lo largo y ancho de nuestro país.
Hace una década, observábamos con lástima ingenua y cierto grado de alivio, que la realidad delincuencial de los países latinoamericanos no era la nuestra. Así, la generación nacida en los noventa creció pensando que la seguridad era algo dado, natural y obvio.
Hoy día nos encontramos ante una sociedad inerte, como un boxeador aturdido al borde del knock-out. Casos espeluznantes, que antes estaban más cerca de la ficción que de la realidad, ahora son tristemente cercanos a la vida de todos nuestros compatriotas.
De esta manera, la capacidad de asombro se desvanece, nuestra institucionalidad se debilita mientras una nueva familia de mártires se viste de luto. Con profunda tristeza, miles de familias llorarán en la soledad por una nueva persona asesinada, víctima de la delincuencia y el terrorismo.
Stalin dijo: "La muerte de una persona es una tragedia; la de un millón, una estadística". Para mi generación, que creció en un país seguro, es crucial que la nueva generación no asuma la violencia como algo normal en nuestra sociedad.
Porque las personas, sus vidas y sus familias no son una estadística, son la esencia misma de nuestra humanidad.
Cristóbal Quiroz N.
Asesinato de carabineros II
Escribo con tristeza y rabia acerca de este macabro crimen. Le envío mis condolencias a los familiares de las víctimas de esta crueldad y al cuerpo de Carabineros. Pero lo que me deja aún más irascible, es la acción a futuro de las autoridades responsables de la situación de delincuencia y crimen en el país.
Escucharemos: "Nos querellaremos con quienes resulten responsables, los perseguiremos con toda la fuerza de la ley, no quedará impune este crimen" y luego en las exequias abrazarán a las viudas, forzarán lágrimas, acariciarán a los huérfanos, en fin se mostrarán condolidos ante los chilenos. Cuando realmente deben tomar acción para terminar esta situación que el país ya no soporta.
Marcos Concha Valencia
Asesinato de carabineros III
El brutal asesinato de tres carabineros en Cañete produce profunda tristeza y consternación. Este hecho evidencia la grave crisis de seguridad que vive Chile y la imperiosa necesidad de soluciones reales y efectivas de parte de la clase política.
Como suele suceder ante este tipo de noticias, las primeras respuestas son víctimas del acalorado momento. Ante esta tragedia, la respuesta de la oposición, proponiendo amnistía a los uniformados condenados por hechos del "estallido social", resulta no solo inoportuna, sino también profundamente preocupante. La amnistía, en su esencia, significa "perdón y olvido", lo que se traduce en un nuevo atentado directo contra el Estado de Derecho y la justicia, pilares fundamentales de la democracia que precisamente debemos fortalecer en estos momentos y no debilitar.
No podemos ceder ante la tentación de soluciones facilistas ni revanchistas contra el gobierno que solo profundizarán las divisiones y la impunidad. Los delitos consumados, sin importar su origen, jamás pueden ser justificados.
Honremos la memoria de las víctimas de Cañete exigiendo justicia y trabajando incansablemente por un Chile más seguro, donde la unidad de todos los sectores, la convivencia pacífica y el respeto a los derechos humanos sean valores irrenunciables.
Joaquín Sanhueza Rivas
Asesinato de carabineros IV
Día del Carabinero, la celebración se sustituye por luto ante la noticia de los tres carabineros cobardemente asesinados en una emboscada en la comuna de Cañete.
La completa falta de respaldo institucional a las fuerzas del orden en este país, sumado a los constantes discursos apologéticos del terrorismo en la macrozona sur por parte del oficialismo y una actitud tan impotente e inepta que roza lo criminal, son un catalizador importante en la violencia contra Carabineros.
El problema de seguridad por el que atraviesa nuestro país debe ser enfrentado de manera contundente, y las soluciones a medias no son más que un insulto en la cara de quienes viven y sufren esta crisis en carne propia.
Renato Chavarría