La influencia positiva de las mascotas en la salud y el bienestar de los seres humanos está ampliamente demostrada e incluye aspectos psicológicos, terapéuticos y psicosociales. La compañía de las mascotas se ha identificado como un factor protector contra enfermedades cardiovasculares y como un reductor del estrés para sus propietarios, proporcionando apoyo psicológico, disminuyendo la sensación de soledad y facilitando la interacción social de sus dueños.

En 2022, Chile implementó una normativa que reconoce a las mascotas como 'seres sintientes' y miembros de la familia con la que viven.

Según Cyntia Segovia, académica de Psicología de la Universidad Andrés Bello, dentro de este marco se introduce el término animales de apoyo emocional, que pueden ser beneficiosos para personas que enfrentan episodios de ansiedad, estrés o crisis psíquicas, mejorando su autoestima y capacidad de integración social. Los animales de apoyo emocional establecen vínculos de afecto y empatía con los humanos, activando las llamadas 'hormonas de la felicidad', como la oxitocina y la endorfina.

La investigación científica ha demostrado que la interacción con los animales disminuye los niveles de cortisol (una hormona relacionada con el estrés).

Este apoyo emocional es especialmente beneficioso para personas que enfrentan desafíos emocionales o trastornos del estado de ánimo. Asimismo, tener una mascota, particularmente a un perro, fomenta la actividad física regular a través de caminatas y juegos al aire libre, lo que a su vez mejora la salud mental. Las mascotas requieren cuidados regulares, lo que puede ayudar a establecer una rutina diaria y proporcionar un sentido de propósito, aspectos beneficiosos para la estabilidad emocional.

En el corazón de nuestra democracia yace la participación ciudadana. Desde el Ministerio de Educación, este principio lo estamos llevando a cabo con la implementación de un Proceso de Consulta Pública en el marco de la actualización de las Bases Curriculares de 1º Básico a 2º Medio. Este busca recoger opiniones y recomendaciones de las comunidades educativas y la ciudadanía en general, y es un testimonio del compromiso del Gobierno del Presidente Gabriel Boric con una educación inclusiva, democrática y preparada para los desafíos del presente y futuro.

La Consulta Pública es un mecanismo que permite a todos los ciudadanos tener voz en la formación de las bases curriculares. Este proceso es una etapa vital para garantizar que se reflejen las necesidades y aspiraciones de la sociedad chilena.

La propuesta de actualización curricular trae consigo varias modificaciones, entre ellas destacan la Transversalización de la Lectura y Escritura, esto significa que se busca integrar éstas en todas las áreas del currículo, favoreciendo así el desarrollo de las habilidades en los estudiantes.

El Aprendizaje Socioemocional recoge diversas investigaciones que han señalado la importancia de su abordaje en el rendimiento académico y el bienestar general de los niños y adolescentes. Su aplicación como una dimensión central de la experiencia escolar debe enfocarse, por una parte, en el desarrollo de estas competencias, y por otra, en los vínculos que niños, niñas y jóvenes establecen entre ellos, con adultos significativos y con las instituciones que los cobijan. Mientras que la Flexibilidad y Contextualización apunta a adaptar la educación a las necesidades específicas de cada estudiante y comunidad, permitiendo así una educación más personalizada y relevante.

Además, se incorporan nuevas temáticas en las bases curriculares, como la Educación Financiera, que busca que los estudiantes adquieran conocimientos y habilidades que les permitan tomar decisiones informadas y responsables. Y, la Ciudadanía Digital que se enfoca en el uso seguro, responsable y ético de la tecnología, preparando a los estudiantes para la vida en una sociedad global y el uso ético del lenguaje que lo promueve de manera respetuosa y responsable, fomentando la comunicación efectiva y el respeto por la diversidad, siendo el reflejo de contenidos y habilidades propias del siglo XXI.

Esta consulta pública en el marco de la actualización de las Bases Curriculares es más que un simple proceso administrativo y técnico pedagógico. Debemos aprovechar esta oportunidad para, como sociedad, hacer oír nuestras voces y contribuir a la formación de una educación que esté a la altura de los desafíos y oportunidades del Chile actual.

Marcela Castro Armijo,