"Esta es la primera beca de oncología médica que se desarrolla fuera de Santiago"
Temuco y la Universidad de la Frontera hacen historia. Este año egresaron los primeros dos oncólogos formados ciento por ciento en la capital de La Araucanía, un hecho que abre esperanzas y expectativas para la realidad local y zonal sur. Así lo cree el médico que dirige esta beca de formación que apuesta a nutrir el número de especialistas y acotar la brecha que existe entre la zona metropolitana y el resto del territorio nacional.
Un profesional formado la Ufro y en la PUC dirige hoy por hoy uno de los proyectos formativos más relevantes para la salud pública regional y de la zona sur. Se trata del médico oncólogo Patricio Yáñez Weber, que desde junio de 2022 dirige la subespecialidad de oncología médica que se imparte, por primera vez, fuera del radio del Gran Santiago.
A dos meses del egreso de los primeros dos especialistas preparados al alero de la Universidad de la Frontera y del Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco, el doctor Yáñez se detiene a reflexionar sobre el hito en cuestión y acerca del escenario actual en torno al cáncer en La Araucanía y el país.
- Doctor Yáñez, ¿cómo se gesta esta subespecialidad en Temuco?
- Hace años se tomó consciencia de que el cáncer es un problema de salud pública. Esto surge de las conversaciones de un grupo de oncólogos, la Ufro y el Ministerio de Salud, que vieron en Temuco un buen lugar donde desarrollar una subespecialidad. Existía en respaldo de la una universidad, había capital humano que podía desarrollar esa subespecialidad y un centro grande de referencia como es el Hospital de Temuco. Esas conversaciones iniciales surgen a fines de 2019.
- Y ¿cuándo inicia la formación propiamente tal?
- La beca inicia en junio de 2022. Allí parten los primeros residentes.
- ¿Por qué reciben sólo dos residentes por año?
- Decidimos partir con dos residentes porque era la capacidad que teníamos para formarlos bien. El modelo de trabajo es así para asegurar, por así decirlo, la calidad de la formación. Obviamente, más adelante, a medida que tengamos más especialistas dentro del equipo y se quieran unir a la formación, el número podría ir aumentando.
- Este año ya tienen los primeros dos egresados, ¿quiénes son?
- Los primeros egresados de nuestra subespecialidad son el doctor Fernando Godoy Said, médico formado en la Ufro y especialista en medicina interna; y la doctora Paulina Collao Alcaya, médico internista también formada en la universidad, que trabajó por muchos años en el servicio de oncología médica del hospital.
- ¿Cuán significativo es la existencia de una beca de esta naturaleza en este lado del territorio?
- Es importante el surgimiento de esta beca porque en Chile debe haber unos 170 oncólogos médicos y el 60% o más se concentra en la Región Metropolitana; entonces, hay un déficit importante en regiones. Nosotros teníamos un capital humano que nos permitía desarrollar esta subespecialidad y que tenía la experiencia para poder hacerlo. Lo segundo que destaco es que esta es la primera beca de oncología médica que se desarrolla fuera de Santiago. Ambas razones hacen que sea un hecho histórico en Chile y para nuestra Región es relevante porque nos permitirá tener una mayor cobertura.
- Las estadísticas dan cuenta que las regiones tienen un déficit importante de estos subespecialistas. ¿Qué opina usted acerca de esta brecha? De hecho, en algunos casos se traduce en un oncólogo por región...
- Obviamente, es preocupante porque la capacidad que tiene un solo oncólogo para cubrir las necesidades de esa población es insuficiente. Por eso todos estos esfuerzos son importantes, porque la idea de egresar nuevos especialistas es que se puedan quedar en regiones.
- Doctor, y ¿cuál es la realidad o capacidad de La Araucanía?
- Actualmente, con estos dos nuevos oncólogos médicos egresados, por primera vez en mucho tiempo, no tenemos una brecha de atención de pacientes. Los pacientes se están controlando e inician los tratamientos dentro del tiempo que corresponde. Eso es súper bueno. Obviamente, no nos podemos quedar con eso porque la necesidad va a ir en aumento. Hoy, en Chile, se dice que hay alrededor de 60 mil casos al año. Ahora, nuestro país no tiene un registro de cáncer propiamente tal, así que esa cifra pudiera estar sub-representada. Y las proyecciones son que al 2030 debiese haber alrededor de 75 mil casos anuales y al 2040, cerca de los 100 mil.
- Nuestra Región tiene dos proyectos futuros: el primer Centro Oncológico TROI para Niños en regiones (en obra) y el Centro Oncológico Integral para Adultos (que ya cuenta con diseño). ¿Cuánto podría cambiar la realidad local con estos dos servicios?
- Serán muy importantes. El TROI ya es una realidad, su construcción se inició y el centro integral es algo tremendamente necesario, porque el manejo de los pacientes oncológicos tiene varios pilares; no sólo depende de la atención del oncólogo médico, porque este es parte de un equipo interdisciplinario que tiene que dar respuesta a las necesidades de cada paciente; se necesita una infraestructura adecuada y se necesita un equipamiento adecuado. Aquí, por ejemplo, nos faltan aún los bunker's o el equipamiento de radioterapia, que es uno de los pilares del tratamiento, y que en el sector público no existe en la Región. Necesitamos mayor infraestructura de pabellones y también mayores herramientas diagnósticas como la radiología intervencional. También tiene que haber personal de enfermería especializado. Entiendo que eso ya se está haciendo.
- Derechamente, ¿cuáles son las expectativas?
- Tenemos todos los componentes como para convertirnos en un centro de referencia en el sur de Chile.
- Doctor, ¿sigue siendo desafiante tratar el cáncer en el siglo XXI?
- Respecto a los tratamientos, el desarrollo de la biología molecular y el conocimiento de la inmuno-oncología han permitido desarrollar muchos nuevos tratamientos, sobre todo, en los últimos 20 años. De hecho, la FDA ha aprobado 150 nuevos tratamientos desde 2006 (...). O sea, ha habido un desarrollo exponencial de la investigación clínica en relación al cáncer. Eso es algo que hay que seguir potenciándolo en Chile a través de políticas públicas y mejorando el acceso a tratamientos. El resto es un problema grande de salud pública. Se requiere el apoyo del sector público, de centros formadores, del sector privado y también de los propios pacientes. Aquí, nadie sobra.
"Por primera vez en mucho tiempo, no tenemos una brecha de atención de pacientes (...). Eso es súper bueno. Obviamente, no nos podemos quedar con eso porque la necesidad va a ir en aumento. Hoy, en Chile, se dice que hay alrededor de 60 mil casos al año. Ahora, nuestro país no tiene un registro de cáncer propiamente tal, así que esa cifra pudiera estar sub-representada. Y las proyecciones son que al 2030 debiese haber alrededor de 75 mil casos anuales y al 2040, cerca de los 100 mil".