Acercar la fotografía no es algo inalcanzable" dice Magdalena Aguirre, directora de Programación y parte del equipo de Casa Varas, lugar donde se expone desde el pasado lunes 19 de agosto y hasta el 15 de septiembre el resultado de un experimento artístico tan inocente como desafiante.

Una serie de fotos en blanco y negro, muchas de ellas que pareciesen haber sido tomadas por fotógrafos profesionales, en realidad fueron tomadas por 28 niños y niñas pertenecientes a escuelas rurales de Nehuentue y Reigolil, en La Araucanía, y Casablanca en la Región de Valparaíso, tras culminar el taller llamado "Tuwun: de la cordillera al mar", disponible para ser vistas por todos los entusiastas de la cultura en el histórico inmueble ubicado Antonio Varas 1181, de martes a sábado de 15 a 19 horas.

El taller, dirigido por los respetados fotógrafos Mauricio Asensio y Leonora Vicuña, profesionales que han incursionado buena parte de su carrera con imágenes en blanco y negro, llevó a dichos infantes a trabajar con la fotografía estenopeica, método análogo considerado una de las cámaras fotográficas más sencillas, dado que necesita papel fotográfico, una lámina -en este caso un tarro de café de aluminio-, dotado de un agujero del grosor de una aguja.

Los alumnos buscaron representar en sus imágenes la identidad de la costa (lafkenche), la identidad cordillerana (pehuenche) en La Araucanía, a las que se suma la identidad del valle central de la Región de Valparaíso. Jóvenes que, lejos de todo estímulo tecnológico, aprendieron a dar cuenta de su mundo a través del arte.

El proyecto

Ascencio relata que el proyecto comenzó en abril tras una conversación con Vicuña; una idea espontánea que fue tomando fuerza y apoyos de instituciones. "Ha sido un trabajo maravilloso, de una generosidad increíble con todas las personas que se han ido sumando. Estando aquí presente en la inauguración se ve como la energía de los niños se reconoce en sus fotos. Estamos felices", señaló Ascencio.

El concepto "tuwun" no fue elegido al azar. La también poeta Leonora Vicuña analiza la palabra en mapudungún, explicando que el concepto describe lo más personal de una persona ligado a su origen. "Son las raíces del linaje, de lo tuyo, de tu familia y luego el entorno que hablan del territorio. A mí no me gusta la palabra territorio, porque es una palabra militar, muy utilizada, muy política, pero creo que antes que el territorio está el entorno donde uno nace, lo que uno reconoce".

Ante el desafío que vivieron los jóvenes, Leonora considera que será un paso trascendental en su camino y experiencia. "A través del vagabundaje uno va agrandando su mirada. Es interesante saber de dónde viene también tu mirada. Son las pequeñas cosas las que forman parte de lo que llaman aquí territorio, pero la palabra territorio es una palabra un poco dura, tiene muchas R, le faltan como otras cosas. Debería ser más dulce, en lo circundante, que responde lo que circunda tu existencia, que es mucho más amplio".

Volver a lo análogo

Las cámaras estenopéicas fueron diseñadas por Ascencio, lo que permitió enseñarle a niños y niñas que, a través de una caja oscura hecha con elementos caseros, "se pueden lograr estas imágenes tan oníricas, tan bellas, tan de sueño".

El proyecto fue posible gracias al apoyo de diferentes entidades, entre ellas la Dirección de Extensión de la Universidad Católica de Temuco.