Frases
"Las desvinculaciones son inevitables… lamentablemente, la situación se desbordó".
Eduardo Hebel W.,
"La Teletón es Chile. La construimos todos los chilenos y chilenas".
Iván Barbosa,
"Las desvinculaciones son inevitables… lamentablemente, la situación se desbordó".
Eduardo Hebel W.,
"La Teletón es Chile. La construimos todos los chilenos y chilenas".
Iván Barbosa,
Si bien Temuco cuenta con una extensa red de ciclovías, a la que incluso se le siguen agregando tramos en distintos sectores de la ciudad, lo cierto es que la percepción general de quienes usan estos vehículos es que es inseguro desplazarse en bicicleta.
Lo que es respaldado por un estudio realizado recientemente por Ipsos, denominado "Uso de bicicleta en el mundo", con una encuesta a más de 20.500 personas en 29 países, que buscaba conocer la percepción de los ciudadanos sobre la utilización de este medio de transporte, sus beneficios y peligros.
Según el informe, siete de cada diez chilenos consideran demasiado peligroso viajar en bicicleta en su ciudad, resultado que es el más alto del mundo y explica en parte por qué no hay una mayor utilización de ella. Si bien en Países Bajos, líder en uso de bicicleta, la percepción de seguridad de este medio es muy alta, en Chile la situación es inversa, ya que se considera que para el ciclista representa un gran peligro. De acuerdo con el estudio de esa consultora internacional, sólo dos de cada cinco chilenos creen que la infraestructura para viajar en bicicleta en su ciudad es excelente, siendo el país de Latinoamérica con la proporción más baja.
Temuco cuenta con la ventaja de tener extensas ciclovías exclusivas que entregan seguridad a los ciclistas, sí se debe avanzar en mayores estándares de seguridad, como por ejemplo el enrejado de estas vías, que aíslen a los ciclistas de otros vehículos, así como en mayor iluminación. Esto, además de avanzar en educación vial que garantice que todos los medios de transporte convivan de manera armónica, respetuosa y responsable. Sin embargo, lo cierto es que la capital regional ha dado pasos concretos en esa dirección.
Con gran alegría hemos iniciado el tradicional Mes de María 2024, en todas nuestras parroquias y capillas, a lo largo de nuestra patria el sábado 8 de noviembre y que culminará el día 8 de diciembre.
En este mes de noviembre, nos sumergimos en una tradición profundamente arraigada en la fe de nuestro pueblo católico: el Mes de María. Una expresión de pura devoción hacia la Virgen María que nos invita a reflexionar sobre su significado como Madre de Jesús y Madre de todos nosotros. Queremos celebrar a María, invocando su intercesión especialmente por la paz en el mundo y en nuestros corazones. Queremos pedirle a la Virgen que interceda por nosotros para renovarnos en la esperanza de un Chile para Cristo, donde la dignidad humana, esa que Jesús compartió al encarnarse en las entrañas de María, sea respetada y promovida en una sociedad deseosa de justicia y de paz.
La historia de este mes especial se remonta a los misioneros europeos que, en un principio, celebraron esta tradición en mayo, el "mes de las flores". Sin embargo, en Chile, la historia tomó otro giro. A mediados del siglo XIX, monseñor Joaquín Larraín Gandarillas, inspirado por esta hermosa tradición, decidió adaptarla a nuestro clima y cultura.
Para evitar el frío otoño del mes de mayo en Chile, propuso celebrar el Mes de María entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre, justamente culminando con la festividad de la Inmaculada Concepción.
La propuesta de monseñor Larraín Gandarillas en 1854 coincidió con la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción, un momento de gran relevancia en la historia de la Iglesia.
Por eso durante el Mes de María, vestimos de flores a nuestra querida Madre, le rezamos y entonamos cantos en su honor. Tampoco debemos olvidar que El mes de María es un tiempo de gracia y profundización de la fe cristiana que Dios nos ha regalado. En él se moviliza la fuerza del amor. El cariño a la Virgen produce un encuentro vital y afectivo con el Señor, así como el amor a Jesús nos acerca a su Madre.
Como nos decía El Papa Francisco: "En la hora suprema de la nueva creación, Cristo nos lleva a María. Él nos lleva a ella, porque no quiere que caminemos sin una madre". Por eso, durante el Mes de María iremos meditando los misterios de Jesús y de su madre, que nos acompaña y consuela e intercede, para que reine la Paz, en el mundo entero. María, la Virgen del Silencio, nos enseña el valor de un silencio fecundo y humilde, cuajado de obras y realizaciones. Nos alecciona magistralmente en el difícil arte de decir poco y hacer mucho.
También María, nuestra Madre, recurrió poco a la palabra. Era callada. Realmente, cuántas palabras se ahorró. Pero, a cuántos dejó sin palabras. Cuánto dejó escrito con su vida. Cuánto testificó con sus obras. Que lindo regalo nos deja nuestra Madre y Reina de Paz en mundo donde se habla mucho y se hace poco. María, la Virgen del Silencio, nos enseña el valor de un silencio fecundo y humilde, cuajado de obras y realizaciones.
Sí, cuántas veces calló María, para que hablasen sus obras, y para que hablase Dios en Ella y en los demás. Era el suyo un silencio hecho oración y acción. Un silencio lleno, no vacío ni hueco. Un silencio colmado de Dios, de sus palabras, de sus maravillas. María "guardaba todas las cosas meditándolas en su corazón", (Lc 2,51).
Queremos que este tiempo sea una oportunidad para fortalecer nuestra cercanía espiritual y cultivar el amor y la devoción a la Virgen María en nuestros corazones. Por eso cantamos: ¡Venid y Vamos Todos Con Flores a María!
Jorge Concha Cayuqueo,
obispo de Temuco