"Las desvinculaciones son inevitables (...), lamentablemente, la situación se desbordó"
El timonel de la universidad pública de La Araucanía rompe el silencio. Por primera vez habla sobre la crisis financiera que atraviesa la casa de estudios superiores, la cual prefiere calificar de "impase financiero". En esta entrevista afirma que la situación se detecta en abril y se ratifica en julio. Hoy, entre otras medidas, la Ufro lleva a cabo un sumario y una auditoría. Esta última debiera estar resuelta a fin de mes, fecha en la que también se producirán las desvinculaciones que trae consigo el plan de ajustes. "5 mil millones es lo que tenemos que ahorrar en personal a contrata y 2 mil millones, en honorarios", revela.
"Habrá una reestructuración de la universidad para disminuir costos". Con esa afirmación el rector de la Universidad de la Frontera, Eduardo Hebel Weiss, reconoce la crisis financiera por la cual atraviesa hoy la casa de estudios superiores de La Araucanía; crisis que no pone en riesgo - dice - las actividades propias de la universidad, sino que obliga a llevar a cabo ajuste financiero que hacer prever un año 2025 más austero y que, en el corto plazo, trae consigo desvinculaciones y ajustes en las remuneraciones.
Acerca del origen del "impase" presupuestario que experimenta la universidad, a quiénes afectará la "no renovación de contratos", acerca de cómo la institución está enfrentando este desafío económico y cuál es el mea culpa que hace por lo ocurrido, el timonel de la Ufro se refiere en esta entrevista.
- Rector, se habla de una crisis financiera importante de la institución. En honor a la verdad, ¿cuál es la situación de la Universidad de la Frontera? Y ¿cómo califica lo que sucede?
- Primero quisiera decir que la universidad sigue haciendo todas sus funciones. De pregrado, postgrado, investigación, vinculación con el medio y de innovación; está atendiendo a sus campus en Angol y Pucón, sigue investigando principalmente en dos núcleos y en sus institutos. Este año, estamos muy cercanos, y por primera vez, a las 700 publicaciones, y eso nos pone a la vanguardia (...). Ahora, yo no diría que es una crisis, diría que es una situación, un impás financiero (...).
- Y ¿cuándo advierten esta situación?
- Esto parte por ahí por abril, por un informe de la SES en que nos ponía en aviso que había a algunas situaciones financieras a las que había que estar atentos, especialmente, en lo que significaban las contrataciones. A medida que fue pasando el tiempo se empezó a producir un desbalance de caja, un ajuste un poco inestable; básicamente, por temas también históricos. Aquí ha habido situaciones políticas, situaciones en que la Ley 21.094 (sobre universidades estatales) ha incorporado, por ejemplo, que las contrataciones a contrata y honorarios pasaran a la estructura o planta. Eso nos significó el ingreso de mucha gente a la estructura financiera. El tema convenio también nos pegó. Nosotros tenemos una fundación y varios proyectos se manejan con honorarios en esas unidades y también se tuvieron que traspasar al interior. En 2023 se produjo el ingreso de mucha gente. Ahí quizá no tuvimos los controles y una mirada suficientemente aguda para frenar la situación. Entonces, poco a poco, se empieza a achicar la caja y se produce un desajuste de caja, donde teníamos que empezar a bicicletear - como se dice en buen chileno - el tema de los sueldos, aunque en ningún momento hubo riesgo de pago. En julio comienzan a sonar las campanas con más fuerza. Fuimos a la junta directiva, los ba