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"Habrá ajustes, principalmente, a través de las asignaciones. También se pretende jibarizar algunas direcciones, achicarlas, juntarlas. Entonces, prácticamente, habrá una reestructuración de la universidad para disminuir los costos".
lances estaban correctos, pero el estrechamiento financiero nos fue ahogando. A raíz de esto hubo una serie de trabajos con la junta directiva y el equipo de finanzas. También quisimos ver si había anormalidades y para ello echamos a andar una auditoría. La junta quería una auditoría externa, la cual la estamos licitando en estos momentos. Nuestra contraloría está haciendo su trabajo y ese informe debiera estar listo a fines de noviembre. También tenemos activo un sumario para ver si hubo responsabilidades administrativas.
- ¿Esto quiere decir que la situación aún no está acotada?
- No. Porque aún no termina la auditoría. Sobre esto ha habido bastante revuelo, mucha rumorología. Pero yo fui a las asambleas, me paré frente a la asamblea, pedí tener calma y dije que esto tiene solución. Igual fui a la agrupación de académicos y me reuní con los profesores titulares; ahí se decidió armar una comisión tripartita, con académicos, funcionarios y estudiantes, para empezar a trabajar un plan de ajuste financiero.
- Rector, aquí se han arrojado varias cifras, pero formalmente ¿a cuánto asciende el déficit financiero de la Ufro?
- La cifra que tenemos hoy es de 18 mil millones de pesos, que corresponde a deuda bancaria. Esos 18 mil millones responden a dos instrumentos financieros. El primero es un crédito a 10 años que pidió la universidad en 2023 y es de 10 mil millones. Existe otro instrumento financiero con el banco por otros 8 mil millones de pesos. Esa es nuestra deuda formal. Y si bien es cierto, el flujo ha sido ajustado en los últimos meses, no tenemos remuneraciones impagas como han dicho y tampoco hemos dejado de pagar las imposiciones.
- Ya mencionó que existe un sumario y una auditoría, pero ¿de qué otra manera está manejando este momento la universidad?
- En primer lugar, pedí una a reunión con la Superintendencia de Educación Superior y vinieron dos expertos, no con fines fiscalizadores, sino para apoyarnos en la gestión. Fueron dos días arduos de trabajo en que nos dieron varias luces. Después seguimos trabajando en nuestro plan de ajuste y lo que nos pidieron fue enviar nuestro plan para corroborarlo y hacer un match. También tuvimos una reunión presencial con el superintendente y el subsecretario que nos ofrecieron apoyo. En este momento, dado que no hay ningún culpable y no queremos salir a cortar cabezas, se empezó a trabajar en una reestructuración de la vicerrectoría de Administración y Finanzas donde tenemos un nuevo vicerrector, estamos instalando un nuevo director de finanzas, un encargado de gestión de personas y también una unidad fundamental como es la de análisis. Son puestos de la confianza y el rector tiene la facultad para cambiar sus equipos cuando lo estime conveniente. En este momento tenemos el plan de ajuste presupuestario, el plan de ajuste con la Superintendencia y prácticamente existe un diálogo permanente. Ahora, el plan de ajuste implica una reducción en gastos operacionales, inversiones y contrataciones.
- ¿Qué no tocará ese plan dentro de la universidad?
- Lo que no se va a tocar es la formación de pregrado, postgrado y la investigación. Todo lo que es la actividad universitaria. No hay ningún cambio para los estudiantes. Esto no los afectará. Ahora, hay que ser bien transparentes, dentro de las medidas que vienen está la no renovación de algunos contratos, y es la parte más sensible y lamentable, pero la caja no da. También estamos revisando las asignaciones, estamos revisando los sueldos. De hecho, en la rectoría y vicerrectoría nos bajamos los sueldos.
- La pregunta ineludible es ¿cuántos despidos considera el plan de contingencia?
- Por el momento no tenemos un número. Más que un número tenemos que llegar a un monto, el cual asciende a los 5 mil millones de pesos al año. Eso es lo que tenemos que ahorrar en personal a contrata y 2 mil millones, en honorarios.
- ¿Cuándo sucederá esto?
- Las desvinculaciones se resolverán a fin de mes. Como todos los años la universidad, como toda institución pública, avisa la continuidad de sus servicios antes del 30 de noviembre.
- ¿Es inevitable la desvinculación de trabajadores? Y ¿con qué criterios la universidad tomará esta decisión?
- Así es, las desvinculaciones son inevitables. Estas afectarán a personas que no tienen la confianza legítima. Son contrataciones recientes. Durante 2022 y 2023 tuvimos un incremento en la incorporación a contrata de profesionales administrativos que apoyan procesos y docencia, justamente, es ahí donde tuvimos el principal problema desde el punto de vista del flujo. Lamentamos la situación, pero en ese momento no se hizo la previsión de hasta cuánto podíamos aumentar esas contrataciones y, lamentablemente, la situación se desbordó.
- ¿En qué consistirá la revisión de sueldos de la que hablaba antes?
- Habrá ajustes, principalmente, a través de las asignaciones. También se pretende jibarizar algunas direcciones, achicarlas, juntarlas. Entonces, prácticamente, habrá una reestructuración de la universidad para disminuir los costos.
- Esta semana hubo una denuncia por "sueldos millonarios" dentro de la planta académica. ¿Qué hay de cierto? ¿Existen sueldos por sobre los 20 millones de pesos?
- Esto no es así. El sueldo más alto de los académicos es de 4 millones 700 para un profesor titular A. Ahora, si este profesor es doctor (PhD) para fidelizar su vínculo la universidad se le paga una asignación. Si esta persona es médico se le paga una asignación por la especialidad para mantenerlo aquí. Ahora, estos profesores generalmente son profesionales de jerarquía alta y lo que más les interesa es investigar y hacer publicaciones, y aquí se paga 1 millón 200 por cada investigación publicada, dependiendo del impacto que esta tenga. Hay gente muy productiva y puede publicar 10 paper's en el año. Lo malo es que se les ocurre cobrarlas todas en un mismo mes (...). Lo otros son las prestaciones de servicio. Esos recursos no son estructurales, vienen de un proyecto, de otras fuentes.
- Se prevé un año 2025 más austero. En términos de inversión, ¿habrá muchas bajas?
- Vamos a tratar de hacer la menor baja posible. Tenemos compromisos con la Facultad de Medicina, la Facultad de Educación y la Facultad de Ingeniería. Y no es que nos detengamos en cuanto a inversiones, lo que queremos hacer es utilizar los proyectos de fortalecimiento institucional, que son fondos adicionales que nos entrega el Mineduc. Por tanto, ya este año vamos a dedicar más de 2 mil millones de pesos a inversión sólo con este tipo de proyectos para infraestructura.
- La universidad está en trámites acreditación. ¿Esta situación pone riesgo el proceso?
- Ojalá que no. En realidad, no está en riesgo, a lo que me refiero es que ojalá no afecte el número de años de acreditación que nos pueda otorgar. La próxima semana se envía el documento a la CNA y después quedamos a la espera de los pares evaluadores. Con ellos lo importante es que frente a esta situación financiera vean que se han ido tomando las medidas correspondientes para que el impacto sea el menor, lo menos dañino posible. Ahora, si bien es cierto la acreditación llega al 24 de noviembre, cuando ingresamos los documentos de la nueva acreditación, la CNA emite un reporte que dice que se entiende prorrogada la acreditación hasta que el organismo emita un informe nuevo.
- Rector, como primera jefatura de la Ufro ¿hace usted algún mea culpa frente a lo que está sucediendo? Y, por último, ¿cuál es su compromiso con la comunidad universitaria?
- Llevo 40 años en esta institución. Llegué a formarme como pediatra (...) y ahora tengo una responsabilidad como rector. Por lo tanto, mi compromiso es total. Trabajo con un excelente equipo que me ha apoyado en muchas situaciones. Ahora, el mea cupla podría tener que ver con que tenemos que revisar los sistemas de controles. En los sistemas de control pudo haber habido algún fallo. Derechamente este no existió. Aquí las unidades trabajan con cierta autonomía, a pesar de que todas las semanas tenemos reuniones (...). Entonces, aquí no hay un solo responsable, sino un cúmulo de responsabilidades y creo que los sistemas de control fueron los que pudieron haber fallado.
"Esto parte por ahí por abril (...). En 2023 se produjo el ingreso de mucha gente. Aquí quizá no tuvimos los controles y una mirada suficientemente aguda para frenar la situación. En julio comienzan a sonar las campanas con más fuerza. Fuimos a la junta directiva, los balances estaban correctos, pero el estrechamiento financiero nos fue ahogando".
"(Las desvinculaciones) afectarán a personas que no tienen la confianza legítima. Son contrataciones recientes. Durante 2022 y 2023 tuvimos un incremento en la incorporación a contrata de profesionales (...). Lamentamos la situación, pero en ese momento no se hizo la previsión de hasta cuánto podíamos aumentar esas contrataciones y, lamentablemente, la situación se desbordó".
"La cifra que tenemos hoy es de 18 mil millones de pesos, que corresponde a deuda bancaria. Esos 18 mil millones responden a dos instrumentos financieros (...). Y si bien es cierto, el flujo ha sido ajustado en los últimos meses, no tenemos remuneraciones impagas como han dicho y tampoco hemos dejado de pagar las imposiciones".