"Humanizar la medicina es uno de los mayores desafíos que tenemos para mejorar la atención en salud"
Destacada por el Colegio Médico como la mejor egresada del país, la joven médica de la Universidad de La Frontera (Ufro) reflexiona sobre los desafíos de su profesión, su pasión por el servicio comunitario y su visión sobre el sistema asistencial chileno.
Con una vocación incansable por el servicio comunitario, Fiorella Bertolotto Leonelli, joven temuquense de 26 años titulada de la carrera de Medicina de la Universidad de La Frontera, ha asumido el desafío de promover un enfoque más humano en las atenciones médicas. Compromiso que se refleja en sus años de formación académica, destacándose sus trabajos en urgencias, policlínicos, campañas de invierno, visitas domiciliarias, proyectos de investigación de alto impacto y ayudantías. A esto se suma su presencia en la directiva de la Federación Internacional de Estudiantes de Medicina (IFMS), de la cual fue presidenta en los periodos 2020 - 2021.
Este camino de esfuerzo y dedicación la llevó a ser reconocida por unanimidad como la mejor egresada de medicina del país, premio de honor otorgado por el Colegio Médico de Chile, para quienes destacan no solo por su excelencia académica, sino también por su compromiso con la profesión, marcando un hito en su carrera. Un reconocimiento que, según expresa, la desafía a ser mejor cada día.
Actualmente, la doctora titulada de la Ufro se desempeña profesionalmente en los Servicios de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolución (SAR) de Conunhuenu y Lautaro, lo que le ha permitido mantenerse vinculada al sistema público de salud, ayudando a los pacientes y trabajando con la comunidad mientras define su futuro profesional.
Determinada a seguir promoviendo mejoras en el sistema de salud de Chile, Fiorella tiene claro que su vocación trasciende lo clínico: "ayudar a la comunidad y humanizar la atención son pilares fundamentales para mejorar la salud pública".
- ¿Qué significa haber recibido el Premio de Honor del Colegio Médico de Chile como Mejor Egresada de Medicina del país?
- La verdad que me tomó por sorpresa, es un gran honor y una alegría enorme. Ya que este premio no solo reconoce el esfuerzo académico, sino también el compromiso con los valores que considero esenciales en la medicina como lo es la empatía, responsabilidad, escucha activa, y buen trato. Al mismo tiempo, representa un desafío enorme porque me impulsa a continuar creciendo profesionalmente, buscando siempre las formas o mecanismos que permitan contribuir a un sistema de salud más equitativo e integral.
- Obtuviste un puntaje destacado en la Prueba de Selección Universitaria que te permitía elegir la carrera que desearas y en cualquier casa de estudios superiores del país, pero optaste por estudiar Medicina en tu ciudad y en la Universidad de La Frontera. ¿Qué motivó esta decisión?
- Desde pequeña he tenido una vocación por ayudar a las personas, a partir de una experiencia personal significativa: el diagnóstico de cáncer de mi abuela, donde conocí de cerca la realidad de un paciente, pero también de una familia que asume el rol de cuidadora, esto me permitió entender la importancia de la empatía y la humanización en la atención médica; lo cual sin dudas me acercó no sólo al mundo de la salud, sino que también me motivó a convertirme en una profesional comprometida con el bienestar integral de las personas. Por otra parte, elegí la Ufro porque su docencia es reconocida por su excelencia y porque se caracteriza por formar excelentes profesionales, sumado a un ambiente universitario que promueve un aprendizaje que va más allá de lo técnico, inculcándonos valores de compromiso con la salud pública mediante una formación integral y humana que va de la mano con las demandas que hoy en día exige la salud en Chile.
- ¿Cómo impactaron las experiencias vividas en tu época universitaria en tu forma de ver la medicina hoy?
- Mi etapa de formación académica ha sido muy enriquecedora, me ha permitido conocer la realidad de quienes más necesitan, sin duda estas experiencias han sido transformadoras en mi carrera. El conocer de cerca las dificultades que enfrentan muchas personas en el acceso a la salud me ayudó a entender que la medicina debe ser una herramienta que permita reducir las brechas de desigualdades, más aún en los trabajos realizados en regiones donde el acceso es más difícil y los recursos son menos. Cada uno de esos momentos me reafirmaron la importancia de tratar a cada paciente con amabilidad y cercanía, porque detrás de cada uno de ellos hay una historia única que no conocemos y es ahí donde debemos estar preparados.
- Mucho se habla de la necesidad de humanizar la medicina ¿Cómo ves encaminada esta perspectiva en nuestro país?
- Creo que este es el gran desafío que tenemos como profesión, sin duda es una necesidad urgente. Muchas veces en el sistema de salud, por su estructura y alta demanda, tiende a mecanizarse los procesos lo cual genera una deshumanización en la atención y esto habla de que estamos muy falentes en algo tan fundamental como es el buen trato al paciente. Siento que es crucial recordar que detrás de cada diagnóstico hay una persona con miedos, sueños y necesidades. Humanizar la medicina es fundamental para un mejor sistema de salud, no solo mejora la experiencia del paciente, sino que también hace más gratificante nuestro trabajo como médicos.
- ¿Cuál es tu visión en relación al sistema de salud actual en Chile?
- Considero que es fundamental continuar fortaleciendo la salud pública de nuestro país, más aún en regiones donde los recursos son menos, si bien el sistema mixto tiene ventajas como ejemplo en la cantidad de especialistas que dispone, creo que debemos avanzar hacia un modelo público más robusto, con mayor financiamiento y mejores condiciones tanto para los pacientes como para los profesionales. Esto sin duda permitiría garantizar un acceso más equitativo a servicios de salud de calidad, algo que actualmente sigue siendo una deuda en nuestro país como lo son las listas de espera.
- ¿Tienes decidido especializarte en algún área en particular? ¿Dónde te ves de aquí a 10 años?
- En estos momentos mi foco está aquí en el presente, quiero realizar un excelente trabajo con mis pacientes en el SAR, aunque sin duda es inevitable pensar en lo que se viene para el futuro. Tengo la opción de postular al CONISS por una beca primaria o un general de zona, por otra parte, son varias las especialidades que me interesan, como por ejemplo ginecología. Por ahora solo quiero sacarle el máximo provecho a esta experiencia profesional y ayudar a los pacientes desde el lugar en que me encuentro, ya que mi futuro aún no lo tengo definido (…). Pensar en un futuro muchas veces nos agobia más de la cuenta, siento que, en este punto de mi vida a pesar de ser muy joven, tengo todo y más de lo que alguna vez soñé. Me encantaría mejorar la salud pública de nuestro país ayudando a las personas desde la vereda que me toque, ya sea desempeñándome como especialista o desde otro lugar, mi sueño sigue siendo contribuir a un cambio real y duradero, que permita que todas las personas tengan acceso a una atención digna y de calidad.
"Es fundamental continuar fortaleciendo la salud pública de nuestro país, más aún en regiones donde los recursos son menos, si bien el sistema mixto tiene ventajas como ejemplo en la cantidad de especialistas que dispone, creo que debemos avanzar hacia un modelo público más robusto, con mayor financiamiento y mejores condiciones tanto para los pacientes como para los profesionales".