Universidades: ambición y codicia
"Tener pan, techo y abrigo" cobra vigencia al referirse a las necesidades primarias de todo ser humano. Es difícil comprender dónde terminan nuestras necesidades y dónde se inicia la codicia. Podríamos establecer, así, los cimientos para una correcta forma de actuar y pensar. Con más de una cara, podemos parecer "santo" o "demonio", "honesto o ladrón", incluso el anacoreta que desea "alcanzar el cielo" y liberarse de este "valle de lágrimas". Escribo esto reflexionando sobre la falta de honestidad que se observa en la administración financiera de algunas universidades del Estado.
A nuestro "ego" le encanta esconder la ambición. ¿Cuántas veces hemos escuchado? "amo a mis semejantes", "tengo vocación de académico", "no pido nada, pero pónganme donde hay"; muchos anhelan "no ser ambiciosos" desde su propio quehacer, "servir a la ciencia "servir a la patria" diría un fariseo progresista. La máscara del desinterés suele engañar incluso a los más astutos. Incluso un penitente, que se arrodilla en un templo, lleno de fe, dice no ambicionar nada, solo un milagro para curar una enfermedad, y…. la "salvación eterna". Reflexionemos sobre las declaraciones de autoridades de universidades "en crisis" en relación a viáticos, décimo tercer sueldo, vehículo de alta gama, compra de un hotel, viajes "académicos" al extranjero.
La historia del hombre ha estado llena de ambiciones. ¿Por qué Hitler? ¿Y Maduro?, ¿Castro? ¿Trump?, ¿Biden o Harris?, ¿Putin? Mao? ¿Nuestro Chile? entre tantos, "representantes del pueblo" y -también- "científicos" en la academia, los orgullosos "spin doctors". ¿Por qué tanto interés en ocupar rectorías de universidades o cargos de poder allí? El "codicioso" quiere siempre que lo que desea "le llegue al codo" por eso es "codicia", o, un "creyente" capaz de embotellar a Dios en un "credo de pensamiento" religioso. En la historia de la humanidad, la codicia y la ambición han sido el resorte secreto de la "maquinaria social" capaz de mover un espíritu "corrupto y corruptible". Llegar al poder es lo que cuenta, no lo que pueda hacer.
La "arquitectura cognitiva" de un académico se mueve más en su propio materialismo que en una "interioridad espiritual". El pensamiento universitario hoy se cobija hoy más en la "aula magna" que "aula lucis" (aula de la luz), trabaja siempre en función del más sin saber qué es eso. Lo vi mientras enseñé en una universidad estatal de La Araucanía por 15 años. Así vamos transformándonos en "personalidades Kalkianas": aquellos que bendicen por la boca, pero maldicen con el corazón. Sí, también en una UC a quienes Jesús llamó "sepulcros blanqueados", "hipócritas", ególatras, fariseos, narcisistas, e indolentes. Son las señales de los tiempos que nos advierten sobre los "discursos engañosos" pues en la "cadencia del verso se esconde el delito", nos recuerda el D. Lama.
Otros -en un diario local- se preguntan públicamente "qué depende mi, y qué depende de ti", ¡fariseísmo puro y duro en la academia! Nos olvidamos de lo que nos enseñó Francisco de Asís "deseo poco, y lo poco que deseo, lo deseo poco".
Omer Silva Villena, exacadémico ufro/uach
Consumo sostenible
La Circular sobre Consumo Sostenible del Sernac marca un avance significativo en el reconocimiento del consumo sostenible en Chile, al exigir información clara sobre la durabilidad, reparabilidad e impacto ambiental de los productos. Sin embargo, su alcance sectorial evidencia la necesidad de avanzar hacia una política integral que promueva un consumo responsable como eje central del desarrollo sostenible.
El ejemplo de la Unión Europea es valioso en este sentido. La Directiva (UE) 2024/825 establece un marco que articula sostenibilidad empresarial, ambiental, corporativa y consumidora. Según su considerando (25), "debe proporcionarse información específica sobre la durabilidad y la reparabilidad del producto para todos los tipos de bienes antes de celebrar el contrato". Esto no solo fortalece el derecho a la información de los consumidores, sino que también incentiva la oferta de bienes más duraderos y sostenibles.
Chile debe transitar hacia una estrategia que integre estas dimensiones en sus políticas públicas, dictando normas que no solo regulen prácticas comerciales, sino que también incentiven decisiones de consumo responsables. Es fundamental que proveedores y consumidores sean corresponsables en la transición ecológica.
Dr. Sebastián Bozzo, Módulo Jean Monnet IA y Derecho Privado Europeo, Universidad Autónoma de Chile