Vulnerabilidad energética
El apagón no solo afectó a hogares y servicios básicos, sino que también paralizó el transporte público. Este incidente reabre el debate sobre la resiliencia del país frente a eventos de gran escala.
Un corte de luz sin precedentes afectó a gran parte del territorio nacional, dejando a millones de chilenos sin suministro eléctrico durante varias horas. Esto expuso nuevamente la fragilidad del sistema energético y la falta de estrategias efectivas para mitigar el impacto de estas crisis.
Las generadoras, transmisoras y la empresa Isa Interchile han apuntado a una supuesta responsabilidad del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) en el Megacorte de suministro que afectó el martes al país y que interrumpió la energía desde Arica y Parinacota a Los Lagos.
El apagón no solo afectó a hogares y servicios básicos, sino que también paralizó el transporte público, incluyendo el Metro de Santiago, y dejó inoperativas múltiples redes de telecomunicaciones.
Durante la emergencia, de acuerdo a Danilo Leal, director de Magíster en Ciencias de Computación de la Universidad Andrés Bello, miles de ciudadanos reportaron la imposibilidad de realizar llamadas o acceder a internet, lo que dificultó la coordinación de asistencia y la comunicación con familiares.
La situación pudo verse agravada debido a la eliminación progresiva de la tecnología 2G, que hasta hace poco servía como respaldo en escenarios de crisis. A diferencia de las redes 4G y 5G, más dependientes de infraestructura energética robusta, la tecnología 2G operaba con menor consumo de energía y permitía mantener la conectividad en momentos críticos.
Este incidente reabre el debate sobre la resiliencia del país frente a eventos de gran escala y la necesidad de fortalecer las redes de comunicación y energía. Es crucial que las autoridades y empresas del sector implementen soluciones que garanticen la continuidad de los servicios esenciales ante futuras emergencias.