Escuela Arturo Prat celebra sus 140 años de vida, recordando su historia y proyectando su legado hacia el futuro
ESTABLECIMIENTO MÁS ANTIGUO. En pleno corazón de Temuco, la también llamada Escuela N°2 conmemora más de un siglo de historia educativa marcada por la tradición familiar, el compromiso ambiental y una profunda conexión con su comunidad. Con múltiples actividades durante el año, el establecimiento se proyecta como un referente de educación pública para la ciudad y la Región.
Precisamente hoy, 16 de mayo, la Escuela Arturo Prat de Temuco conmemora un hito histórico: 140 años de existencia, convirtiéndose en el establecimiento educacional en funcionamiento más antiguo de la ciudad, naciendo apenas cuatro años después de la fundación de Temuco.
"Cuando se fundó esta escuela, Temuco tenía apenas cuatro años de vida. Hoy estamos celebrando los 140 años siendo parte del corazón de esta ciudad", destacó con orgullo su actual directora, Ana María Bruna, quien asegura que el establecimiento ha sido un pilar educativo y social para varias generaciones de familias temuquenses, ya que por sus aulas han pasado cientos de alumnos que se convirtieron en exitosos profesionales.
Es por ello que irremediablemente la historia de la también llamada Escuela Nº 2 o Escuela D-470 está ligada a la historia de Temuco. De hecho fue llamada como la Nº 2 porque había otra Nº1 que desapareció, asegura la directora, agregando que además de su actual ubicación en calle General Mackenna 685, también funcionó en otras dos direcciones. "En sus comienzos se ubicó en calle Prat y luego en Claro Solar con Bulnes donde hoy funciona el Banco Estado; ya en 1948 se cambian para acá y en el año 1963 se inaugura este edificio que lo hacen prácticamente nuevo con fondos de la Alianza para El Progreso", expresa Ana María Bruna, tras revisar los antecedentes históricos.
Aniversario
Si bien oficialmente el aniversario es el 16 de mayo, es decir hoy, se tomó la decisión decretar el "Año del 140° aniversario", comenzando las celebraciones el pasado 5 de mayo con un emotivo Café del Reencuentro, al que asistieron exfuncionarios, exalumnos, directores y apoderados. "Ellos estaban felices, fue una actividad muy bonita. Esta escuela tiene una tradición familiar muy fuerte. Aquí han estudiado abuelas, hijas y nietas", expresó Bruna.
De lo anterior puede dar fe la apoderada Noemí Guzmán, quien es ex-alumna de la Escuela, tuvo cuatro hijos que también estudiaron en el establecimiento y, actualmente algunos de sus nietos también asisten a la emblemática Escuela Nº 2.
"Para mí es una alegría enorme, pero también me da tristeza porque como colegio antiguo falta creo más preoupación de las autoridades por mantenerlo en buen estado", expresa la apoderada, quien agrega que le preocupa el cambio que han experimentado las nuevas generaciones. "Para mí es un orgullo este colegio, le tengo un cariño muy grande y por eso me preocupa que hoy día se ha perdido el respeto a los profesores que cumplen una misión tan linda", subraya.
Otra realidad
La irrupción de la tecnología, las redes sociales y lo ocurrido con la pandemia, dan cuenta de una nueva realidad muy distinta a la que se vivía años atrás en las salas de clases.
Así lo expresa la docente de Eduación General Básica, Nury Sánchez, que se ha desempeñado por 36 años en la Escuela Arturo Prat, recordando que ha podido formar a varias generaciones de estudiantes, lo que no deja de emocionarla.
También ha sido testigo de los cambios que ha ido experimentando la sociedad. "La tecnología ha cambiado mucho a los estudiantes. Yo constantemente les digo a los apoderados que el celular no es para los niños porque son muy pequeños, principalmente los del primer ciclo", dice, asegurando que el sentimiento de trabajar en una escuela emblemática es algo que no se puede describir. "Me emociona enormente el aniversario porque para mí es toda una vida aquí. Estamos con la camiseta puesta hace mucho tiempo", concluye Nury Sánchez.
"Cuando se fundó esta escuela, Temuco tenía apenas cuatro años de vida. Hoy somos parte del corazón de esta ciudad".
Ana María Bruna,, directora
"Me emociona enormemente el aniversario porque para mí es toda una vida aquí. Estamos con la camiseta puesta".
Nury Sánchez,, docente por 36 años
"Para mí es una alegría enorme, pero también me da tristeza porque creo que falta más preocupación de las autoridades".
Noemí Guzmán,, ex-alumna y apoderada