Aventura de otoño en la ciclovía Manzanar Malalcahuello
CICLOTURISMO. La zona cordillerana de La Araucanía tiene atractivos que se pueden disfrutar durante todo el año.
Uno de los mejores panoramas para los fríos fines de semana otoñales en La Araucanía es quedarse en cama hasta tarde, disfrutando de la calma y el calor del hogar. Sin embargo, para los miembros de Turismo Bike Araucanía el abrigado descanso dominical dista mucho de lo que pudiera ser una mañana entretenida.
Por ello, apenas la ciudad despierta, realizan el último chequeo a su bicicleta y parten a disfrutar del contacto con la naturaleza en alguno de los indómitos rincones de la Región.
En ese contexto, la ciclovía que une Manzanar con Malalcahuello es uno de los destinos habituales de los miembros de esta cofradía de mountainbikers.
El trazado, de casi 13 kilómetros, se emplaza por donde antiguamente circulaba el ferrocarril que conectaba con Lonquimay y lleva al visitante a recorrer zonas de bosque nativo, escoriales volcánicos, impresionantes saltos o bien atravesando antiguos túneles ferroviarios.
Si a ello se agrega todo el atractivo que el frío otoño imprime a los paisajes cordilleranos, esta aventura se convierte en un panorama ideal para escapar de la ciudad y disfrutar de la naturaleza, el patrimonio histórico y el deporte.