Entre hoy y mañana Chile conmemora una de sus celebraciones culturales más significativas: el Día de los Patrimonios, una instancia que invita a la ciudadanía a reconectarse con la historia, identidad y diversidad que forman parte de nuestro legado común.

El Día de los Patrimonios Culturales fue instaurado oficialmente en 1999 por el Ministerio de Educación (Mineduc), a través del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), con el objetivo de promover el conocimiento, valoración y disfrute del patrimonio cultural, histórico y arquitectónico del país. Lo que comenzó como una jornada enfocada en abrir las puertas de edificios emblemáticos al público, se ha transformado en un evento multitudinario, descentralizado y participativo, que actualmente abarca expresiones materiales e inmateriales de la cultura chilena y encanta año tras año a los asistentes.

En cada edición, durante el último fin de semana de mayo, miles de actividades se realizan a lo largo del país visitas guiadas, rutas patrimoniales, exposiciones, conversatorios, muestras artísticas y eventos comunitarios, muchos de ellos organizados por agrupaciones locales, municipios, museos, bibliotecas y organizaciones sociales.

En el caso de La Araucanía, la mayoría de las comunas tiene preparadas diversas actividades, y muchas instituciones y espacios culturales abrirán sus puertas para que los ciudadanos puedan visitarlos durante el fin de semana.

Desde su creación en 1999, el Día de los Patrimonios se ha consolidado como una instancia fundamental para reencontrarnos con nuestra historia y reconocer la diversidad que forma parte de la identidad nacional.

Al finalizar su peregrinaje por este mundo nuestro Señor Jesús hacía una oración, en san Juan 17 casi con una desesperación que brotaba de cada una de sus palabras. Esta Oración era concreta al pedir que los discípulos estuvieran unidos en armonía y amor como el Padre, el Hijo y Espíritu Santo lo están, la unión más fuerte de todas.

Siempre el deseo del Señor Jesús es y ha sido llegar a ser uno. ¿Por qué es primordial para nuestro Señor que esto suceda? Porque Él sabe que al Unirse sus discípulos se transformaban en un poderoso testimonio de la realidad del Amor de Dios para el mundo entero.

Han pasado los años y los siglos y lamento tener que reconocer que este deseo no ha llegado a concretarse jamás y sigue siendo el anhelo profundo de nuestro Señor y Salvador. ¿Pero en que se ha fallado y estamos fallando para no lograrlo? ¿Cuáles son los pasos que deberíamos dar para lograr esto?

1) En el mismo capítulo v. 3 habla de que debemos obtener la vida Eterna (17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.) Pero imposible obtener esta vida si no damos algunos pasos importantes, entre ellos. a) Confesar nuestros pecados. (Mt. 18.35; Hc. 24.16; Mt. 5.23.) b) En el V.10 habla el Señor de que ha sido Glorificado en Ellos.

¿A qué se refiere? Simplemente era que ellos habían revelado su carácter y la presencia de Dios en sus vidas. 1(7:10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.) Me pregunto ¿Revelan nuestras vidas el carácter y la presencia de Dios? ¿Cuándo estamos en aprietos revelamos su carácter y su presencia?

Los cristianos podemos vivir en unidad si vivimos unidos a Dios. Cada pámpano está unido a la vid pero también hay que considerar que por ella está unido a otro pámpano. Todo ser humano necesita 3 elementos básicos para actuar de otra manera: Amor, Aceptación y Aprobación.

Por lo tanto, para hacer realidad el deseo de nuestro Señor debemos: 1. Escuchar: Deje todo por oír con atención - No le regañe - Saber escuchar es un arte y demuestra Sabiduría. 2. Interesarnos: ¿Cómo estás? - ¿Cómo te va en tu trabajo? ¿Puedo ayudarte? 3. Mostrarles amor: Tú puedes entregar un abrazo. Y mucho más para lograr la unidad del cuerpo de Cristo (su Iglesia) debemos: Orar por otros, edificar a otros, trabajar juntos en humildad, dar de su tiempo y dinero, exaltar a Cristo y evitar discusiones que provoquen división.

Estamos a la puerta del regreso de nuestro Señor y ya es hora que intentemos hacer realidad el deseo de quien dio su vida por nosotros.

Obispo Pablo Pinto Salamanca,

Consejo de Pastores de La Araucanía

Entre hoy y mañana Chile conmemora una de sus celebraciones culturales más significativas: el Día de los Patrimonios, una instancia que invita a la ciudadanía a reconectarse con la historia, identidad y diversidad que forman parte de nuestro legado común.

El Día de los Patrimonios Culturales fue instaurado oficialmente en 1999 por el Ministerio de Educación (Mineduc), a través del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), con el objetivo de promover el conocimiento, valoración y disfrute del patrimonio cultural, histórico y arquitectónico del país. Lo que comenzó como una jornada enfocada en abrir las puertas de edificios emblemáticos al público, se ha transformado en un evento multitudinario, descentralizado y participativo, que actualmente abarca expresiones materiales e inmateriales de la cultura chilena y encanta año tras año a los asistentes.

En cada edición, durante el último fin de semana de mayo, miles de actividades se realizan a lo largo del país visitas guiadas, rutas patrimoniales, exposiciones, conversatorios, muestras artísticas y eventos comunitarios, muchos de ellos organizados por agrupaciones locales, municipios, museos, bibliotecas y organizaciones sociales.

En el caso de La Araucanía, la mayoría de las comunas tiene preparadas diversas actividades, y muchas instituciones y espacios culturales abrirán sus puertas para que los ciudadanos puedan visitarlos durante el fin de semana.

Desde su creación en 1999, el Día de los Patrimonios se ha consolidado como una instancia fundamental para reencontrarnos con nuestra historia y reconocer la diversidad que forma parte de la identidad nacional.

Al finalizar su peregrinaje por este mundo nuestro Señor Jesús hacía una oración, en san Juan 17 casi con una desesperación que brotaba de cada una de sus palabras. Esta Oración era concreta al pedir que los discípulos estuvieran unidos en armonía y amor como el Padre, el Hijo y Espíritu Santo lo están, la unión más fuerte de todas.

Siempre el deseo del Señor Jesús es y ha sido llegar a ser uno. ¿Por qué es primordial para nuestro Señor que esto suceda? Porque Él sabe que al Unirse sus discípulos se transformaban en un poderoso testimonio de la realidad del Amor de Dios para el mundo entero.

Han pasado los años y los siglos y lamento tener que reconocer que este deseo no ha llegado a concretarse jamás y sigue siendo el anhelo profundo de nuestro Señor y Salvador. ¿Pero en que se ha fallado y estamos fallando para no lograrlo? ¿Cuáles son los pasos que deberíamos dar para lograr esto?

1) En el mismo capítulo v. 3 habla de que debemos obtener la vida Eterna (17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.) Pero imposible obtener esta vida si no damos algunos pasos importantes, entre ellos. a) Confesar nuestros pecados. (Mt. 18.35; Hc. 24.16; Mt. 5.23.) b) En el V.10 habla el Señor de que ha sido Glorificado en Ellos.

¿A qué se refiere? Simplemente era que ellos habían revelado su carácter y la presencia de Dios en sus vidas. 1(7:10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.) Me pregunto ¿Revelan nuestras vidas el carácter y la presencia de Dios? ¿Cuándo estamos en aprietos revelamos su carácter y su presencia?

Los cristianos podemos vivir en unidad si vivimos unidos a Dios. Cada pámpano está unido a la vid pero también hay que considerar que por ella está unido a otro pámpano. Todo ser humano necesita 3 elementos básicos para actuar de otra manera: Amor, Aceptación y Aprobación.

Por lo tanto, para hacer realidad el deseo de nuestro Señor debemos: 1. Escuchar: Deje todo por oír con atención - No le regañe - Saber escuchar es un arte y demuestra Sabiduría. 2. Interesarnos: ¿Cómo estás? - ¿Cómo te va en tu trabajo? ¿Puedo ayudarte? 3. Mostrarles amor: Tú puedes entregar un abrazo. Y mucho más para lograr la unidad del cuerpo de Cristo (su Iglesia) debemos: Orar por otros, edificar a otros, trabajar juntos en humildad, dar de su tiempo y dinero, exaltar a Cristo y evitar discusiones que provoquen división.

Estamos a la puerta del regreso de nuestro Señor y ya es hora que intentemos hacer realidad el deseo de quien dio su vida por nosotros.

Obispo Pablo Pinto Salamanca,

Consejo de Pastores de La Araucanía