El valor del patrimonio
Urge la necesidad de consolidar un orden jurídico que preserve eficazmente el patrimonio arquitectónico y cultural. Es importante tomar conciencia de lo que representa el patrimonio cultural.
Varias reflexiones nos dejó el Día del Patrimonio Cultural, celebrado el pasado fin de semana, y que contó con diversas actividades en La Araucanía. Durante las últimas dos décadas y media esta fecha ha sido celebrada con interés por las familias, y sobre todo por los niños, que tienen la oportunidad de recorrer en plenitud y gozar con la estética y lo que guardan edificios estatales y privados, museos, bibliotecas y otras dependencias. Con el paso de los años, se fue agregando un significado más amplio, ya que era la oportunidad de reflexionar acerca de la necesidad de valorar y preservar el patrimonio del país.
Desde que fue instituido este día de celebración, ha sido una instancia para la riqueza espiritual, considerando que parte del patrimonio nacional ha sido dañado por terremotos, incendios y otros desastres. La demanda de suelo para la construcción también ha significado la destrucción de edificaciones emblemáticas, así como ha ocurrido con los tan necesarios humedales naturales.
Surge, entonces, la necesidad de consolidar un orden jurídico que preserve el patrimonio arquitectónico y cultural, protegiéndolo de nuestro propio olvido, del deterioro causado por las personas y el tiempo, la obsolescencia e incluso la especulación, en el caso de los inmuebles o barrios que lo conforman.
Por eso, es importante tomar conciencia de lo que representa el patrimonio cultural, histórico y arquitectónico, para comprometerse en su cuidado, porque es bueno que como sociedad seamos capaces de poner a buen resguardo lo que hicieron y construyeron las generaciones anteriores. Pero no sólo hay que pensar en la declaración de algunas obras como monumentos nacionales, sino también es necesario resguardar las zonas típicas en las ciudades, que se constituyen en cartas de presentación para quienes van a visitarlas. Debemos sentirnos orgullosos de este legado.