Los períodos electorales tienen esa particular característica: de una u otra manera, todos los candidatos se vuelven un poco locos prometiendo el oro y el moro, y, en los casos populistas más extremos, las provocaciones y los excesos discursivos están a la orden del día. También las burradas. Bien lo sabemos en La Araucanía donde ya varios postulantes al sillón presidencial han sacado a relucir lo peor de sus repertorios.
Sucedió hace poco con Franco Parisi, supremo líder del Partido de la Gente (PDG), quien en entrevista con El Austral se lanzó la siguiente perla para el bronce: "si salgo electo Presidente no me vengan a reclamar tierras ancestrales con un iPhone y zapatillas Nike". No solo eso, en entrevista con el matinal Nuestra Gente de UATV agregó que no estaba de acuerdo "con ningún punto" del reciente informe de la Comisión Para la Paz y el Entendimiento.
No contento con lo anterior propuso además que la población mapuche sea definida mediante exámenes de ADN. "¿Qué es un mapuche? ¿Cómo se define un mapuche?", se preguntó, asegurando que "hay un estudio que demuestra que todos los chilenos tenemos rasgos originarios o mapuches, entre un 45 y 55% de nuestro ADN. Definamos. Yo digo que va a ser mapuche sobre un 85% de ADN". "Empecemos la discusión como corresponde", cerró sin siquiera ruborizarse.
Partamos por los iPhone y las zapatillas Nike. ¿Quién le dijo a Parisi que para ser mapuche había que andar con ojotas o comunicarse con señales de humo? Franco: si algo caracteriza a las culturas vivas es su capacidad de adaptación, de evolucionar y de transformarse a lo largo del tiempo, ajustándose a los cambios en el entorno, la tecnología y las interacciones sociales. Los mapuche, desde tiempos muy antiguos, somos un vivo ejemplo de aquello, al punto que hoy te lo explico desde mi iMac de última generación.
Es más, siempre he creído que en esa capacidad de adaptación está la gran potencia de nuestro pueblo y su cultura: nos permite seguir siendo mapuche en la modernidad y nos proyecta otros cien años al futuro. Fue lo que respondí a un sorprendido ministro Joaquín Lavín cierta vez que me invitó a charlar con él a La Moneda. "Pedro, qué modelo les atrae, ¿Bolivia? ¿acaso Venezuela?", me preguntó intrigado. Mi respuesta fue un rotundo no. "Japón ministro, Japón", le dije. Tradición y modernidad, ni más, ni menos. Mi respuesta lo sorprendió por completo.
Volviendo a Parisi, su visión caricaturesca de la identidad mapuche adquiere ribetes de sandez en su propuesta del examen de ADN para definir quién es mapuche. Y es que el candidato no solo desconoce la Ley Indígena y los requisitos que se exigen hoy para obtener la calidad de indígena, además incurre en racismo científico al querer determinar por vía genética una pertenencia étnica. Franco: las pruebas de ADN pueden revelar información sobre la composición genética de una persona, pero no pueden definir su pertenencia a un pueblo o etnia en específico.
Es por ello que lo que sí está demostrado científicamente es la composición genética de la sociedad chilena. Un estudio, de varios existentes, fue el desarrollado en 2015 por el Programa de Genética Humana del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, que retrató la huella genética actual de los chilenos de norte a sur. Su conclusión: una abrumadora mayoría tiene genes amerindios, es decir, son mestizos. Partieron todos a botar los iPhone y las zapatillas Nike.