Aislación térmica y eficiencia energética
Si bien durante años el foco del combate a la contaminación atmosférica en Temuco y Padre Las Casas estuvo centrado en la imperiosa necesidad de utilizar únicamente leña seca como combustible de las estufas hogareñas, sólo en el pasado reciente han comenzado a surgir nuevos conceptos como la aislación térmica y la eficiencia energética, que pueden ayudar tanto o más para disminuir la emisión de las partículas tóxicas hacia el medio ambiente. La leña, principal elemento de la matriz energética de los inmuebles de la zona saturada, puede ser un gran aliado si es que cuenta con las condiciones necesarias para la combustión, esto es, que tenga un 25 por ciento o menos de humedad. Si ello no ocurre, el resultado será un cañón vomitando veneno desde el techo de los hogares y daños acumulativos en la salud de las personas.
La aislación térmica, en cuanto a la capacidad de una casa para mantener el calor que emane desde su método de calefacción; y la eficiencia energética, como la capacidad de contar con un sistema que permita la mayor calefacción posible con el menor uso del combustible elegido (y ojalá no contaminante), se han ido instalando progresivamente en el área de interés de la ciudadanía, expresado tanto a la hora de visitar posibles inmuebles a la venta, como en la exploración y adopción de nuevos tipos de calefacción, que van desde paneles solares hasta la geotermia. Por cierto que es un trabajo de largo aliento, pero insustituible si se quiere descontaminar el Gran Temuco y que por algo forma parte de los planes gubernamentales que pretenden recuperar el aire limpio de las ciudades del sur.
La aislación térmica es clave para disminuir la emisión de partículas contaminantes a la atmósfera. En este sentido, los proyectos inmobiliarios de esta zona cada vez están más conscientes de cumplir con estos requerimientos para responder a una demanda consciente y a las exigencias de la autoridad, pero la materia pendiente continúa siendo el inmenso parque existente de casas construidas con parámetros que al final, terminan propiciando la fuga del calor.
Aunque hay un programa de subsidios de aislación térmica, la urgencia por mejorar el aire exige imprimirle una mayor velocidad. Si se mantiene el mismo ritmo, no pasará de ser más que una anécdota en Temuco y Padre Las Casas.