Frases
"Ha disminuido mucho el trabajo en la Región, principalmente por el conflicto".
José Villagrán,
"La Reforma a la Educación Superior muestra una ausencia del tema regional".
Ignacio Sánchez,
"Ha disminuido mucho el trabajo en la Región, principalmente por el conflicto".
José Villagrán,
"La Reforma a la Educación Superior muestra una ausencia del tema regional".
Ignacio Sánchez,
5.800 vehículos motorizados circulan en Temuco, esto de acuerdo al número de patentes otorgadas este año por la Dirección de Tránsito de la municipalidad. A esto hay que agregar mil vehículos de tracción animal y 3.850 de conducción humana. Por primera vez se agotaron las patentes de automóviles y bicicletas debiéndose solicitar más.
Para modernizar la educación y realizar un trabajo práctico y seguro, el Liceo Politécnico de Curacautín realizó la inauguración de sus nuevas dependencias para la carrera de Servicio de Alimentación Colectiva. Durante la inauguración estuvieron presentes representantes de Corprix, corporación encargada del establecimiento.
Habitantes de Puerto Saavedra, Queule y Nehuentúe tuvieron que buscar refugio en las zonas seguras. La población permanecía expectante a la espera de los trenes de olas. Pescadores reportaron variaciones en el nivel del mar. El sismo tuvo epicentro en la Región de Coquimbo y dejó un saldo inicial de cinco muertos y un desaparecido.
A dos años de promulgada la Ley Emilia, normativa que endurece drásticamente las penas a quienes provoquen algún accidente conduciendo un vehículo tras haber consumido alcohol, y que entró en vigencia en septiembre de 2014, el balance general en cuanto al número de personas fallecidas es positivo. Esto ya que hubo una disminución de un 31 por ciento en desenlaces fatales asociados a accidentes de tránsito con presencia del alcohol, pasando de 33 casos en los dos años anteriores a la entrada de la ley, a sólo 23, entre 2014 y lo que va de 2016. No así en otros indicadores, que muestran magros resultados, ya que, por ejemplo, si antes de la ley se contabilizó en La Araucanía un total de 1.016 accidentes de tránsito, tras su puesta en marcha hubo un incremento en 44 casos, alcanzando los 1.060 accidentes. Al igual que el número de personas sorprendidas conduciendo en estado de ebriedad, toda vez que Carabineros pudo constatar que durante el año 2015 y lo que va de 2016, el número de conductores sorprendidos en estas condiciones fue de 3 mil 301, en tanto que durante 2013 y 2014 esa cifra alcanzó sólo a las 2.965 personas. Estos datos se suman a otros indicadores acuñados desde la entrada de la ley, que indican, por ejemplo, que se han registrado 1.060 accidentes asociados al alcohol, de los cuales un 97 por ciento corresponde a conductores que guiaban sus vehículos derechamente en estado de ebriedad.
Esta información cobra relevancia durante septiembre ya que, según información de Carabineros, es el mes que registra la más alta tasa de accidentabilidad en las carreteras, alcanzando un 10,5 por ciento de la tasa anual, en comparación al año anterior, lo que se entiende está asociado a la celebración de las Fiestas patrias y el aumento en la ingesta de bebidas alcohólicas.
Ahora bien. A pesar del drástico endurecimiento de las penas que tras la Ley Emilia se aplican a quienes provoquen lesiones graves o causen la muerte de una persona, las estadísticas indican que esta normativa no está siendo del todo efectiva como se esperaba, ya que no ha frenado este fenómeno. De ahí que no se debe bajar la guardia en la lucha por evitar que siga habiendo conductores que asuman esta tarea bajo los efectos del alcohol y se hace necesario generar instancias que permitan, de una vez por todas, una toma de consciencia real por parte de quienes guían un vehículo motorizado.
Ya se ha establecido como tradición en nuestro país la celebración del Te Deum evangélico, siendo el más llamativo el de Santiago. Lamentablemente este evento no da cuenta de la realidad de la iglesia evangélica a lo largo del país. El show mediático, casi politizado y superficial que se desarrolla hoy en la capital, pese a las buenas intenciones de algunos, dista mucho de las celebraciones sencillas, no partidistas y de contendido más bíblico que se realizan en regiones.
Te Deum significa "A ti oh Dios". Debería ser por tanto una celebración en que la iglesia ante todo agradece, reconoce y ruega a Dios por toda la contingencia nacional. Pero hoy esta gala se ha convertido en una serie de discursos (aun las oraciones), dirigidas más bien a las autoridades y público que a Dios.
Por ser el de mayor cobertura nacional, el capitalino está pensado en la presencia de las autoridades y las cámaras de televisión, pero no se centra en Dios, negando el sentido real que debería tener. Quizás porque desde su origen muchos líderes se rindieron ante el poder temporal, esperando recibir algo a cambio o agradeciendo por haberlo ya recibido.
Vimos por ejemplo que los aspectos bíblicos más esenciales que están siendo pisoteados por las mismas autoridades presentes, tales como la defensa de la vida, la familia, etcétera. estuvieron ausentes o simplemente diluidos. Sólo se hizo eco de aspectos en que de perogrullo concordamos, quizás para no molestar a las honorables, a quienes "tanto debemos".
Al parecer muchos líderes eclesiásticos han olvidado las lecciones de la historia que nos muestran que cuando la iglesia hace venias al poder temporal deja de ser iglesia, y pasa a ser una irrelevante organización social.
En estos tiempos el rol de una iglesia profética (que poco tiene que ver con augurios), debe enfatizar lo que Dios ya ha declarado junto con denunciar de manera firme y enérgica a una sociedad e iglesia que se aleja de la voluntad del Creador. Esta denuncia debe tener como sustento la autoridad de vidas vividas acordes con el Evangelio.
Por tanto, a menos que se enmiende el rumbo, lo más sano para la iglesia y para el país sería dejar de lado los futuros Te Deum capitalinos y comenzar a hacer la tarea inconclusa que tenemos por delante. Recordemos que a Dios no le interesa ni agradan sacrificios y manifestaciones que no están basados en corazones humildes y vidas íntegras, y miradas enfocadas en la eternidad que por ello pueden ser relevantes en la temporalidad.
Cortázar, el autor argentino decía: "Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo esta perdido y hay que empezar de nuevo".
Andrés Casanueva, pastor anglicano