La discusión en la UDI
En las últimas semanas la UDI regional ha estado envuelta en una polémica que ha dejado al descubierto sus dos grandes almas: la de los precandidatos santiaguinos Naveillán y Hasbún que niegan los orígenes del conflicto en La Araucanía, confunden y no proponen nada más; y, la de su presidente regional, Ricardo Barría, quien señaló que el conflicto no es algo inventado, condenó la violencia e hizo un llamado al diálogo para que todos podamos vivir en paz. Jaime Guzmán decía que hay dos grandes formas de abordar la acción pública. Una, la de Hasbún, busca halagar a la masa, identificándose con las consignas dominantes y cediendo a las pasiones y caprichos. Otra, la de Ricardo Barría, mucho más difícil, intenta con valentía moral y de cara ante él, un combate rectificador frente a las consignas falsas, vacías y torcidas. Y es que negar los orígenes del conflicto en La Araucanía, es tan absurdo como negar el apartheid en Sudáfrica, la posición de Barría deja en claro que la búsqueda de un diálogo no es cuestión de posturas políticas, sino que, de voluntad, y es que el primer paso para alcanzar la paz, no es otro que el de reconocer los horrores de nuestro pasado, no para perpetuarlos, sino que para reconciliarnos.
En las últimas décadas la UDI de Santiago ha mandado una serie de candidatos afuerinos a la Región, es ley, todos llegan con prepotencia, con parafernalia, creyéndose caciques, pero todos sin excepción vienen y se van, quizás ha llegado el tiempo de que la UDI demuestre si es demócrata e independiente y lleve un candidato regional, no sé ustedes, pero yo prefiero ver a Ricardo Barría de senador.
Venancio Coñuepan
Reclama contra la seremi de Justicia
Con fecha abril 11 del presente año, me dirigí a la señorita secretaria ministerial de Justicia de Temuco para hacerle presente la excesiva burocracia con la cual se ha visto mi situación, mediante documento, a la fecha aún no recibo respuesta de la seremi, señorita Claudia Alejandra Lecerf H. considerando que el cargo el cual ocupa es para servir. El servidor público es una persona orientada principalmente por el deseo de servir y atender las necesidades de las ciudadanas y ciudadanos, poniendo a disposición de la nación sus capacidades, con el fin de contribuir al desarrollo de ésta y anteponiendo los máximos fines del Estado a cualquier propósito o interés particular. La vocación de servicio es uno de los principios y valores fundamentales del servidor público, por lo tanto, considera los siguientes aspectos: Satisfacción y pasión por brindar la mejor atención y calidad de servicio, teniendo claro el rol como servidores públicos.
Compromiso a "entender, atender y resolver" las necesidades de aquellos a los que servimos, orientándonos permanentemente a su satisfacción y a superar sus expectativas.
Atender con cordialidad, humanidad, rapidez y sentido de oportunidad los planteamientos de las usuarias y los usuarios. Constante desarrollo, mejoramiento de las propias capacidades y abiertos al aprendizaje de nuevos conocimientos, con la finalidad de prestar un mejor servicio.
Un servidor público debe actuar sobre las bases de la justicia, la razón y la argumentación por encima de cualquier interés individual, su rol se orienta a la generación del bien colectivo. No veo que la seremi de Justicia encarne los principios de lo que es un servidor público, ya que como reitero a la fecha ni se molestó en dignarse a darme una respuesta a mi carta en la cual le hago ver la excesiva burocracia del Estado chileno, en particular del servicio que ella dirige, para resolver mi situación.
Roberto Castro Arrellano
Un Chile sin responsables
Junto con saludarlo, quisiera comentar la carta enviada por don Ramón López y que fue publicada en la edición de ayer jueves. Se pregunta por la falta de médicos en el Hospital de Temuco y solicita una respuesta razonable y no excusas.
Lamentablemente este Gobierno no se las dará. Como tampoco ha dado respuestas por los casos de fraude al fisco que se cometen dentro del mismo aparato estatal, incluyendo la opción de no investigar por parte del Servicio de Impuestos Internos. Sumemos las campañas políticas con dineros mal habidos, la desastrosa administración del Sename, jubilazos, milicogate, pacogate, sobresueldos de parlamentarios. Necesitamos muchas explicaciones y no hay voluntad política de nadie de asumirlas, ya que eso sería entregar la elección presidencial a los rivales del oficialismo, y con eso, perder la fuente de los ingresos tránsfugos que buena parte de algunos personeros y funcionarios se están llevando a sus cuentas personales. El sistema de salud en general está en crisis. Mi madre lleva esperando dos años para un examen de colonendoscopía y uno para ecocardiograma. Y nadie le da una explicación razonable del porqué. Y creo que tampoco me responderán mis preguntas. ¿Quién fiscaliza en Chile? Porque primero roban y se coluden, y después medio se investiga, y medio se sanciona. Yo no espero explicaciones. Yo quiero acciones. Y no veo quién las tome.
Jaime Rodríguez Cariqueo