Andrea Arias Vega
La crítica situación del Sename y la vulneración de los niños al interior de los centros habla de "una sociedad enferma" y, por lo tanto, no obedece exclusivamente a "un pecado del gobierno de turno".
Esta es la conclusión de una de las diez congresistas de la Cámara Alta, la senadora por La Araucanía de Evópoli, Carmen Gloria Aravena Acuña, en el marco del Acuerdo Nacional por la Infancia que anunció el Presidente Piñera, iniciativa que busca enfrentar la actual crisis después de años de investigaciones.
En este contexto, para Aravena externalizar los servicios del Sename, "no tiene nada de malo", ya que posee un juicio crítico respecto del actual control de gestión de lo público. "No puede ser que demoremos años en cerrar una institución que no está cumpliendo con su labor, aquí no estamos haciendo pan, estamos cuidando niños".
-¿Cómo fue el recibimiento en el Senado?
-Estoy muy agradecida, las mujeres son encantadoras. Tengo de vecinos a Francisco Huenchumilla y a Felipe Kast, vamos a estar juntos mucho tiempo. Por ahora estoy calladita, porque no hemos tenido comisiones, pero me he sentido muy acogida. Uno mira el otro lado de la política porque más allá de las diferencias, que son naturales, prima el respeto por la labor.
-¿Qué primera moción le gustaría presentar?
-En mi calidad de presidenta de la Comisión de Agricultura me preocupa el tema de las quemas, debiéramos tener una ley que disminuyera esto para no seguir perdiendo suelo cultivable. Y respecto de las nuevas políticas en torno al empleo remunerado, me interesan los temporeros y, sobre todo, temporeras, donde debiese haber una mirada de mujer.
-¿Qué temáticas vinculadas a la equidad de género le interesan?
-Las remuneraciones deben normarse, además hay que abordar la flexibilidad laboral y el fomento del trabajo desde la casa, ya que eso favorecer la incorporación de la mujer al trabajo.
-¿Cómo recibe este anuncio de un gran acuerdo por la infancia?
-Con un profundo agradecimiento al Presidente, a Evópoli y a Felipe Kast que fue el primero que planteó el tema. Una sociedad sana debe partir desde la infancia. Nosotros estamos en deuda con los niños privados de libertad, los niños no delinquen porque quieren, sino porque no han tenido un entorno adecuado. Y resulta que al sacarlos de su casa y llevarlos a un lugar peor se complica todo. Chile ha avanzado en desarrollo e ingreso per cápita, pero se olvidó de los niños. Espero que al término del gobierno esta situación quede en el pasado.
-¿Está de acuerdo que se le siga inyectando recursos a los establecimientos colaboradores del Sename?
-Primero hay que separar las dos áreas del Sename y después ver cuál es el costo efectivo que requiere una institución que está intermediando una labor. Y si hay que colocar más recursos, por supuesto, pero primero hay que ver en qué se están gastando y cómo se están gastando, porque uno de los pecados que tiene el Estado es que queda mucho en el personal, el tema administrativo, externalidades y poco en el impacto real de las personas. Aquí falta una mirada más objetiva en cuanto a cómo disminuimos los procesos, somos más efectivos y seleccionamos a estas instituciones.
- ¿Debieran ser estas instituciones públicas, porque Saffirio cuestiona el negocio detrás de la subvención?
-Si el sistema público es eficiente en el control de la gestión y tiene indicadores que le permitan evaluar el impacto, yo creo que no tiene nada de malo externalizar los servicios del Sename. Ya se ha demostrado en el mundo entero que el sector privado puede ser muy eficiente, el sector público el que politiza las instituciones y no hace un buen control de gestión.
-¿Cuál es su análisis ante la vulneración de los derechos de los niños?
-Habla de una sociedad enferma que se ha dedicado a tener cosas y se ha olvidado de principios básicos. Esto no es un pecado del gobierno de turno. Es un pecado de las clase política, de las autoridades, del ciudadano común y de muchas mamás como yo que estábamos muy contentas porque nuestros hijos están bien. El individualismo y la irresponsabilidad en los roles que ejercemos son la razón.
"Chile ha avanzado en desarrollo e ingreso per cápita, pero se olvidó de los niños. Espero que al término del gobierno esta situación quede en el pasado". "Hay que ver cuál es el costo efectivo que requiere una institución que está intermediando una labor. Y si hay que colocar más recursos, por su puesto". "Esto no es un pecado del gobierno de turno. Es un pecado de la clase política, de las autoridades, del ciudadano común y de muchas mamás como yo que estábamos contentas porque nuestros hijos están bien"."
de Chile Vamos. De ellas tres son de la UDI y la cuarta es Aravena. 10 son las senadoras de la Cámara Alta de un total de 43 miembros. De Chile Vamos son 19.
culmina el periodo de la senadora Carmen Gloria Aravena (Evópoli). 4 son las senadoras
