Miles de vehículos al día transitan en la ruta que une Temuco con el acceso norte de Cajón para dirigirse a localidades como Pumalal, Pillanlelbún o a la comuna de Lautaro, por nombrar sólo algunas.
El año 2008 la constructora Besalco inició la ejecución de las obras para una doble calzada en la ruta que une el sector comprendido entre el by pass Temuco (concesionado) y la doble vía de Avenida Rudecindo Ortega, y que tuvo una longitud total de 8.7 kilómetros.
Según los vecinos de Cajón, comuna de Vilcún, hace un tiempo que este segmento del asfalto presenta condiciones de inseguridad tanto para conductores como peatones, ya que no presenta iluminación, la señalética no está en buen estado y las áreas verdes no presentan buenas condiciones, y hoy se pueden ver varios metros cuadrados de pastizal largo y seco.
"Estamos preocupados. Por ejemplo, en el invierno ese sector es más oscuro, sobre todo en el retorno y a la gente le cuesta hacer detener los buses. Nunca ha habido una mantención de las áreas verdes, menos de las soleras y está lleno de basura", declaró Juan Salas, vecino que transita todos los días por el acceso norte de Cajón.
Una opinión similar tiene Ana Garrido, vecina de Cajón que vive en la calle Carlos Sanhueza, justo en frente del terminal de buses urbanos de la Línea 1. Asegura que en las noches el lugar cuenta con escasas condiciones de seguridad.
"Falta luz en las noches y los camiones pasan muy fuerte Cuando a veces vamos a visitar a mi familia a Lautaro, de repente no paran los buses. Y su uno reclama, nadie hace nada", puntualizó.
Pero hay sectores aledaños que también se ven afectados, ya que la rotonda se encuentra cerca de algunas comunidades mapuche donde más de 200 personas cruzan a diario la autopista.
Uno de ellos es Esteban Aninao, quien vive en la comunidad de Llamuco y transita todos los días hacia Temuco. Afirma que nunca ha visto iluminación en el acceso norte a Cajón.
"Lleva varios años sin iluminación y es muy peligroso porque hay gente que cruza en esa parte para ir a Pumalal, y van a pie o en bicicleta y los autos pasan muy rápido", señaló el vecino.
Desde que la empresa dio por finalizadas las obras, la mantención de la ruta es compartida por los municipios de Temuco y de Vilcún. Cada administración se hace cargo de la mantención de una de las dos calzadas.
El problema para la administración de Vilcún es que el municipio no cuenta con la maquinaria para mantener operativa la red eléctrica. Según la alcaldesa Susana Aguilera, la anterior administración debió firmar en 2010 un convenio con la compañía de electricidad para este fin, pero no se concretó debido a los altos costos para el municipio local. La cifra alcanza los 12 millones de pesos anuales.
Sin embargo, la primera autoridad comunal asegura que para el municipio se trata de un tema de cuidado donde se están buscando alternativas para darle solución a la problemática.
"Nosotros no contamos con la maquinaria para realizar la mantención de la ruta, por lo que este año estamos buscando firmar un convenio con la municipalidad de Temuco para que se haga cargo de este sector con la maquinaria que ellos poseen. Nosotros le pagamos a ellos este servicio para mantener la iluminación en buenas condiciones, utilizando los recursos que tenemos contemplados en el presupuesto municipal, ya que estamos dispuestos a pagar un poco más", finalizó la alcaldesa de Vilcún.
El proyecto fue ejecutado por la empresa constructora Besalco en el año 2008. Las obras consideraron la construcción de la segunda calzada de la ruta que une el By Pass Temuco con Avenida Rudecindo Ortega, la reposición del pavimento de la calzada y la habilitación de ciclovías. Esta obra fue financiada con recursos del Ministerio de Obras Públicas de acuerdo al Programa Caminos Nacionales. El monto de la inversión fue de 11.044.947.265 pesos.