Un estudio realizado por la Universidad de Missouri podría solucionar uno de los grandes problemas de la alimentación infantil: cómo saciar el hambre de niños y adolescentes para evitar los antojos de comidas altas en grasas y azúcares.
Un sencillo "snack" alto en proteínas como colación evitaría las tentaciones previas al almuerzo y cena. Alimentos como los frutos secos, el huevo y los derivados de la soya pueden reducir las posibilidades de que los niños escojan productos poco saludables e incluso equilibrar la dieta durante el resto del día debido a la saciedad que provocan las proteínas.
"Nuestra investigación mostró que el consumo de colaciones altas en proteínas durante la tarde ayuda a los adolescentes a mejorar la calidad de sus dietas, así como a controlar su apetito", indicó Heather Leidy, académica de la Universidad de Missouri y autora del estudio, a través de un comunicado institucional.
La especialista advierte que es común que los adolescentes se antojen de un "snack" durante la tarde y hasta llegada la noche. Sin embargo, estos productos suelen ser altos en carbohidratos y grasas saturadas.
"Cuando los niños comen comidas ricas en proteínas durante la tarde, son menos propensos a comer bocadillos poco más saludables a medida que avanza el día, lo que es particularmente importante para los niños que quieren prevenir el aumento de peso poco saludable", añadió la investigadora.
los beneficios
Los investigadores reclutaron a un grupo de adolescentes hombres y mujeres de entre 13 y 19 años, algunos con peso normal y otros con sobrepeso.
El equipo evaluó el apetito que sienten los jóvenes durante la tarde, el motivo de sus antojos y qué tipo de alimentos eligen durante el día. También se midió cómo la colación de la tarde afectó el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo.
"Además de los beneficios del apetito y la saciedad, se encontró que cuando los adolescentes comieron los 'snacks' ricos en proteínas, los incorporaron durante todo el día y se consumieron menos grasas en la dieta", explicó Leidy.
tipos de "snacks"
Para efectos de la investigación, el equipo de Missouri utilizó budines hechos con proteína de soya, ya que es uno de los alimentos que tienen más cantidades de este compuesto.
Sin embargo, su consumo en Chile es reducido, siendo los vegetarianos y deportistas de alto rendimiento quienes lo incluyen en sus dietas.
No obstante, Leidy no descartó que otros alimentos ricos en proteínas provoquen los beneficios mencionados en la investigación.
"Los profesionales de la salud cada vez recomiendan más que la gente coma alimentos de alto valor proteico y de origen vegetal como la soya, que es de alta de calidad, tienden a ser de bajo costo y amigable con el medio ambiente", aconsejó la especialista.
Otro alimento que tiene grandes cantidades de proteínas es el maní. Cada 100 gramos de este fruto seco contienen 27 gramos de proteínas. No obstante, debe consumirse con moderación, ya que es un alimento difícil de digerir.
Salchichones como el salame, atún, pechuga de pavo y lentejas también tienen un alto valor proteico, así como el queso, las arvejas, el huevo y las almendras, entre otros alimentos.
Una colación que incluya algunos de estos productos más leche, puede ser una alternativa saludable que reduzca el antojo de comer cosas perjudiciales para la salud de los adolescentes.
Las bajas temperaturas, sobre todo en la mañana y durante la noche, ya se han hecho presentes durante este otoño. Estas condiciones no sólo aumentan las enfermedades respiratorias, sino que provocarían problemas de mayor gravedad.
Así lo afirma un estudio internacional publicado recientemente en la revista The Lancet. La investigación advierte que un clima frío produce una mortalidad 20 veces mayor que un clima cálido, y que las condiciones moderadas no son necesariamente menos dañinas que las temperaturas extremas.
"A menudo se asume que el clima extremo es el responsable de la mayoría de las muertes, ya que la mayoría de la investigación anterior se ha centrado en los efectos de las olas de calor extremas", señaló Antonio Gasparrini, perteneciente a la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y autor principal del estudio, a través de un comunicado.
"Nuestros hallazgos, tras analizar el conjunto de datos más grande de muertes relacionadas con la temperatura que existe, muestran que la mayoría de estas muertes ocurre en realidad en días moderadamente fríos y calientes, con la mayoría de los fallecimientos causados por temperaturas moderadamente frías", añadió. El estudio analizó más de 74,2 millones de muertes entre 1985 y 2012 en 13 países con una amplia gama de climas.
Los resultados arrojaron que el frío fue el responsable de la mayoría de estas muertes (7,29%), mientras que sólo el 0,42% de todos los fallecimientos se atribuyeron al calor.
Sin embargo, el porcentaje mayor se concentró en las ciudades con climas moderados y no con condiciones extremas.
"Las políticas de salud pública actuales se centran casi exclusivamente en reducir al mínimo las consecuencias para la salud de las olas de calor. Nuestros hallazgos sugieren que estas medidas deben ser reorientadas y ampliadas para tener en cuenta toda una serie de efectos asociados con la temperatura", advirtió Gasparrini.