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La primera vez que subió a un escenario fue en el Festival del Trigo y Trilla a Yegua Suelta de Lautaro en 2010, y desde ese momento Carlos Osorio (34), más conocido como "Carlonncho del Cautín", no se bajó más de éste. Así, meteórica ha sido la carrera de este loncochense que desde 1998 vive en la ciudad del Toqui y que en 2013 lanzó su primer material discográfico "Los viajes de tu vida", disco que desde el pasado 26 de junio fue relanzado internacionalmente, a través de la web.
"Carlonncho", quien además es poeta, comenzó a tocar guitarra en 2008 en la academia de Claudio Arrau, para continuar un camino autodidacta en donde la autogestión ha sido el sello de un artista que ha pisado importantes escenarios de la Región, y que ha decidido vivir de la música, tocando en espacios no convencionales, como transporte público y restaurantes, en donde vende su disco a 2 mil pesos.
-La música, para que uno la pueda desarrollar, uno tiene que tener un nivel de entusiasmo súper alto, entonces cuando uno tiene ese entusiasmo y tiene las ganas, las cosas se van dando solas. Pero, para eso hay que perseverar en diferentes ámbitos. Uno tiene que estar consciente de que muchas puertas se te van a cerrar, pero así también otras puertas se te abren, no te das cuenta cómo va pasando.
-Yo creo que eso depende de la persona, como decía antes, del entusiasmo que uno tenga para perseverar. Pero, creo que los municipios tienen una deuda con sus artistas locales, porque nosotros acá en la Región, por ejemplo, tenemos 32 comunas y ahí hay auditorios, cada comuna tiene un auditorio en donde se pueden realizar actividades artístico-culturales y generalmente en el mes están vacíos, no tienen panoramas para su gente. Entonces, tampoco hay un interés de las municipalidades o de los encargados de cultura de proyectar a sus artistas locales. Entonces, la tarea le corresponde a uno hacerla solo.
- De repente, porque un artista se ve obligado a hacer calle o a tocar en espacios no convencionales, es porque de repente las mismas instituciones encargadas de la cultura no abren esos espacios para los artistas. Entonces para mí, por ejemplo, tocar en la calle, hacer micro, hacer tren, porque también he tocado en el tren de Lautaro a Temuco y restaurantes, es tan válido como tocar en un centro cultural.
-Cuando tomé la decisión de empezar a tocar la guitarra, a vivir del arte, porque yo soy educador social, técnico en rehabilitación es mi profesión, entonces llevaba como cinco años trabajando en esa área, trabaja en la Fundación Tierra Esperanza, y quise dar un golpe y, por qué no, tratar de vivir de la música. Yo he ido complementando el tocar formalmente con tocar también en lo que es la calle, hacer calle. En la hora del almuerzo, en el ritual que significa el almuerzo, en donde se mezcla el arte culinario con el arte de la guitarra y el canto y poder mostrar de persona a persona la música.
HOMENAJE
-Llegamos con mi familia a vivir a Lautaro a la casa de mi abuela, entonces cuando ella falleció yo le hice un poema, el año 2004, que se llamaba "Los viajes de tu vida", y desde el 2004 hasta el 2010, que es cuando yo musicalizo este poema, fue una de las primeras canciones que comencé a tocar y a la gente le gustó bastante por el nivel poético que tiene, tiene hartos recursos metafóricos bien bonitos, porque habla desde nacer, llegar al mundo, antes la gente antigua ayudaba a criar a sus hermanos, lo que hizo mi abuelita, luego se casó, después ella iba a visitar a sus hijos, después sus hijos se fueron de la casa, y después los hijos son quienes la cuidan hasta que se va, entonces en homenaje a ella se llamó los viajes de tu vida. Pero, el disco como tal tiene canciones que van en diferentes estilos.
-Lo defino como una guitarra contemporánea, pero con aires de guitarra antigua. Tomar desde lo que existe más atrás, para construir algo nuevo.