Estudio revela cómo el trabajo puede afectar la salud vascular
NEUROLOGÍA. Una actividad laboral que exige mayor demanda sicológica puede conducir a malos hábitos de salud.
Un trabajo que involucre fuertes periodos de estrés, sobre todo si la persona no se somete a un control médico preventivo, puede acarrear problemas vasculares.
Así lo advierte un estudio publicado en la revista Neurology, perteneciente a la Academia Americana de Neurología (AAN). La investigación sostiene que los trabajos en donde hay mayor presencia de estrés laboral pueden conducir a un accidente cerebrovascular (ACV).
"Tener una gran cantidad de estrés en el trabajo ha sido relacionado con enfermedades del corazón. Pero los estudios sobre el estrés laboral y los ACV han mostrado resultados inconsistentes", señaló Xu Dingli, perteneciente a la Universidad Médica del Sur en Guangzhou, China.
El especialista añadió que este tipo de trabajos conduce a hábitos poco saludables como el tabaquismo y la falta de ejercicio, por lo que la persona aumenta su riesgo de padecer esta enfermedad.
Análisis
Para efectos de la investigación, los autores revisaron los datos de 138.782 pacientes, cuyo seguimiento se realizó en un lapso de tres a 17 años.
El equipo estableció cuatro grupos de trabajos en función de control que tenían los trabajadores sobre ellos, la cantidad de horas laborales y sus demandas sicológicas. En este último ítem se incluyeron características como la presión del tiempo, la carga mental y la coordinación.
La primera categoría agrupó los "empleos pasivos", aquellos con baja demanda y control. Esto incluye a los conserjes, mineros y otros trabajadores del rubro de la manufactura.
En otro grupo se incluyeron los "empleos de baja tensión", aquellos trabajadores con baja demanda y alto control como los científicos y arquitectos.
Luego vienen los "empleos de alto estrés", con alta demanda y bajo control. En esta categoría se encuentra la industria de servicios e incluyen a los garzones y ayudantes de enfermería.
Por último se encuentra el grupo de "empleos activos", en donde la demanda y el control son altos, como en el caso de los médicos, profesores e ingenieros.
Resultados
El análisis encontró que las personas con empleos de alto estrés tenían un 22% más de riesgo de padecer un ACV, en comparación a quienes tienen empleos de baja tensión.
Las mujeres que trabajan con alta demanda y bajo control fueron un 33% más propensas a tener esta enfermedad.
Un 58% de las personas con niveles altos de estrés en el trabajo tienen más probabilidades de tener un ACV isquémico, el tipo más común y que se origina por la obstrucción del flujo sanguíneo.
En cuanto a los trabajos menos estresantes, no tuvieron mayor riesgo de padecer este mal, que es la principal causa de muerte en Chile, según el Ministerio de Salud.
"Sobre la base de este estudio, es razonable considerar intervenciones destinadas a aumentar el control de los trabajos, como la descentralización de la toma de decisiones y la flexibilidad en la estructura de trabajo. Si los cambios son efectivos, pueden tener un impacto importante en la salud pública", aseguró Jennifer Majersik, perteneciente a la Universidad de Utah y miembro de la AAN, en una editorial de la citada revista.