Humildad y confort
Por algo Martin Lutero, el gran reformador religioso alemán era detestado por la curia: "La humildad de los hipócritas es el más grande y el más altanero de los orgullos", decía.
Me viene a la memoria a propósito de cómo desde la opulencia, con absoluto descaro con los más pobres, robándoles sus pocas monedas a través de sociedades mafiosas de entre gallos y medianoche, ciertos poderosos de todos los sectores, los Matte, los Rossi, los Orpis, los Campagon, políticos, obispos y otros, de pronto al ser sorprendidos, piden públicamente el perdón con "humildad" por actos anticristianos cometidos por años, de suyo, contra aquellos que no pueden defenderse. Ni hablar del Estado. Mira para otro lado.
"Humildad" en mi prosaico entender, es un compromiso de vida; es el sentir y hacer de Teresa de Calcuta, de Ghandi. De grandes. En Chile quizá Clotario Blest, Aylwin con los desaparecidos y pare de contar. Es una vergüenza, una burla, que luego de años de violentar a personas modestas, los mismos malhechores con lágrimas de oropel clamen el perdón por 20 segundos a quienes han esquilmado, queriendo vestirse con la humildad que no conocen.
Gaspar Millas del Río
Mercado democrático
El malestar o la simpatía en las personas dentro una sociedad libre se expresa en su capacidad de elegir. Comprando Scott o los de marca blanca. Lo que Chile pudo testimoniar los días pasados con el caso del cartel de precios fue algo esencial: ¡que el mercado es democracia! Una forma más de reafirmar que la libertad económica es un medio correcto, que no discrimina por orígenes sociales ni étnicos. Es el espacio de opción popular para la gente, individuos en su conjunto puedan votar por qué producto consumir, o bien, elegir otro distinto por su descontento (o por no cumplir sus expectativas) al otorgarle un valor subjetivo. Bastando para que se perfeccionarse este ejercicio democrático, la proscripción de las trabas impositivas y burocráticas que el Estado permanentemente coloca. Para permitir la existencia de muchas más oportunidades a toda la sociedad, con que escogerán aquello que complemente y mejore su calidad de vida. De modo que mientras más libre el mercado sea, más democracia popular existirá.
Sebastián Espíndola Yáñez
Incremento en pasajes
Conjuntamente con saludarlo -y desearle suerte y sabiduría en la dirección de El Austral- , sugiero que los especialistas en economía nos expliquen las abismales diferencias de precios de productos y servicios fundamentales. También podría hacerlo el Sernac.
Por ejemplo: si un remedio es el mismo porque vale $42.000 en las cadenas de farmacias y en la municipal $2.200; y un pasaje en bus Temuco a Santiago un jueves $12.000 y el domingo $25.000 de Santiago a Temuco. Esto último ni Einstein podría explicarlo, ya que mágicamente los
kilómetros -entre ambas ciudades aumentan- más del doble.
Manuel Ortiz
Paro del Registro Civil
En literatura es famosa la reflexión de Ernest Hemingway: en su obra, el escritor muestra solo un séptimo de la historia en el texto y los otros seis séptimos están en el subtexto que debe descubrir el lector. En el paro de los trabajadores del Registro Civil, que se alarga ya por 39 días y con reuniones fracasadas con la ministra de justicia, se puede buscar parte de lo sumergido del iceberg. En primer lugar, existe una falta de liderazgo, no solo de la ministra sino de la cabeza misma de Gobierno, quien le da las instrucciones para solucionar esta crisis. Pero lo más importante que se vislumbra bajo el agua, como un globo que se expande, es el hecho que si se aceptan las demandas de los huelguistas, será un ejemplo que recibirán los trabajadores fiscales y otros que en seguidilla irán a huelgas y paros con el consiguiente malestar de los chilenos. Los que incentivaron mejores sueldos como promesas electorales, debieran sumergirse a tratar de disminuir el volumen inflado del iceberg.
Marcos Concha Valencia
Familia y educación
Las políticas públicas deben apuntar a las familias recalcando la responsabilidad que poseen como agentes educadores. Estas deben realmente comprometerse con la educación de sus hijos y no generar una batalla campal en contra de los colegios ni de los docentes con el argumento de que estos no hacen bien su trabajo. ¿No será que estamos confundiendo los roles? Lamentablemente ni el colegio ni el docente pueden llenar el vacío que dejan los padres en sus hijos. Nataly Mariñán Martínez, magíster en Gestión y Liderazgo Directivo