Internos penitenciarios ofrecen servicio de banquetería
TEMUCO. A través del Centro de Estudios y Trabajo (CET) y con la guía de un chef, 21 reclusos han aprendido técnicas gourmet, que hoy están disponibles a todo el público.
En los últimos siete meses la vida de Fabián Oyarzún ha dado un giro trascendental. Tras permanecer casi tres años en el Centro Penitenciario de Temuco llegó la oportunidad que tanto esperaba, que era trabajar en la panadería del recinto penal (que funciona hace más de una década). Una importante experiencia para él, que hace poco más de un mes lo sorprendió con un nuevo desafío: ser parte de la primera banquetería carcelaria de La Araucanía.
"Este desafío de la banquetería se presentó hace poco y ha sido muy entretenido. Uno veía este tipo de cocina de lejos, en los restaurantes y hoteles, pero nunca me di cuenta del trabajo que implica, de todo el material que se usa y de la dedicación que se pone. Ha sido una bonita oportunidad", cuenta el joven.
Con la implementación de este servicio gastronómico, que es una iniciativa del Centro de Estudios y Trabajo (CET) de Gendarmería, los 21 internos penitenciarios que se desempeñan en la panadería han comenzado a adquirir nuevos conocimientos y herramientas en el ámbito de la preparación de productos culinarios, pensados especialmente para coffe break y cócteles de eventos.
El encargado de entregar estos conocimientos y guiar a los reclusos en el mundo de la gastronomía gourmet es Eric Aedo, chef profesional, que hace cuatro meses se desempeña en el Centro Penitenciario de Temuco.
Según cuenta el profesional, en un inicio su apoyo estuvo orientado principalmente a la producción del pan, lo que con el pasar de las semanas y el apoyo del CET fue tornando a la nueva línea de banquetería.
"Inicialmente comenzamos a trabajar la banquetería de los eventos que habían dentro de la unidad. Luego nos empezaron a solicitar el servicio de otras instituciones y ya hemos hecho alrededor de 10 eventos", señala el chef.
En cada uno de estos encargos laborales, los internos crean distintas preparaciones que actualmente son muy cotizadas en el mercado gourmet, como crostinis con productos de camarón, roast beef, ostiones, caviar, entre otros.
"Los internos están aprendiendo de estos productos, porque la idea es que cuando ellos salgan puedan trabajar en un ámbito como éste, con productos más novedosos y que están a la vanguardia", añade Aedo.
Sin embargo, los reclusos no sólo están detrás de la preparación de estos productos, sino que además realizan la función de garzones en el evento, con la compañía de funcionarios de Gendarmería.
Además, actualmente el equipo está diversificando su oferta gastronómica, incorporando productos de pastelería y repostería. De hecho, prontamente estarán a cargo de preparar los postres del casino del Centro Penitenciario.
Respecto al trabajo que ha realizado con los internos, el chef asegura que "ha sido muy enriquecedor. Las personas que trabajan acá son muy disciplinadas, muy respetuosas y tienen muchas ganas de trabajar, que es lo más importante".
SERVICIO DISPONIBLE
Aunque asume que el aprendizaje de la banquetería ha sido todo un desafío, sobre todo por lo detalles que implica la presentación de los productos, Víctor Arratia, otro de los internos que se desempeña en esta área laboral, valora la oportunidad de adquirir nuevas herramientas.
"Entré hace cinco meses a la panadería y al principio aprendimos variedades de pan, luego banquetería y ahora repostería, entonces siempre se van presentando nuevos desafíos, lo que es bueno", sostiene.
Además, Arratia destaca que en este proceso ha aprendido la importancia de trabajar de forma colaborativa con el equipo, sobre todo cuando se trata de cumplir una meta conjunta, como elaborar pan para estudiantes o preparar el cóctel de un evento.
Cabe destacar que actualmente el servicio de banquetería está disponible para todo el público regional.
En este sentido, la sargento primera Mauricia Valdebenito, encargada laboral de la unidad penal, invita a todas las instituciones a solicitar sus cotizaciones al teléfono 045-2966601.
"La Universidad Autónoma ya solicitó tres cotizaciones y esperamos, a partir de marzo, comenzar a trabajar con las otras universidades e instituciones, de modo de fortalecer esta línea comercial", agrega.
PANADERÍA
A partir del mes de marzo, la banquetería comenzará a funcionar en el espacio que estaba destinado para la panadería.
Ello porque este último emprendimiento, que lleva más de 10 años en el Centro Penitenciario, aumentará su producción de mil kilos de pan a más de cuatro mil kilos (gracias a un acuerdo comercial con más escuelas), con lo cual comenzará a funcionar en un nuevo espacio, más amplio.
Con todas estas renovaciones, en el Centro Penitenciario esperan incrementar el número de pedidos y, de este modo, permitir que más internos puedan sumarse al área laboral para su reinserción.
"Hemos puesto muchas energías como equipo de trabajo de esta unidad en tratar de fomentar e inyectar recursos en el ámbito laboral. Por eso para este año, a través de las nuevas áreas de producción, esperamos llegar a 100 trabajadores formales", asegura el teniente coronel Juan Pablo Jerez, alcaide del Centro Penitenciario de Temuco.
Cabe destacar que los reclusos que son seleccionados para ser parte de la panadería (y ahora banquetería), no sólo reciben un sueldo mensual que supera los $100 mil, con el que pueden ayudar a sus familias y ahorrar, sino que además las condiciones carcelarias en las que se encuentran son más óptimas.
Sobre su experiencia en la panadería, el interno Oyarzún destaca que "es bonito el oficio de panadero, porque uno aprende a hacer el pan que muchas veces, en la calle, uno no le dio importancia. Es un oficio limpio, más independiente y algo que hacemos con compromiso, porque sabemos que este pan se los sirven a los niños de las distintas escuelas".
Cet y reinserción
Tanto la panadería como la banquetería, además de otros talleres laborales, son iniciativas que lleva al cabo el CET, cuya labor se sustenta en la convicción de que para lograr ser una mejor sociedad es esencial avanzar en materia de reinserción laboral, a través de la entrega de conocimientos y herramientas en los recintos carcelarios.
Para el sargento segundo Marcos León, encargado de la panadería, el resultado del trabajo que se ha llevado a cabo "sólo se puede catalogar como positivo. Tenemos una gran cantidad de internos que, tras retirarse de acá, están trabajando actualmente en el oficio de la panadería. Eso causa una satisfacción en nosotros".
Por su parte, el teniente coronel Jerez destaca que a través de distintos índices se ha logrado comprobar que en el caso de los internos que viven la experiencia de ser parte del CET la reincidencia es mínima.
"Esto nos hace tener la convicción de que esta es la vía correcta, que esto es lo que debemos potenciar para poder cumplir nuestra misión institucional, que es contribuir a la seguridad, pero no sólo a través de las rejas, que es lo más fácil, sino que entregando herramientas", indica.
En este sentido, el interno Arratia afirma que "trabajar en la panadería ha significado para mí una herramienta útil de reinserción (...). El día que me vaya voy a tener una herramienta más para enfrentar la realidad, así que si se da la posibilidad de trabajar en panadería afuera, bienvenido sea".
Oyarzún también asegura que aprender a trabajar con sus propias manos ha sido una experiencia gratificante, que espera le abra puertas cuando -en poco más de seis años- salga en libertad. "Cuando uno hace algo con sus manos, le toma cariño, le pone empeño y le toma más valor a las cosas. Por eso espero que todo lo que he aprendido me sirva cuando salga, para comenzar algún emprendimiento en repostería, pastelería. Fueron tantos años de hacer cosas negativas, que ya es tiempo de hacer las cosas bien", manifiesta el joven, junto con agradecer la oportunidad que le ha brindado Gendarmería.
"Hemos puesto muchas energías como equipo de trabajo de esta unidad en tratar de fomentar e inyectar recursos en el ámbito laboral. Por eso este año (...) esperamos llegar a 100 trabajadores formales".
Juan Pablo Jerez,, alcaide del Centro Penitenciario