Andrea Arias

"Espero de mis compatriotas que nos respetemos mutuamente en nuestras diferencias (...) y que hagamos todo lo posible por entendernos y encontrar caminos de consenso".

Dichas palabras son parte del discurso que pronunció el ex Presidente Patricio Aylwin el 12 de marzo de 1990 en el estadio Nacional y reflejan uno de los aspectos que más valoran de su forma de hacer política el intendente Andrés Jouannet (DC) y los parlamentarios de la Región de manera transversal.

LEGADO

Jouannet, quien tiene una historia de vida junto al ex Presidente, recordó que "él quería una patria justa y buena. Patricio Aylwin era un hombre bueno, el mejor Presidente de la historia de Chile", resaltó el jefe regional, junto con valorar su capacidad "para lograr el encuentro de los contrarios (socialistas y demócratas) y así construir la Concertación, pacto que le dio gobernabilidad a Chile".

En esta misma línea, el senador Alberto Espina (RN) consideró que "su gran obra fue construir acuerdos en un país dividido. Si hay algo que lo distinguió fue su coraje y liderazgo para dejar de lado a los grupos más radicalizados y, sobre todo, ser capaz de construir una política de acuerdos".

El diputado José Manuel Edwards (RN), por su parte, no dudó en calificarlo como "el mejor Presidente de su sector que Chile ha tenido. A diferencia de Bachelet fue el Presidente de todos los chilenos y gobernó con acuerdos y no con retroexcavadora".

Su capacidad para moverse entre el oficialismo y la oposición también fue valorada por el diputado Jorge Rathgeb (RN): "Tuvo la capacidad de concordar agendas diversas entre partidos oficialistas y de oposición para conseguir una transición que no se veía fácil".

En otra arista de sus contribuciones, su rol histórico y sentido estadista fue relevado por el diputado Mario Venegas (DC): "Su legado más trascendente es la recuperación de la democracia y sentar las bases de esta nueva etapa".

Labor que desempeñó haciendo eco de su perfil político, el cual hoy es admirado y respetado. Así lo cree el diputado Fernando Meza (PRSD), quien dijo que "buscó la justicia 'en la medida de lo posible' de acuerdo a la realidad socio-política de ese tiempo, cimentó las bases para disminuir la pobreza en Chile y, sobre todo, inició el camino del reencuentro nacional en la paz ".

El senador Jaime Quintana (PPD) valoró su rol en la transición y dijo que "supo estar a la altura de las circunstancias. Valoro que haya pedido perdón en nombre del Estado a todas las víctimas de la dictadura y también su visión respecto a la relación con los pueblos originarios. Si hoy estamos transitando a un Ministerio de Pueblos Indígenas, en parte, se lo debemos reconocer a él".

Por último, en materia de DD.HH. , Víctor Maturana, coordinador del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Cinprodh) de Temuco, remarcó que "a partir de la Comisión Rettig se establece la violación sistemática, masiva y permanente de los Derechos Humanos durante la dictadura y eso es muy valorable, ya que hasta antes de su publicación se hablaba de presuntos detenidos desaparecidos en Chile".

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UCT

El ex Presidente Patricio Aylwin sin dudas es una de las grandes figuras de la política chilena en los últimos 50 años. Aylwin fue un férreo opositor de Salvador Allende y el gobierno de la Unidad Popular, llegando a justificar el golpe de Estado de septiembre de 1973. En una entrevista meses más tarde, claramente señaló que él prefería una dictadura militar antes que una "tiranía marxista". Al igual que la Democracia Cristiana (DC), Aylwin siempre fue claro en responsabilizar a Allende y la UP por la caída del gobierno en 1973.

A finales de los ochenta, sin embargo, la historia se encargó de colocar a Aylwin en la otra vereda. El ex mandatario tuvo un rol central en la transición a la democracia. Se transformó en el líder natural de la Concertación en aquellos años, años que no estuvieron exentos de problemas. Además de la inestabilidad institucional natural que rodea a cualquier proceso de transición, Aylwin enfrentó varios episodios que pretendían debilitar su liderazgo y arriesgar la estabilidad democrática del país. Además de tener que negociar con Pinochet al mando de las Fuerzas Armadas, Aylwin debió soportar el desaire del entonces general de Ejército Carlos Parera Silva en 1990 (quien no solicitó su autorización para iniciar la parada militar), y las intimidaciones del Ejército a través del "ejercicio de enlace" en diciembre de 1990 y el "boinazo" en mayo de 1993.

Si bien Aylwin creó la Comisión Rettig para ayudar a esclarecer la verdad detrás de las atroces violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura, organizaciones de Derechos Humanos y parte de la izquierda criticaron su gestión. La tan recordada frase "justicia en la medida de lo posible" dejó claro que la persecución de los violadores de derechos humanos estaba limitada por los pactos de la transición y la fragilidad que dominaba el escenario político de aquel entonces. El objetivo principal de Aylwin era evitar que el país retrocediera al autoritarismo, algo en lo que afortunadamente fue exitoso.

Patricio Aylwin fue un político de contrastes: se enfrentó primero con Allende y luego con Pinochet; en algún momento justificó la caída de la democracia y años más tarde se transformó en el principal líder que ayudó a su recuperación y consolidación.

Christopher Martínez,