Personas mayores y productividad
La celebración del Mes Del Trabajador siempre es un buen momento para abrir el debate sobre lo que Chile requiere en materia laboral.
La Reforma Laboral recientemente aprobada nada dice respecto de mecanismos de incentivo para la inclusión laboral de las personas mayores y, por lo tanto, sigue siendo un tema pendiente que como sociedad debemos resolver. Ya lo puso en la agenda la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) en su propuesta para aumentar la productividad, apuntando a la necesidad de incorporar a las personas mayores, mujeres y jóvenes al mercado laboral. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, puso una luz de alerta informando que la cantidad de adultos mayores cesantes hacia fines de 2015 llegaba a 30.280 personas, es decir, un 2,6% de su fuerza de trabajo.
No podemos seguir mirando la vejez como sinónimo de enfermedad. Las personas mayores acumulan una experiencia laboral que no tiene ningún otro grupo de trabajadores. Son disciplinados, responsables y comprometidos. Y lo más importante, muchos tienen ganas de trabajar. Las expectativas de vida en nuestro país han sufrido un cambio significativo, bordeando hoy los 80 años de edad. En cinco años más el 17% de los chilenos seremos adultos mayores. Por lo mismo, es fundamental que frente a este nuevo escenario las empresas públicas y privadas se atrevan a ofrecer opciones laborales a quienes, pasadas las seis décadas, quieran trabajar.
Pero también se requieren cambios normativos. Debemos generar políticas de empleo para las personas mayores que deseen continuar trabajando, incorporando mecanismos como jornadas parciales, teletrabajo, contratos por cumplimiento de objetivos sin horarios, entre otras, que permitan que este segmento se desarrolle de manera adecuada. Sólo de esa forma podremos contener la enorme presión social que se avecina.
Consuelo Moreno
Pabellón "El amor de Chile"
Me habría gustado que la elección del lugar de la futura instalación del pabellón "El amor de Chile", la hubiesen tomado los habitantes de las comunas de Temuco y Padre Las Casas mediante un votación popular y que contemplara al menos tres alternativas.
A mi entender las autoridades han actuado precipitadamente en la definición del lugar de emplazamiento de esta importante obra arquitectónica, por cuanto ya existen voces discordantes al privar a una institución deportiva de su legítimo lugar de esparcimiento.
En lo particular, considero que debería instalarse en el futuro Parque Isla Cautín, en las cercanías del hermoso puente que unirá las comunas hermanas de Temuco y Padre Las Casas, ya que al contarse con buenos accesos, buena iluminación, estacionamientos y otras obras que contemplará el futuro parque, permitirían apreciarla en toda su magnificencia por visitantes chilenos y extranjeros.
Es de esperar que no hayan existido en esta elección, las típicas mezquindades políticas.
Héctor Peña
Invitación descarada
Un número significativo de ciudadanos recibirá, tal como yo, una descarada invitación a reinscribirse o inscribirse en un conocido partido político, señalando en parte de su texto lo siguiente: "Es por esto, que te espero mañana para juntos demostrar que estamos más vivos que nunca y decirle a todos los chilenos que no están solos y que seguiremos defendiendo sus valores y principios".
Considero descarada la invitación debido que es uno de los tantos partidos políticos que ha defendido, avalado y protegido y sigue protegiendo a militantes y dirigentes corruptos.
Jaime Manuel Ojeda
Dietas escandalosas
Los honorables pueden reelegirse indefinidamente. Senadores por periodos de 8 años, diputados por 4 años. O sea, estos mortales pueden sobrevivir a costa de los contribuyentes 24 años y más, si la salud les da, haciéndose inmortales. Ya tenemos en esa condición a Melero, UDI; Juan Pablo Letelier, PS; y René Manuel García, RN, entre muchos otros.
¿Cuál es el nabo que los motiva? De suyo, las dietas percibidas mensualmente. Son apetitosas y escandalosas: senadores $ 8.195.000; diputados $ 5.700.000, casi el doble de lo que recibe un parlamentario allende Los Andes. Y si se les adiciona los millones para "gastos propios" sobrepasan los 20 millones mensuales cada uno.
En abril de 2014 los diputados Jackson y Boric presentaron una reforma constitucional de reducirlas en un 50%, poniendo orden a este abuso ignominioso para un país con sueldos pírricos de 400 mil pesos que gana más de la mitad de su población y que ayuda con 100 lucas a humildes pescadores de Chiloé ante la catástrofe costera.
Hasta ahora en el Congreso "no se oye padre". Pero los noveles diputados no se rinden, vuelven a la carga lanzando un video por Internet que yo, al menos, comparto y promuevo.
Gaspar Millas del Río