Camilo Garrido
El problema de fiscalización de la leña seca podría facilitarse con la creación de un gran centro de acopio en La Araucanía manejado por el Estado. Una iniciativa que, en primera instancia, podría tomar entre uno y tres años en implementarse, según lo que comentó el seremi de Energía, Aldo Alcayaga.
La autoridad regional basa esta propuesta, junto con otras 86 iniciativas presentadas en el Primer Encuentro de la Leña, realizado a inicio de este mes en la ciudad de Osorno -Región de Los Lagos-, y presidido por los ministros de Energía, Medio Ambiente y Agricultura.
"Estamos trabajando con un realismo que nos da una política pública y creemos que en implementar grandes centros de acopio y secado de leña en la Región deberíamos estar a uno a tres años de lograr ese objetivo, porque ya tenemos un piloto en Aysén, pero hay que monitorearlo", indicó el seremi Alcayaga.
Nicolás Schiappacasse, presidente del Consejo de Certificación de Leña (Cocel) Araucanía, fue moderador durante el Primer Encuentro de la Leña, y destacó que la instancia se puede generar en un clima ideal de trabajo colectivo, una idea de la que Alcayaga también es partidario.
"A través de la asociatividad, los pequeños productores comerciantes pueden formar, por ejemplo, cooperativas, para la administración de estos centros", contó el profesional quien también es vicerrector de Investigación y Postgrado de la Universidad Católica de Temuco (UCT).
El administrador ideal, dice el experto, sería el Ministerio de Energía con financiamiento de la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo), pero que debido a la alta demanda de este producto energético necesita múltiples recintos, ya que según Schiappacasse, un centro de acopio es rentable cuando maneja entre 10 mil y 20 mil metros cúbicos de leña.
"No podemos tener un sólo centro en la Región porque el transporte hacia lugares muy lejanos sería muy caro. Tienen que haber grandes centros, pero distribuidos en la zona", dijo Schiappacasse.
En manos de privados
Por su parte, el presidente de la Asociación de Consumidores del Sur (CDS), Richard Caamaño, apoya la idea, pero advierte que para ser ejecutada, necesita una revisión acuciosa. "Lo preocupante de esto es que se pueda convertir en una especie de monopolio en el mercado de la leña", indicó.
El académico Schiappacasse reconoce el riesgo vinculado al proyecto. "Hay que regular debidamente la creación de estos centros, porque de otra manera pasamos a tener oligopolios y tener un gran poder comprador que puede regular los precios a su antojo", comentó el profesional de la UCT.
Por esto, la apuesta de Richard Caamaño va por incentivar con fondos y subsidios a los productores pequeños. Junto con ello, así como también aconsejan Alcayaga y Schiappacasse, incentivar la agrupación de los emprendedores. Sin embargo, el propio Richard Caamaño plantea una dificultad para las políticas: de los 40 mil productores estimados en La Araucanía, sólo 18 -que aportan 40 mil metros cúbicos de leña al año- están certificados.
"Esto tiene una explicación: estos niveles de incertidumbre que se han generado con los mensajes que ha entregado algunas autoridades (...) sobre una posible prohibición de leña", dijo el presidente de la CDS.
Respecto a esto, el seremi de Energía, Aldo Alcayaga fue enfático en señalar de que "la leña no tiene la culpa, sí las personas que utilizan tecnologías deficientes" y agregó además que "no queremos llegar a la medida de la prohibición, porque es una sanción final. Es perderle la fe al individuo que es capaz de internalizar lo que él mismo ya sabe".