Sename: ¿Cómo seguimos?
A raíz de la situación del sistema de protección residencial de Sename hemos podido evidenciar que la internación como medida de protección, muchas veces vulnera gravemente los derechos de los niños y, en no pocas con resultados fatales. El 63% de los niños de residencias está internado más de 1 año privado de cuidado parental, siendo 2,7 años el promedio de permanencia.
En Chile el 3% de los niños ingresa por abandono, siendo la principal causa de internación la inhabilidad de los padres con un 38%. Lo que da cuenta de un importante espacio para el desarrollo de oferta especializada para fortalecer las capacidades parentales.
Los organismos colaboradores son los que entregan el 98% del total de las prestaciones. No obstante reciben una subvención que cubre apenas entre un 30 y un 45% dependiendo de la complejidad de la intervención.
Por el contrario, proporcionalmente los mayores recursos se asignan a Administración directa de Sename, donde con menos del 2% de las atenciones recibe cerca de un 40% del presupuesto.
El anuncio Presidencial de 16.500 millones fue sin duda, en un contexto de austeridad, una señal positiva. Sin embargo, no parece sensato que 2 de cada 3 pesos sean destinados a la atención directa del Servicio y sólo una mínima parte a la subvención que afecta a los más de 7 mil niños que están en residencias privadas colaboradoras.
Es necesario contar con un estándar de calidad técnica asociado al tipo de intervención y a la subvención disponible.
Detrás de este sistema hay miles de familias y niños que requieren de una intervención de calidad, oportuna e integrada, con especialistas que cuiden y aporten a su salud física, mental y emocional. No es un tema de más o menos recursos, tiene que ver con el trato digno a una infancia olvidada.
El presupuesto de Sename y dónde se ponen las prioridades es el barómetro de cómo queremos responder a nuestra infancia, la necesidad de urgencia de un cambio, no en el largo plazo, soportado en una institucionalidad que tiene un amplio camino de discusión, sino hoy de cara al presente. Ya no hay lugar para la indiferencia.
Marcelo Sánchez, gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo
Voto electrónico ahora
Como no son pocos los problemas para seducir a la ciudadanía para que acuda a votar en las futuras elecciones, ahora se suma el cambio de domicilio de un gran número de electores, sin que ellos lo hayan solicitado, el Servel y el Registro Civil se defienden inculpándose mutuamente. Este hecho en particular debería dar por comenzado un estudio gubernamental y parlamentario para que Chile tenga el voto electrónico a corto plazo, no más vocales, problemas con el domicilio, fin al acarreo de votantes, el nivel de tecnología presente en Chile y el acceso a ella por parte de la ciudadanía lo hacen posible, en una de esas, el voto electrónico sea el esperado antídoto para combatir la abstención. La tarea queda en manos de la Familia Política & Asociados, es de esperar que su voluntad por llevar a cabo el estudio y su posterior puesta en práctica, por esta vez privilegie a Chile y sus ciudadanos y no sus típicas, improductivas y añejas conveniencias político partidistas.Luis Enrique Soler Milla
Intoxicaciones por sushi
Según cifras de la Seremi, en lo que llevamos de 2016, se han presentado 165 brotes de Enfermedades por Transmisión Alimentaria (ETA), 11 de ellos (6,6%) se relacionan al consumo de sushi, afectando a un total de 32 personas. Por esta razón, es de suma importancia tomar las precauciones con este alimento que es susceptible a descomponerse rápidamente por cambios de temperatura o manipulación alimentaria. Para detectar si el sushi está en mal estado, las personas se deben fijar en sus características organolépticas: Debe tener olor a mar y evitar olores amoniacales; no tener un color opaco; ni desintegrarse.
Claudia Rojas Lagos
Políticamente grosero
La situación política en Chile es una grosería. Las estadísticas hablan por sí solas: En la última encuesta de Centro de Estudios Públicos se le pide a la gente que del 1 al 10 (in crecendo, de izquierda a derecha) se ubiquen a sí mismos y a la presidenta actual. Ambos resultados tuvieron como mayoría el número 5. La peor parte es esta: la mayoría prefiere que el futuro presidente se ubique en el mismo número. ¿Cómo se explica que, aun cuando la aprobación de la presidenta estuvo bajo el 20% y su coalición política tiene solo un mísero 8% de aprobación, la gente se identifique políticamente con ella? Las respuestas son dos, o quizás una sola. Una es la falta de autocrítica política de los ciudadanos. La otra está en la última encuesta Cadem: El atributo más reconocido en la presidenta es el carisma. La gente está anudando su propia soga.
Daniel Castillo, centro de Estudios Equidad