Camilo Garrido
Una tragedia como la del incendio en San Antonio caló hondo en la vida de Sebastián Sandoval Lagos, el padre de Yiny, la joven de 28 años que falleció junto a dos de sus hijos la madrugada del 29 de diciembre.
Yiny era su "guagua", contó el hombre; era la menor de tres hijos. Sebastián Sandoval asegura que lo sucedido le ha dolido tanto que aún no está preparado para volver a ver a su hija o nietos en fotografías.
Pese a esto, aún tiene fuerzas para limpiar el hogar destruido y rehacer la vivienda.
- ¿Qué tipo de ayuda ha recibido?
- De la gente, de la población, no tengo que quejarme, porque nos han ayudado en cosas de comida, dinero que vienen a dejar por mi hijo que también quedó afectado, el Erick, y ahora el viernes también vamos a hacer un show en el gimnasio que está frente del Hogar de Cristo, el viernes a las 6 de la tarde.
- ¿Qué va a pasar con la casa que se quemó?
- Yo quiero limpiar todo el sitio, dejarlo pelado, porque nos van a donar una mediagua para el hijo. Lo van a colocar bien atrás para que adelante quede vacío y construir una casita, porque no queremos dejar el sitio dispuesto para que boten basura.
- ¿Cómo reaccionó ante esta pérdida?
- Terrible. No puedo creer a la persona que hizo esto. No sé si sería pagada. Pienso que puede haber dinero entremedio, que alguien lo mandó a hacer esto, pero hacerlo porque sí, no creo, porque no pensó en los niños. Pienso que quería quemar a toda la familia porque mi hijo estaba atrás y no avisaron a nadie. Si no es por los gritos del chiquito hospitalizado, se queman todos.
- ¿Tiene alguna teoría de cómo pudo ocurrir esto?
- Por los hechos, yo pienso que mi hija se quedó en el sillón dormida y, el que entró llegó a atacarla al tiro, porque no tuvo tiempo ni de gritar. Me da la impresión de que estaba todo preparado, no puedo entender esto. Hasta los bomberos demoraron en llegar. Debe ser algún compadre loco, o algún enamorado de mi hija, pero ella no molestaba a nadie.
- Los antecedentes que presenta Fiscalía hasta ahora apuntan a una falla eléctrica. ¿Qué opina?
- Los mismos bomberos dieron una declaración de que había sido un árbol de pascua. Resulta que yo vine un miércoles antes de la Pascua, y mi hija no lo tenía enchufado. 'Es que los chicos empiezan a lesear con el pino', me dijo. No creo que haya sido eso.
- ¿Cómo vivió usted el incendio cuando ocurrió?
- El primer día que llegué aquí, en la mañana, que me trajo Carabineros, y lo agradezco mucho porque me trajo de Angol sin tener locomoción, me interrogó la PDI. El día del incendio estaba acostado en Angol, alojado en una pensión. Mi pega es hacia afuera. Siempre he andado por aquí y por allá, por Futrono, por ejemplo. Yo andaba en Angol. Soy operador de máquina, de una retroexcavadora. Ese día me llamó un hermano y me dijo que había quedado la crema. Yo había pensado que era una pelea.
- ¿Cómo recuerda a su hija Yiny?
- Mi hija era alegre, amistosa. Era carretera, pero estaba más en la casa, porque no podía dejar sus niños solos. Era una niña alegre. No se merecía lo que le hicieron. Todavía no lo puedo creer. No puedo ver una foto de ella, porque me duele mucho. Si la gente hablaba mal de ella era sólo por envidia. Cuando yo llegaba, los más chicos venían a mí. Yo era su tata, era el papá de los cabritos. El Valentín era mi regalón.
- ¿Su hija pololeaba?
- Mi hija pololeaba con Luis. Se iba a recibir de Carabineros, ahora el día 18 iba a viajar a una escuela de Santiago. Mi hija lo merecía a él.
- ¿Qué le diría al responsable de esto?
- Si lo pillara, no lo mataría, porque él tiene que pagar en vida esto. Si muere, queda ahí. Si lo pillan, ojalá tenga cárcel perpetua.
"Pienso que mi hija se quedó en el sillón dormida y el que entró llegó a atacarla altiro, porque no tuvo tiempo ni de gritar. Me da la impresión de que estaba todo preparado". "Si lo pillara (al responsable de la muerte) no lo mataría, porque él tiene que pagar en vida esto. Si muere, queda ahí. Si lo pillan, ojalá tenga cárcel perpetua"."
El padre de Ignacio
Ignacio Sánchez Sandoval, de 10 años, se encuentra con riesgo vital e internado en la UCI del Hospital San Borja de Santiago. Junto a él se encuentra su padre, Jorge Sánchez, quien habló de la delicada condición en la que se encuentra su hijo. "Sus riñones no están funcionando ahora, entonces están estudiando hacerle una diálisis, para que elimine las toxinas y el líquido. Sus pulmones están muy debilitados", indicó. Sobre el riesgo vital del pequeño aseguró que sigue alto, con la prioridad puesta en que comience a respirar por cuenta propia. "Las quemaduras en este caso pasaron a segundo plano, quieren mantenerlo con vida para que recién se pueda estabilizar, y ahí recién vendría el proceso de las quemaduras", dijo. Jorge Sánchez debió pedir licencia en su trabajo administrativo en la empresa Cruz del Sur para poder estar con él, aunque aún no abre los ojos. "Le diría a mi hijo que se quede conmigo, que viva", dijo emocionado.