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Mientras se realizaba una sesión extraordinaria sobre seguridad en el Core de La Araucanía, el miércoles pasado, y se analizaba el aumento de los decomisos de droga en un 400%, la consejera regional Jacqueline Romero pidió la palabra para contar su testimonio.
"De los que estamos aquí, ¿cuántos sabemos qué hacen nuestros hijos, si consumen o no? Les digo esto porque yo tenía un hijo que consumía drogas y que no lo pude sacar de eso, y él ahora está preso", expresó la consejera.
Tras contar su historia, Jacqueline Romero pidió que se abordara el tema de fondo en la prevención de la droga en los niños, agregando que además se requiere de un Centro de Rehabilitación público donde puedan acceder las familias, moción a la cual todos los integrantes del Core se mostraron dispuestos a ayudar.
Ahora, en esta entrevista concedida por Jacqueline Romero a El Austral, la consejera accedió a contar qué la motivó a hablar del drama familiar que la afecta.
-¿Por qué decide contar esta situación, en una sesión pública del Core?
-Cada vez que iba a estas reuniones me quedaba callada, ya que sabía que si hablaba iba a reventar, que fue lo que ocurrió en la sesión del Core de seguridad, donde dije mi verdad ya que quizás cuantas mamás, familias, están pasando por esta situación terrible, y cuántas de ellas necesitan ayuda.
-¿A qué edad se inició su hijo en el consumo de drogas?
- Él empezó con el problema de la droga cuando tenía entre 13 y 14 años, ahora tiene 30. Una como mamá comienza a darse cuenta de ciertas situaciones, y cuando confirmé lo que estaba sucediendo enfrenté a las personas que vendían droga para decirles que lo dejaran tranquilo, no sólo hablando por mi hijo, sino por todos los niños que yo veía que estaban involucrados en esto, y que eran muchos.
-¿Eso le trajo consecuencia?
- Ellos amenazaron a mi hijo. Le dijeron "dile a tu mamá que deje de molestar, sino tú pagarás las consecuencias", fue una amenaza en su contra. Lo peor que hacen ellos es que involucran a menores para después hacerlos que vendan, ya que no son imputables. Después fui a Carabineros y en la PDI, me dijeron que ellos no podían hacer mucho ya que estaban limitados, la verdad que se me cerraron todas las puertas en las narices.
-¿Qué hizo después?
-Llevé a mi hijo al médico, al psicólogo, al siquiatra, lo tuve un tiempo interno, así que pudo terminar su Cuarto Medio, después entró a la universidad, pero no terminó su carrera. Él era más adulto y yo no podía estar en todas las cosas que hacía, en esa época comenzó a robar en la casa, a otros miembros de la familia y a mentir mucho, fue una situación que se escapó de las manos.
-¿Por qué su hijo es encerrado?
-Después se fue a Santiago donde su papá, donde se perdió absolutamente el control y pasó de todo. Mi hijo ahora está preso por robo con intimidación. La adicción a la droga hizo que comenzara a delinquir, ya que empezó a necesitar dinero para comprar droga.
-¿Qué piensa de la situación que le tocó vivir a su hijo?
-Yo no justifico para nada los errores que cometió, él está pagando el daño que cometió, es lo legal y lo legítimo, pero creo que muchas mamás que tenemos a nuestros hijos presos, tenemos la preocupación de cómo saldrán de allí; mejor, peor, o quizás los puedan matar un día al interior del recinto.
-¿Siente que su hijo está en camino de rehabilitarse?
-No, no siento que mi hijo esté rehabilitado y creo que no lo sentiré nunca mientras esté dentro de esa cárcel, donde no hay las posibilidades de rehabilitación. Lamentablemente, las cifras indican que un porcentaje de la gente que sale de la cárcel vuelve a delinquir y eso tiene una razón y un motivo. Por eso no estaré tranquila ni por mi hijo ni por los niños que se ven en la calle en esto.
-¿Que buscará ahora que ya dio a conocer su situación?
- Ahora que ya conté lo que me pasa, pondré toda mi voluntad en que se establezca un Centro de Rehabilitación Regional, no sé cómo lo voy a hacer para lograr esta ayuda para todas esas mamás y familias que lo necesitan, pero ya abrí mi corazón y conté esto que me afecta mucho, y con esto quizás puedo ser la voz de muchas mamás que tenemos a nuestros hijos en estas condiciones, y de un grupo de ellas que no se atreve a hablar.
-¿Se toma con seriedad la penetración de la droga en los jóvenes?
- La droga destruyó mi familia. Creo que en el tema de las drogas -y aquí incluyo al alcohol- tenemos que ponernos serios todos, incluido el Estado y el Gobierno de turno, y dejar de decir que estamos trabajando y haciendo algunas cosas, esas son pinceladas, cosas muy suaves, pero aquí se debe tomar el fondo del asunto, sé que es mucha la inversión que se debe hacer, pero debemos empezar a hacerlo, sino cada vez tendremos más jóvenes atrapados en las drogas.
"Una como mamá comienza a darse cuenta de ciertas situaciones, y cuando confirmé lo que estaba sucediendo enfrenté a las personas que vendían droga". "Después fui a Carabineros y la PDI, me dijeron que ellos estaban limitados, la verdad que se me cerraron todas la puertas en las narices". "Ahora que ya conté lo que me pasa, pondré toda mi voluntad en que se establezca un Centro de Rehabilitación Regional, no sé como lo voy a hacer para lograrlo"."
Se puede marcar una diferencia
Consultada respecto de si este testimonio puede marcar una diferencia, la consejera señaló que "sí, mi ejemplo de madre de un hijo encarcelando servirá para algo, espero que sea para que de una vez por todas Chile entienda que el trabajo debe hacerse desde la más temprana edad en colegios y liceos de nuestro país. Que los recursos del Estado no sean sólo para obras de cemento, sino también para obra social efectiva. Que transitemos de una sociedad castigadora a una sociedad preventiva en todo el sentido de la palabra. En un país que se reconoce cristiano y seguidor de aquel que nos enseñó con su ejemplo, que el perdón sea el comienzo de una vida más cercana al padre creador.
años 14
tenía el joven cuando comenzó a consumir drogas que vendían en las calles. 30
años 400