Ajustes que golpean a la solidaridad
El complejo momento económico de algunas empresas ha afectado el presupuesto de las entidades de beneficencia.
Las empresas y también las familias siempre se ajustan en escenarios económicos difíciles. Entre los tantos damnificados que tienen estos ajustes, tanto en el consumo como en el ahorro, están las instituciones solidarias y beneficencia, como Bomberos, el Hogar de Cristo, María Ayuda, Fundación Regazo, Coanil, Cruz Roja, Techo Chile, etcétera.
El problema es que muchas de estas instituciones, que operan a lo largo de todo el país, deben mantener sus ingresos para poder financiarse, sin embargo durante los períodos de ajuste económico, tanto de empresas como domésticos, dicho panorama es complejo.
Hay instituciones, por ejemplo, que deben financiar medicamentos de alto costos, pasajes en bus o avión y otros insumos obligatorios para los tratamientos de niños y jóvenes enfermos.
Hay otras entidades que han hecho públicos sus serios problemas para cumplir sus presupuestos anuales porque no reciben aportes económicos como antes.
Muchas empresas han implementado medidas para bajar sus costos operacionales, que afectaron a la economía regional en su conjunto. Sin embargo, ahora están tocando a otro aspecto: la solidaridad para quienes no tienen otra forma de ayuda, ya sea por limitaciones físicas, enfermedades o pertenecen a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
La solidaridad no puede quedar olvidada a la espera de mejores tiempos. Al contrario, es ahora cuando más necesitan aquellos sectores más postergados de nuestra sociedad.
Hay varias instituciones de beneficencia que pasan por duros momentos financieros. Es necesario dar, hasta que duela, dijo San Alberto Hurtado. Ahora es la oportunidad.