Carolina Torres Moraga
Hace exactos 37 días, el abogado temuquense Rodrigo Jaramillo Contreras (51) volvió a nacer gracias al milagro de la donación de órganos.
Conectado a un corazón artificial y en coma inducido, su vida corría serio riesgo de no aparecer un donante que le permitiera continuar viviendo. A las 8 de la mañana de aquel 13 de noviembre, semiiconsciente escucha las palabras claves de su historia: "donante" y "trasplante". Cuando las esperanzas se desvanecían ocurrió el milagro y hoy desde su domicilio temporal en Santiago, cuenta a El Austral su emocionante historia marcada por una rápida y asombrosa recuperación.
- ¿Siempre supo que padecía alguna afección cardíaca o fue un hallazgo?
- Yo la descubrí a los 38 años. Antes de eso, hice una vida normal, mucho deporte y pude haberme muerto joven de una muerte súbita como le ha pasado a muchas personas jóvenes y por esas cosas de la vida se me manifestó con un coágulo... Menos mal que no tuvo mayores consecuencias y ahí empecé a tomar anticoagulantes para eliminar los coágulos y después me instalaron marcapasos el año 2012 y pensamos que con eso se iba a mantener, pero se fue deteriorando y en febrero de este año ya era muy notoria la falta de energía.
- ¿Cuándo se enteró que iba a ser necesario un trasplante de corazón?
- Fue por ahí por marzo de este año cuando mi doctora en Temuco (Angélica García, cardióloga) me dice que la alternativa que tenía era un trasplante de corazón. Yo me demoré un poco en reaccionar porque estoy afiliado a la isapre Más Vida y estaba todo el problema que cambió a Nueva Más Vida y no sabían cómo responder. Finalmente me vine a Santiago en agosto y el 5 de septiembre me interné.
- ¿Cómo recuerda el momento en que le comunican que había aparecido un donante?
- Yo estaba en la clínica. Hay un mes que yo no recuerdo porque mi corazón ya estaba muy deteriorado y estuve conectado a un corazón artificial, a una máquina, estaba sedado, en coma inducido, y bueno... sólo me acuerdo que llegó el corazón temprano en la mañana y sí me acuerdo cuando me llevaron a pabellón a las 8 de la mañana, pero estaba semiconsciente.
- ¿Las esperanzas se desvanecían a medida que iban pasando los días?
- La verdad es que con el coma inducido como que se me borró la película, no me acuerdo de nada. Sí me acuerdo de antes cuando estaba con mi corazón, de los cuidados que me daban esperando el donante, pero de ahí en adelante no tengo muchos recuerdos... sólo hasta el 13 de noviembre que me dicen que voy a pabellón porque llegó el donante, pero yo no sabía que había estado como 20 días o un mes en coma inducido.
- ¿Tiene algún antecedente de quién era el donante?
- Lo que yo sé es que es una persona joven entre 20 y 30 años, hombre, chileno y por el momento no quiero averiguar más porque estoy en este proceso de recuperación y después habrá tiempo para aquello.
- ¿Hay curiosidad por saber más o prefiere no saber?
- Yo he hablado con varias personas y algunos prefieren el anonimato y otros prefieren conocer a las familias y a veces por casualidades se conocen, pero mayores antecedentes no tengo en concreto. Pienso que todo tiene que ser a su tiempo.
- ¿El tema de la donación en general era ajeno para usted hace un tiempo?
- A mí la doctora me lo había hablado hace un par de años. Me dijo que si seguía el deterioro, no quedaba otra opción que el trasplante, pero nunca me hubiera imaginado que fuera tan rápido y de repente se agravó el asunto de la noche a la mañana y tuve que hacer todos los trámites rápido, y bueno... acá estoy... gracias a Dios el doctor que me había instalado el marcapasos me recomendó a los doctores acá de cardiología (Hospital Clínico Red de Salud UC Christus) y bueno... he andado bastante bien.
- ¿Cómo ve la situación de los trasplantes en Chile?
- Yo creo que es necesario para tener una vida más larga, más completa. Lo que sí todavía es muy caro porque hay que gastar mucho dinero en medicamentos y todo al final hay que pagarlo. No cualquier persona puede hacerse este tipo de trasplantes, es limitado, yo sé que hay mucha gente que no se hace nada y se muere por los costos del tratamiento.
- ¿Cuál es su visión hoy día del tema de la donación de órganos?
- La verdad es que la donación es un acto de generosidad muy grande. Cuando se muere un familiar joven el dolor es tremendo y el hecho que el fallecido haya manifestado haber querido ser donante, no siempre se cumple por la familia, entonces ahí es donde hay que respetar la voluntad del donante y poder así prolongar la vida de otra persona.
- ¿En definitiva siempre es necesario conversarlo en familia?
- Sí por supuesto, hay que conversarlo en familia. Mientras más comunicación haya, más va a resultar este tema.
- ¿Siente que de alguna manera está renaciendo a nueva vida?
- Sí por supuesto, uno se siente diferente. De repente uno se pone un poco ansioso por tratar de salir luego, pero hay que respetar los tiempos necesarios, ir paso a paso, porque también hay fracasos de algunas personas en esto, entonces hay que ser muy cuidadoso, en especial los tres primeros meses en los que hay que tener muchos cuidados.
"Lo que yo sé es que es una persona joven entre 20 y 30 años, hombre, chileno y por el momento no quiero averiguar más porque estoy en este proceso de recuperación y después habrá tiempo para aquello". "Uno se siente diferente. De repente uno se pone un poco ansioso por tratar de salir luego, pero hay que respetar los tiempos necesarios, ir paso a paso". "La verdad es que la donación es un acto de generosidad muy grande. Cuando se muere un familiar joven el dolor es tremendo y el hecho que el fallecido haya manifestado haber querido ser donante, no siempre se cumple por la familia"."
Un año de cuidados postrasplante
- ¿Cómo se vislumbra el futuro de ahora en adelante? - Yo voy a estar acá en Santiago, unos tres o cuatro meses, con tratamiento de kinesiología porque estuve tres meses acostado, entonces estoy falto de fuerzas, he bajado 25 kilos y espero quedar en unos 70 kilos para estar más delgado y cuidarme más. - ¿En un año más podría retomar su vida normal? - Yo espero que pueda ser menos, pero con mucho cuidado todavía porque yo lo único que quiero es volver a trabajar y mantenerme ocupado, pero relativamente ocupado porque no debo pasar malos ratos, yo estaba muy estresado, soy muy nervioso y eso quizás pudo influir, así que debo cuidarme.
demoró el trasplante cardíaco al que fue sometido el pasado 13 de noviembre Rodrigo Jaramillo en Santiago. 8 horas